La toma de las universidades públicas sigue con fuerza también en el norte del país, contra el veto al financiamiento universitario. En Salta y Jujuy, donde hay tomas, habrá sendas marchas para visibilizar la protsta.
El 9 de octubre el Congreso de la Nación avaló el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Desde entonces, en distintas universidades se sostienen tomas estudiantiles como formas de resistencia, en defensa de la educación pública.
En la Universidad Nacional de Salta la comunidad estudiantil mantiene la toma en el Rectorado. "(Hoy) nos vamos a movilizar junto a los jubilados en el centro de la ciudad, y el jueves vamos a continuar con más clases públicas en el marco de un paro activo nacional de la docencia de 24 horas y el viernes vamos a cerrar la semana convocando a una nueva asamblea interclaustro", dijo a Salta/12 la estudiante de historia Maripaz Portocarrero, vocera y también militante de la Unión de Juventudes por el Socialismo del Partido Obrero.
La marcha junto al sector de jubilados ha sido convocada a las 18 y la concentración será en la plaza 9 de Julio de la ciudad de Salta, donde vienen reuniéndose jubilados y jubiladas en rechazo al veto a la ley que posibilitaba una mejora para este sector.
El martes, los y las estudiantes cortaron la avenida Bolivia por 40 minutos, para visibilizar el reclamo. Mientras que la toma se sostiene con asambleas y clases públicas. "Un montón de profesores están adhiriendo a este formato de no solamente dar conferencias temáticas, sino también su propia clase curricular darla fuera del aula para visibilizar que estamos en un contexto que exige salir de la normalidad", explicó Portocarrero.
"Desde mi agrupación repudiamos toda medida de todo avance privatista, todo avance del arancelamiento. La educación no es un servicio, sino que es un derecho conquistado, que tiene que ver con la esencialidad del humano, del ser humano y de su desarrollo, lo mismo que la salud", sostuvo la estudiante.
"Estamos justamente desarrollando esta lucha, impulsándola en la conciencia de que no podemos permitir que se restrinja el acceso a la educación por parte de una disposición económica, sino que Argentina tiene los recursos para hacer funcionar esta universidad y todas las del país, incluso de una manera mucho más óptima, con mejor calidad, y también frenando la deserción estudiantil, combatiendo la priorización laboral de las que son víctimas un montón de trabajadores en la universidad. Nosotros denunciamos este avance y vamos a defender la universidad pública", expresó Portocarrero.
Por otro lado, la toma estudiantil en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Jujuy se mantiene activa desde la semana pasada y se ha visto potenciada por el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades de este fin de semana, que realizó una asamblea ahí.
Gabriela Gresores, profesora de Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y secretaria general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy, contó a Salta/12 que acompañan la toma estudiantil para hacer confluir sus reclamos, ya que la docencia también viene con un plan de lucha por el tema salarial. "Nosotros tenemos los docentes peor pagados de todo el país", y "con caídas muy grandes del salario, pasándola realmente mal", sostuvo.
"Hay una actividad febril, digamos, de asamblea cotidiana", describió Gresores a la toma. Para esta tarde está prevista una marcha al rectorado de la UNJu, donde exigirán al Consejo Superior que se expida en relación a la situación presupuestaria. Otro pedido tiene que ver con el repudio al diputado nacional por Jujuy Manuel Quintar, "el único que es libertario" y votó contra la ley de financiamiento, apoyando el veto de Milei.
Deserción y exclusión
Portocarrero señaló que desde principios de año en Salta han venido "acumulándose los factores" que han impedido que muchos estudiantes puedan continuar cursando sus carreras. "El boleto, cuyas restricciones (al pase libre) se levantaron a base de movilización, se levantaron incluso solamente por este año, el año que viene vamos a tener que volver a luchar contra esta disposición provincial", indicó.
Portocarrero es estudiante avanzada de la carrera de historia, y observó que "en las materias más avanzadas de cuarto y quinto año, y desde los primeros años también se están retirando un montón de compañeros porque no tienen para comer". Costear un almuerzo en la universidad "te sale entre 4 mil y 3 mil pesos". Y las becas no alcanzan porque están congeladas "hace más de un año entre 8 mil y 10 mil pesos". Las fotocopias también suman un gasto más y elevado para el presupuesto de la mayoría de estudiantes.
