“Nosotros no somos partícipes, ni queremos serlo, de la violencia que están llevando adelante, nosotros somos estudiantes, militantes estudiantiles, pero que estamos en defensa de la educación pública. Para nosotros la violencia no tiene lugar en la universidad, ni debería tenerlo en ningún espacio, pero también entendemos que son parte de discursos de odio que son generados también hasta por el propio presidente Javier Milei”, dice Eva Pinto, presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
El lunes por la noche, la universidad fue escenario de un grave episodio protagonizado por militantes de La Libertad Avanza acompañados por una concejala de Quilmes, quienes interrumpieron violentamente en una asamblea estudiantil. Allí, se debatía la toma de la universidad y las actividades de protesta que tendrán su epicentro con el paro nacional del próximo jueves 17 de octubre. De este modo, el ataque se suma a una creciente ola de violencia y tensiones en las universidades del país tras el reciente veto de la Ley de Financiamiento Universitario validado por una parte de la Cámara de Diputados.
Según testigos y autoridades presentes, los agresores, ajenos a la universidad, actuaron de manera provocadora con megáfonos que derivó en una acalorada discusión que no terminó de la mejor forma. Pinto explicó que, ante la actitud violenta de los intrusos, la asamblea votó por unanimidad que se retiraran, ya que no eran estudiantes de la universidad y solo parecían tener la intención de provocar disturbios.
Sin embargo, al ser solicitada su retirada, los agresores reaccionaron de manera violenta, una de estas personas sacó el gas pimienta de su mochila y lo roció dentro de la universidad, afectando a muchas compañeras que terminaron siendo atendidas por inhalación de este gas. "Había muchas personas que no podían respirar”, cuentan los estudiantes.
La presidenta del Centro de Estudiantes expresó su preocupación ante estos actos de violencia y destacó el apoyo recibido tanto de la comunidad universitaria como de las autoridades locales y provinciales. “Una vez que pudimos solucionar eso, continuamos con la asamblea, ratificamos la toma y nada, cada persona, cada estudiante, todos los que quisieron participar de la asamblea participaron como era nuestra idea principal. Así que no pudieron romper con este espacio democrático que construimos los estudiantes de la universidad”, sentenció.
A partir de lo sucedido, en el transcurso de este martes se llevó a cabo la reunión del bloque entre rectores, gremios y docentes donde se definió que realizarán una marcha de antorchas para este miércoles, en repudio a la violencia en la UNQ. "Se van a movilizar todos desde la plaza Houssay hacia el Palacio Pizzurno", anticiparon a Buenos Aires/12.
Los vínculos políticos
El rector de la Universidad Nacional de Quilmes, Alfredo Alfonso, habló con este medio sobre los hechos y contó que tras los incidentes iniciaron una minuciosa investigación para realizar las denuncias correspondientes para identificar a los agresores, algunos de ellos con vínculos políticos en la región.
“Uno de los agresores fue identificado como un asesor de la concejala Estefanía Albacete del Consejo Deliberante de Quilmes, lo cual es extremadamente grave, porque el uso de la violencia está siendo avalado por representantes del Estado”, apuntó el rector haciendo referencia al panorama de violencia que está en ascenso en la sociedad y agregó: "La persona que rocía con el gas es la misma que cuando cerró la agencia Télam estuvo en la puerta con un cartel acompañando al Gobierno nacional por esta decisión y provocando a los trabajadores”.
Los dichos de Alfonso fueron reafirmados a través de un comunicado oficial publicado en la web de la universidad con filmaciones, videos y pruebas de lo sucedido. “En 35 años de trayectoria de la UNQ, es la primera vez que se viven hechos de esta violencia. Justamente, suceden el mismo día en el que personas ajenas a la institución, y que posteriormente se identificaron como relacionadas a la concejala local Estefanía Albasetti, desembarcaron en la Universidad. Que cada persona saque sus propias conclusiones”, sostuvo el informe.
Solange Del Río, consejera superior por el claustro estudiantil, en la agrupación Alianza Universitaria de la UNQ, comentó a Buenos Aires/12 que además del gas pimienta “hubo patadas, golpes y empujones” y pidió por una respuesta por parte del Estado nacional.
“Consideramos que como presidente de la nación, Javier Milei debería realizar un comunicado y debería repudiar estos hechos de violencia. Entendemos que no lo va a hacer, entendemos que tanto él como la concejal Albacete y las personas afines al partido de la Libertad Avanza fogonean todo el tiempo e incitan todo el tiempo a este tipo de acciones y este tipo de agresiones, las festejan”, argumentó. Luego, hizo mención sobre la “información falsa” que circuló sobre que los libertarios habían sido las verdaderas víctimas de la agresión: “Mienten y dicen que nosotros fuimos los que tiramos el gas, los que provocamos cuando claramente se notan los videos y toda la comunidad universitaria que estaba ahí lo puede afirmar que no fue así”.
