La subsecretaría de Turismo de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Soledad Martínez realizó un informe provisorio sobre los datos del último fin de semana largo, según el cual, en base al movimiento vehicular, 418.759 turistas visitaron los destinos bonaerenses. La cifra representa un 23,4 por ciento menos que el año pasado en la misma fecha.
La estimación del impacto económico en base al gasto realizado por los turistas, también calculado por el movimiento vehicular, fue de 59.714 millones de pesos, un 69,6 por ciento superior en términos nominales, pero un 45,2 por ciento menor en términos reales.
En base a las estimaciones de movimiento turístico de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se estima un total de 564.000 turistas, un 7,1 por ciento menor al año pasado. Si se toma como base la cantidad de turistas calculados con estimaciones de CAME, el impacto económico habría sido de 80.760 millones de pesos, un 105,6 por ciento superior en términos nominales, pero un 33,5 menor en términos reales.
Las autoridades bonaerenses explicaron que, de 18 destinos de los que se dispone información histórica, 15 presentaron niveles de ocupación más bajos respecto al año pasado. Las excepciones fueron Chascomús, completamente ocupado, San Pedro al 98 por ciento, Lobos al 93 por ciento y Mercedes 90 por ciento. Todos ellos destinos son cercanos al área metropolitana de Buenos Aires, dato que invita a pensar en la incidencia del costo del combustible.
De todos modos, en paralelo, el relevamiento de los niveles de reservas hoteleras anterior al fin de semana largo indicó que todos los destinos bonaerenses tuvieron niveles de reservas menores respecto al año pasado. Y sólo tres destinos de los veinte de los que se dispone información superaron el 70 por ciento de sus reservas. Ellos fueron San Antonio de Areco completó su capacidad, Carhué lo hizo en un 70,9 por ciento, y Mar de Ostende en un 74 por ciento.
El relevamiento online de alojamientos turísticos registró un precio promedio de 74.252 pesos la noche de estadía en los destinos bonaerenses, mientras que en destinos de Brasil fue de 73.391 pesos, un 1,2 por ciento más barato, y en destinos de Uruguay fue de 107.318 pesos, un 44,5 por ciento más caro.
El relevamiento online de pasajes de micros de larga distancia, en tanto, reveló un nivel de reservas de pasajes del 40,3 por ciento global, y el destino con mayor nivel de reserva de pasajes de micros fue Villa Gesell, con un 53,7 por ciento.
Empresarios en alerta
Entre los empresarios del sector turístico, las opiniones están muy divididas. Por un lado, el titular del Centro de Martilleros y Corredores Públicos del partido de La Costa, Cristian Cabibbo, se manifestó optimista y sostuvo en declaraciones a medios locales.
Días antes del fin de semana largo, sostuvo que “vemos una temporada viable y somos competitivos”, aunque a la vez reconoció que “estamos caros como país” y que “viene bastante demorado con respecto al tema de formar valores". Describe que los meses previos al inicio de la temporada es la época de formar precios, de empezar a hablar con los diferentes propietarios, de empezar a cerrar números y presupuestar, y tener en cuenta todos los gastos y la rentabilidad que puede llegar a generar”.
Sin embargo, pasada la fecha que generaba expectativas, con un resultado muy por debajo del esperado, los grupos de Whatsapp de las inmobiliarias de la zona, a los que tuvo acceso Buenos Aires/12, estallaron de quejas contra la crisis y la política económica que promueve el gobierno nacional libertario.
Hace un año, para la misma fecha, se cerraban no menos de quince operaciones de alquiler de verano por día. Este año fueron uno o dos como máximo. Concluyen que la gente no tiene previsto salir de vacaciones.
A modo de ejemplo, cuentan que un interesado venía preguntando y evaluando opciones y desapareció de golpe del chat. Cuando le preguntaron si seguía interesado, dijo que había recibido una boleta de luz que le había modificado todos los planes.
“El fin de semana largo de octubre siempre es termómetro de lo que podemos esperar de la temporada por venir, pero este no se vio como un fin de semana largo sino como uno común de un año atrás", explica el empresario Fernando Giovanángelo, que dice que hubo apenas "una cuarta parte del movimiento del feriado de octubre de 2023”.
El municipio de La Costa siempre fue un destino turístico elegido por trabajadores y una porción de la clase media, “gente que en este momento tiene otras preocupaciones y prioridades, como caminar por la vía para ahorrarse el boleto de tren. Algunos dicen que estamos caros por el atraso cambiario. Puede ser, pero el problema hoy no es el precio, es que ni siquiera hay consultas. Los teléfonos no suenan”, grafica. “Puede ser la peor temporada desde 2001”, advierte.
Un dúplex cercano a la playa, según estimaciones, puede estar entre 1,8 milones de pesos y 2,2 millones para enero y diez o veinte por ciento menos en febrero, aunque los expertos esperan un febrero “casi inexistente”.
Giovannangelo explica el porqué de esos números: “La factura de luz va a andar en 400 mil pesos como mínimo. Hay que sumarle internet y cable, el ABL. El monto tiene que cubrir los gastos y dejar una rentabilidad. Si se quema una heladera o hay que cambiar un termotanque, ya perdiste plata. Hay gente que me dice andá a fijarte si quedó algo prendido porque me vinieron 300 lucas de luz y no, no hay nada prendido”.
“Conclusión, la propiedad en la costa deja de ser negocio", dice el empresario que, con esa perspectiva se pregunta si tiene sentido invertir, pintar la casa o renovar los colchones. "La mayoría de los dueños ni vinieron, como solían hacer, a ver como quedaron las casas en marzo o abril”, detalla.
A la vez, anticipa otros problemas. “Los pocos que vengan, van a hacerlo con presupuesto acotado, van a consumir alquiler y punto", avisa y suma a su advertencia que el dinero de los alquileres no queda en los distritos costeros, porque "los propietarios de las casas que se alquilan viven en otras ciudades".
"Si la temporada es mala, el invierno del año que viene puede ser dramático”, sostiene. “Este año vi por primera vez gente revolviendo basura, y eso antes acá no ocurría”, se lamenta.