"Se torna recontra restrictivo y restringido poder continuar con tu cursada si las condiciones no están dadas", señaló Portocarrero. La situación es aún más difícil para estudiantes que deben pagar un alquiler, en su mayoría oriundos del interior provincial y también de otras provincias. La desregulación de los alquileres ha puesto en aprietos o en una posición de mayor vulnerabilidad al sector inquilino.
Además, en este contexto, "si bien no se habla de una eliminación ni de la beca Progresar ni de la beca CIN, seguro con la eliminación del fondo fiduciario, estas becas van a sufrir un recorte", consideró Portocarrero.
La estudiante extendió la invitación "a toda la comunidad universitaria, también a la población, a la familia, a los vecinos, a sumarse esto, porque defender la universidad pública es defender un futuro, una formación académica, científica". Contra el discurso presidencial que sostiene que las universidades se oponen a las auditorías, la joven consideró importante decir "que la universidad sí se audita, se audita dos veces cada año, tanto interna como externamente, por un organismo que tiene el Congreso de la Nación".
"Ncesitamos el presupuesto para frenar la deserción estudiantil, para combatir la precarización laboral, no es que queremos el presupuesto al boleo, sino que lo necesitamos para ponerlo a circular para las becas, para el comedor, para ampliar la infraestructura. Entonces, invitamos a todo el mundo a sumarse a las distintas medidas de lucha y sobre todo a la asamblea que vamos a hacer el viernes porque es recontra necesario que esta lucha exceda a la universidad, porque (Milei) viene por todo, viene por los derechos laborales, por las libertades democráticas, entonces lo tenemos que derrotar y eso va a ser posible organizados y en la calle", manifestó.
También en Jujuy el panorama es desalentador. "Nuestros estudiantes también están muy mal, entonces se hace muy complicado. Es muy difícil de medir la deserción todavía pero nos van llegando como a cuenta gotas las historias individuales, de chicos en situaciones de crisis en sus hogares, con crisis depresiva, todo lo vinculado a una crisis económica que golpea muy fuerte, (...) con todos los problemas del colectivo, la luz, que es todo desmesurado. La gente todavía apuesta por tratar de resolver, pero es casi imposible", contó Gresores.
"La cabeza de una resistencia"
Gresores consideró que el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario "es parte de un ataque más masivo a todos los sectores del Estado y sobre todo a los sectores populares" y en este contexto, la universidad se ha convertido "en un emblema".
"El problema no es tanto el veto, sino la ley que efectivamente nosotros con la lucha de los estudiantes, de los docentes y del pueblo entero, logramos imponer. Es una ley bastante original, que no teníamos en otros momentos, que garantizaba un piso mínimo de actualización en una situación de crisis. Por lo tanto, el veto en realidad es más bien producto o una respuesta (del gobierno nacional), como subir la vara, o sea, una respuesta de mayor envergadura a un éxito en la lucha", consideró la profesora.
En este sentido, analizó que el gobierno está jugando una "especie de pulseada, donde tienen que entrarle las cuentas en una planilla Excel, esto del déficit cero, que en realidad es una maniobra contable, porque no hay déficit cero, ha crecido el déficit fiscal, ha crecido la deuda externa de manera espantosa. Lo que pasa es que el problema es ir sacando de los sectores populares" para beneficiar al "sector financiero y algunos sectores monopólicos particularmente concentrados. No hay mucho de novedoso en esta política", señaló.
De esta manera, Gresores evaluó que todo lo que se dice exitoso en el gobierno de Miilei es "una gran construcción" y ante las medidas antipopulares, la universidad "hoy es como la cabeza de una resistencia, una política que es más general, y contra eso (Milei) golpea con dureza y juega al desgaste. O sea, a que nosotros nos cansemos rápido para poder seguir tranquilo con una política violenta, mentirosa y de ajuste, que es lo más tradicional que conocemos".
"La universidad es interesante porque se ha puesto de pie", analizó Gresores. "Una y otra vez a lo largo de la historia, en momentos de crisis, unifica, (a) obreros y estudiantes como en el Cordobazo, o en relación a la resistencia a la política de Menem en los 90, a la marcha federal y las pobladas", o "la caída de (Ricardo) López Murphy que no duró un mes como ministro de Economía de (Fernando) de la Rúa".
"La universidad muchas veces no está a la vanguardia, podríamos decir, y muchas veces sí. En nuestro país muchas veces los estudiantes, pero también los docentes, en algún momento dicen basta y bueno, se convierte en el portavoz de aspiraciones de sectores más amplios", observó Gresores.