La Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), pidió que se le tome declaración indagatoria al diputado nacional José “Mellizo” Orellana, del bloque unipersonal Primero Tucumán, en una causa por “abuso sexual simple” en perjuicio de una empleada del Congreso Nacional. “La denuncia fue realizada en noviembre del año pasado por la víctima, que pudo superar el impacto de sufrir una agresión en un ámbito donde el poder infunde cierto temor cuando se trata de un hecho de estas características”, explicó a PáginaI12 la diputada socialista mandato cumplido Ana María Barbagelata, abogada de Luz, seudónimo con el que se identifica a la empleada para mantener reserva de su nombre. “La apertura de la causa se hizo en una fiscalía donde lo primero que se pidió fue la realización de un examen psicológico y psiquiátrico de la víctima, algo que rechazamos, hasta que todo cambió por suerte cuando la causa pasó a la dirección de atención a la víctima de la UFEM, que le dio el tratamiento que correspondía a un hecho de esta gravedad”. 

La empleada que sufrió el abuso es asistente de la diputada Gabriela Troiano y el episodio sucedió cuando concurrió, en cumplimiento de sus tareas cotidianas, al despacho de Orellana, que estaba entonces en el anexo del Congreso Nacional, sobre la calle Callao, al lado de la oficina de la legisladora con la que trabaja Luz. La denuncia fue realizada “pocos días después de ocurrido el hecho, que ahora está en manos de la titular de la UFEM Mariela Labozzetta, que luego de analizar la prueba reunida le pidió al juez de la causa, Hernán Martín López, que le tome declaración indagatoria al diputado Orellana”.

Antes de la solicitud de indagatoria, el juez había requerido dos medidas de prueba que demuestran que “se encuentran configurados los elementos típicos, tanto objetivos como subjetivos, exigidos por el delito de abuso sexual”, remarcó la abogada Barbagelata. El abuso, que fue verbal y físico, se produjo el 11 de noviembre de 2016, cuando Luz, asesora de Gabriela Troiano, fue por cuestiones laborales al despacho de Orellana. El caso fue denunciado pocos días después, con el apoyo de la diputada Troiano y de los gremios que agrupan a los empleados del Congreso. 

Barbagelata precisó que en la causa declararon “siete testigos, algunos de los cuales fueron muy precisos, muy coherentes, ya que si bien ninguno fue testigo presencial de los hechos, sí aportaron datos sobre el shock sufrido por Luz luego del acoso del que fue víctima; todos vieron cómo salió del despacho y no hay duda de lo ocurrido allí dentro”. Incluso se aportaron filmaciones del pasillo que comunica a los dos despachos, el de Troiano y el de Orellana, para corroborar algunos detalles de la denuncia. También fue llamada a prestar testimonio la encargada de seguridad del edificio de la calle Callao. “Todos fueron muy consistentes a la hora de ratificar el relato que había realizado la víctima sobre cómo se sucedieron los hechos”, dijo su abogada. 

El 22 de noviembre del año pasado, la diputada Troiano presentó un proyecto de resolución para suspender en sus funciones al diputado Orellana, en los términos del artículo 70 de la Constitución Nacional, que contempla la posibilidad de aplicar esa sanción a quien tenga en su contra una acusación en la Justicia penal. Eso “sin perjuicio de una sanción por inhabilidad moral de acuerdo con lo que dice el artículo 66 de la Carta Magna”, agregó Barbagelata. Si bien la iniciativa no fue tratada en el recinto, la diputada socialista consiguió, a través de un pedido formulado en Labor Parlamentaria, que Orellana se mudara de oficina a otra ubicada en el Anexo situado en Riobamba 71.

En su momento, el diputado José “Mellizo” Orellana se presentó ante la Justicia para solicitar que cesara la acción penal en su contra y afirmó en su defensa que en ningún momento había realizado “insinuaciones sexuales” en contra de la empleada del Congreso. Los argumentos expuestos por Orellana fueron desestimados y la causa en su contra sigue en pie. 

El legislador tucumano negó la acusación contra él, muy grave, dado que Luz afirmó que no sólo la agredió verbalmente sino que la abrazó y llegó a darle unos besos. Ella logró escapar al acoso, aunque el imputado la retuvo y hasta llegó a decirle que “seguramente nadie la había besado como él”. 

En la presentación que hizo ante el fiscal de Instrucción 47, Marcelo Solimine, Orellana reconoció que Luz había concurrido a su despacho para informarle que algunas personas querían entrevistarlo, pero negó la denuncia por abuso sexual. Los abogados del legislador tucumano, Agustín Osado y Gustavo Ponce Molina, pidieron que se cerrara la causa, pero la prueba reunida hizo que siguiera adelante y ahora el legislador tendrá que presentarse a indagatoria. Enrique Orellana, hermano mellizo de José, es legislador provincial.