El derroche de subsidios otorgados por la Secretaría de Deporte de la Nación salpica a cuatro funcionarios distintos, en tres ámbitos políticos diferentes. A Carlos Mac Allister y Orlando Moccagatta en el organismo que depende de la Secretaría de Presidencia; a Héctor Baldassi, diputado oficialista por Córdoba en el Congreso y al golfista Eduardo “Gato” Romero, intendente de la ciudad de Villa Allende, de la misma provincia. Las irregularidades que denunció PáginaI12 el 20 de agosto pasado en la nota titulada “Subsidios que son un privilegio para ricos” continúan provocando coletazos. El denunciante original de este caso de presunta corrupción es Nicolás Martínez Dalke, concejal peronista por Mendiolaza, una localidad serrana. El 4 de junio se había presentado ante una Fiscalía en lo Penal Económico cordobesa a cargo de Gustavo Hidalgo. Ahora ampliará la prueba documental en la que se basó para imputar al ex futbolista y al ex árbitro, dos espadas del macrismo en el ambiente deportivo.
Mac Allister y el golfista Romero son los funcionarios que niegan con más énfasis las denuncias por ilegalidades en la entrega de subsidios. Pero los hechos tienen gravedad institucional por una razón. Las sumas que otorgó el Estado a clubes que practican disciplinas caras como el golf, polo y yachting –entre otras– fueron enmarcadas dentro del llamado Régimen de Promoción de los Clubes de Barrio y de Pueblo. Desde que gobierna, la alianza Cambiemos le puso un nombre más escueto: Clubes Argentinos. Se trata de la ley 27.098 de 2014 que establece “el fomento, estímulo y promoción de las actividades deportivas, sociales y culturales de índole barrial”.
“Hace más de tres meses denunciamos en la Justicia de Córdoba los probables delitos de abuso de autoridad y malversación de caudales públicos del diputado Baldassi y del secretario de Deporte Mac Allister, por la entrega de subsidios a clubes que no son de barrio. También llevamos este planteo a la Comisión de Deportes de la Nación para que pongan un freno a estas irregularidades”, declaró Martínez Dalke.
El edil cordobés mantuvo ayer un contrapunto radial con Romero, quien se defendió de sus acusaciones. “Hay gente que habla sin saber. Villa Allende respira golf. El club de golf es un club que no tiene fines de lucro”, le respondió en Radio Mitre Córdoba. No parece ser así. En los greens del Córdoba Golf Club se realiza todos los años el Abierto del Centro de la República. Se trata de la 5ta fecha del PGA Tour Latinoamérica. Los auspiciantes son OSDE, Coca Cola y el grupo Roggio, de Aldo Benito, vocal suplente entre las autoridades del distinguido club. En la edición 2016 del torneo los profesionales que lo jugaron se repartieron premios por 3 millones de pesos, unos 168 mil dólares al cambio actual.
Mac Allister dio su descargo por televisión (ver aparte). “Hay mala información que anda dando vueltas”, se quejó. Su manejo discrecional de la ley 27.098 no le permite ver qué clubes de golf como el de Villa Allende – al que Martínez Dalke le pidió que devuelva el subsidio de 100 mil pesos– o el Mar del Plata Golf Club de Playa Grande, no necesitan de esas sumas que otorga la Secretaría de Deporte. Tampoco pareció lógico que les pagaran al Yacht Club Olivos –que cobra 30 mil pesos la cuota de ingreso– al Náutico Mar del Plata, la Asociación Argentina de Surf, el Mendoza Tenis Club y el Huarpes Polo Club de San Juan.
“Hasta Marcos Peña, el Jefe de Gabinete de Ministros, tuvo que dar explicaciones en el Congreso sobre este subsidio que hoy es un escándalo a nivel nacional”, recordó el concejal denunciante.