Del Río enfatizó la necesidad de que la comunidad universitaria se mantenga unida en la lucha por el financiamiento de la educación pública y destacó la importancia de continuar con las acciones de protesta de manera organizada y pacífica. “Estamos muy muy consternados con lo que pasó, porque nosotros nos caracterizamos justamente por llevar estas acciones de forma pacífica, nosotros a veces sentimos que no es fácil consensuar entre todas las agrupaciones de esta universidad, pero aun así nos une la defensa de la educación pública para llevar adelante este plan de lucha”, concluyó.
Violencia creciente
El ataque en la Universidad Nacional de Quilmes no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un panorama de aumento de violencia y tensiones sociales que atraviesan el país. La falta de respuestas conciliadoras por parte del Gobierno nacional fue señalada como uno de los factores que contribuyen a este clima de agresión.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, también se hicieron presentes en la universidad tras los hechos, mostrando su apoyo a los estudiantes y poniéndose a disposición para acompañarlos en las denuncias judiciales.
“Vamos a manifestar nuestro repudio y preocupación, porque ayer hubo personas heridas en la vista y en la respiración, esto no puede naturalizarse. El odio, la mentira y la violencia no pueden naturalizarse”, dijo Mendoza en diálogo con la 750 al mismo tiempo que agregó que según su visión el ataque “estuvo planificado” y no se trató de un hecho aislado.
“Ya habían anunciado que iban a responder con violencia a cualquier manifestación a favor de las universidades. Así fue como ingresaron estos 15 varones y tiraron gas pimienta”, reveló la intendenta, y recordó que la propia concejala Albasetti había publicado días antes de la marcha universitaria un mensaje cargado de violencia en sus redes sociales: “No lleven niños porque vamos a repartir palos y gas pimienta”.
Por otro lado, semanas atrás, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ya había hecho referencia al incremento de la agresión: “La violencia está subiendo y se ha trasladado a la vida cotidiana de las personas, en discusiones, disputas entre vecinos, a veces por un choque o por nada. Desde las más altas autoridades de nuestro país se emanan respuestas de agresión e insultos simplemente por no pensar igual en política”. Kicillof criticó abiertamente al gobierno de Milei, a quien habría responsabilizado por los discursos de odio y confrontación que fomentan este tipo de situaciones violentas.
La protesta sigue
Las autoridades universitarias y los estudiantes están en plena elaboración de las denuncias correspondientes, aportando pruebas como el gas pimienta utilizado y videos del ataque. Mientras tanto, las actividades en la Universidad Nacional de Quilmes continúan con normalidad, y la toma activa de la universidad seguirá durante toda la semana con clases públicas, actividades culturales y académicas.
Además, el jueves se sumarán al paro nacional y el viernes está prevista una marcha desde la universidad hasta el centro de Quilmes para visibilizar la situación crítica que atraviesa el sistema universitario en el país.
“Hay mucha preocupación de las consecuencias del veto a la ley de Financiamiento Universitario y de la escasez del presupuesto enviado, cuya propuesta del Gobierno nacional es del 54 por ciento del total que se había solicitado. Estamos preocupados por lo que también vamos a vivir el año que viene. Si son estos guarismos vamos a estar mucho peor que este 2024”, advirtió a Buenos Aires/12 el rector.
El rector Alfonso concluyó sus declaraciones destacando el papel fundamental de las universidades nacionales en este contexto de creciente tensión social: “Las universidades son un catalizador de muchas frustraciones y tensiones en la sociedad. Pero esto no justifica la violencia ni las provocaciones que hemos visto. Vamos a seguir defendiendo la educación pública con todas nuestras fuerzas”.
Durante la sesión de la Cámara de Diputados que terminó de detonar el conflicto, la mayoría de los legisladores de la provincia de Buenos Aires votó a favor de anular el veto de Milei, el cual había dejado sin efecto la ley que asignaba 738.595 millones de pesos para el financiamiento de las universidades nacionales.
En los primeros nueve meses del gobierno de Milei, las transferencias a las universidades disminuyeron más del 30 por ciento. A pesar de que el sector libertario asegura haber incrementado los gastos operativos, lo más alarmante es la caída salarial de docentes y no docentes, que ya alcanza un 30 por ciento en términos reales.
Al día de hoy, Argentina cuenta con 2,5 millones de estudiantes universitarios, la mayoría de los cuales cursa sus estudios en la provincia de Buenos Aires, que alberga 25 universidades nacionales, 16 de ellas ubicadas en el conurbano.