Rulli (6): Tuvo mucho menos trabajo que el jueves contra Venezuela. Casi no tocó la pelota.

Molina (7): Llegó al fondo toda la noche con gran potencia y convicción. Bolivia casi nunca lo exigió en la marca. Hizo una gran habilitación de primera en el gol de Almada.

Romero (7): Condujo mucho más de lo que defendió y estuvo muy seguro en el pase entrelíneas. Pero también ganó en los manos a mano y en algunos cruces. En el alto nivel de siempre.

Otamendi (6): Tampoco tuvo gran exigencia defensiva. Los bolivianos casi no pasaron por su sector. Por eso fue bastante a buscar la pelota al área de enfrente. Por lo general ganó.

Tagliafico (7): También pasó mucho y bien al ataque, más en diagonal que abierto sobre la raya. Le anularon un gol en el VAR por un offside ínfimo. 

De Paul (7): Arrancó desde más arriba buscando conexiones con los laterales y los delanteros. Mientras estuvo en la cancha, participó de casi todos los ataques y cuando equivocó algún pase, puso vergüenza para volver y recuperar la pelota

Enzo Fernández (6): En el primer tiempo, estuvo seguro en el toque corto y eficaz en la recuperación. Pero también llamativamente impreciso en el juego largo. Algunos cambios de frente se le fueron afuera. Cuando encontró certeza con la pelota en el segundo, mejoró la circulación del equipo y terminó redondeando una buena noche.

Mac Allister (6): También jugó de menos a más, mejor en la segunda etapa que en la primera. Empezó moviéndose de espaldas entre las líneas apretadas de Bolivia y nunca le resultó cómodo. Cuando tuvo la cancha de frente, tocó, fue a buscar, le dio fluidez al movimiento del equipo y pisó el área rival. Salió cuando mejor estaba jugando

Julián Alvarez (7): Se paró como volante por la izquierda y desde allí llegó al área boliviana. Le puso un gran pase a Messi en el gol de Lautaro y resolvió muy bien en el suyo. Rinde donde lo ponen. Lo sacaron cuando lo mejor de su tarea ya había sido hecha.

Messi (10): Otra noche asombrosa, memorable. Jugó su mejor partido luego del Mundial de Qatar. Hizo tres goles, definiendo muy bien contra el primer palo en el primero y desde afuera del área en los otros dos. Y por si fuera poco le sirvió con gran generosidad el segundo a Lautaro Martínez y el tercero a Julián Alvarez, con un gran pase a espaldas de su marcador. O sea que hizo tres goles y asistió en otros dos. Además, estuvo a punto de hacer un golazo de tiro libre que le sacó el arquero Viscarra, exigió en cada mano a mano y estuvo picante en cada pelota parada que ejecutó. A sus 37 años, jugó con la frescura de un juvenil y la sapiencia de un experto. Una actuación suprema de un superdotado de la pelota. Muy alejado de su propio ocaso.

Lautaro Martínez (7): Salió más a los costados y desde allí, brilló. Aprovechó el resbalón de Suárez para habilitar a Messi el primer gol y anotó el suyo gracias al desprendimiento del supercrack rosarino. Demostró que puede mezclarse bien con Messi y Julián Alvarez y está cada vez más completo como jugador.

Paredes (-): Ingresó por Mac Allister. Movió con soltura la pelota en la mitad de la cancha e hizo una gran apertura para Molina en el gol de Almada.

Palacios (-): Reemplazó a De Paul con el partido ya resuelto y corrió y presionó como si tuviera que resolverse. Estuvo arriba y abajo de la banda derecha, pasó bien la pelota y mostró gran actitud.

Almada (-): Reemplazó a Julián Alvarez y en una de sus primeras intervenciones marcó el cuarto gol, pisando el área con gran convicción. Arrancó abierto sobre la izquierda pero cuando Messi lo buscó para el toque y la devolución, lo encontró sin problemas.

Lisandro Martinez (-): Entró por Otamendi. Hizo un buen cruce a espaldas de Tagliafico y mostró su seguridad habitual para seguir jugando desde el fondo.

Nico Paz (-): La gran revelación de la noche. Reemplazó a Lautaro Martínez con la soltura y la desinhibición de un gran jugador. No le pesaron el marco ni la camiseta, acaso porque el partido ya estaba definido. Se mostró, pidió la pelota, se atrevió a encarar, pasó y hasta le hizo a Messi la devolución de su último gol. Jugó como si tuviera años de Selección encima, levantó varias veces a la multitud y acaso se ganó el derecho a las próximas convocatorias.