La justicia española condenó este martes a 10 años y cinco meses de prisión a Eduardo Zaplana, exministro conservador del gobierno de José María Aznar, que fue declarado culpable de corrupción en su etapa de presidente de la Comunidad Valenciana (1995-2002), en el de España.

Condenado por cometer los delitos de cohecho, blanqueo de capitales, falsedad y prevaricación, el tribunal que lo juzgó le impone también multas por un importe superior a los 25 millones de euros (27 millones de dólares) y 17 años y 10 meses de inhabilitación para desempeñar empleos y cargos públicos, y otros tres para el ejercicio de su profesión como abogado.

La Audiencia Provincial de Valencia decreta, además, el decomiso de varios bienes y sumas intervenidas durante la instrucción de la causa, relacionada con la privatización del servicio de la inspección técnica de vehículos y las adjudicaciones del plan eólico regional.

"La sala llega a la ineludible conclusión de que el dinero obtenido por Zaplana lo fue haciendo uso de su condición de político, que le brindaba información relevante en distintos campos, conocimiento de personas también relevantes en el mundo empresarial y financiero y en definitiva, un destacado papel político primero en el ámbito autonómico y después en el nacional, lo que le reportó importantes ingresos de dinero, al margen de sus emolumentos oficiales", declaró el tribunal valenciano, en un fallo de 364 páginas.

También fueron condenados en la causa otros seis acusados: el abogado y asesor fiscal Francisco Grau; el antiguo jefe de gabinete en la Presidencia de la Generalitat Juan Francisco García; el amigo y testaferro del expresidente Joaquín Miguel Barceló, y los empresarios Juan y Vicente Cotino --sobrinos del que fue expresidente de Les corts y ex director general de la Policía, Juan Cotino, que estuvo investigado en la causa hasta su fallecimiento-- y Francisco Pérez.

Los ocho acusados restantes quedan libres de culpa después de que la Fiscalía retirara la acusación a tres de ellos o no apreciara pruebas para que fueran condenados. La sentencia no es firme y puede ser apelada en la Cámara en casación del Tribunal Supremo español.

Eduardo Zaplana fue uno de los ministros más conocidos del gobierno de José María Aznar (1996-2004); dirigió la cartera de Trabajo entre 2002 y 2004 y fue portavoz del Ejecutivo entre 2003 y 2004. Además fue alcalde de Benidorm, una famosa localidad turística del Mediterráneo, en los años noventa.