El actor y músico Facundo Arana pasó por los estudios de la 750 y charló con Víctor Hugo Morales en La Mañana acerca de su carrera, la obra de teatro que protagoniza y una particular anécdota con el Indio Solari

Uno de los galanes más famosos de la TV argentina, hoy con 52 años Arana transita el mundo del teatro con En el aire, una obra muy particular escrita y dirigida por Manuel González Gil.

En ese sentido, el artista reconoció que cuida su cuerpo constantemente a través del entrenamiento físico, pero no por vanidad sino a efectos prácticos de la obra, ya que es "superfísica", o por sus habituales escaladas a montañas, deporte que practica hace varios años. "En eso el entrenamiento me permite estar a la altura de lo que me pide el teatro arriba del escenario", afirmó.

Sobre En el aire, contó: "Es un programa de radio que hace un señor muy histriónico que va una noche a hacer su programa al escenario de un teatro de pueblo. Durante esa noche, la magia de la radio y la del teatro empiezan a hacer una danza muy maravillosa, en la que todo va a cambiar en la vida de ese hombre, del teatro y de a gente que fue a ver el programa".


"De la función me llevo la más bonita historia de teatro que haya conocido jamás, el honor de haber sido parte de su creación, el aplauso del público. La gente se imagina una cosa y va por el Facundo Arana de la tele, y la obra va por otro lado. El tiempo hace lo que hace cuando uno sigue trabajando, mejorando. Me preocupo por mejorar todos los días, y con mi oficio también", agregó.

"A los 10 años me enloquecí para siempre con el dibujo. A los 13, con el saxo. A los 15, con la actuación. ¿Qué tienen en común? Son todas expresiones del arte. Cuando me quise dar cuenta, pasó el tiempo, al final llego a los 52 y edité dos discos, toqué el saxo por todo el mundo, soy feliz con la música, escribí un libro, un comic, participé en un montón de novelas, en muchas fui protagonista", dijo. 

"Me gustaría saber ocupar el tiempo libre, que lo hago bien, pero en mi oficio es como vivir de vacaciones. Es como ocio relacionarme con gente a la que le gusta lo mismo que a mí, admirar a la gente con la que trabajo.", concluyó.

La anécdota con el Indio Solari

"Me subo a un vuelo que iba a Jujuy para hacer mi obra En el aire. El avión iba lleno de gente que iba a Salta a ver al Indio Solari. Me siento en la parte de adelante y cierran la cortina antes de despegar, cosa que me llamó la atención. Antes de cerrar la puerta, entra el Indio y se sienta en la ventanilla contraria a mí. Me saluda, yo lo saludo. Y la azafata dice que nadie puede ir al baño de detrás de las cortinas. Un hombre no la escuchó, pasó en un momento y no lo detuvieron. Cuando pasó, saludó y vio que estaba el Indio, todo el avión quería saludarlo. Y él, muy amablemente, dijo: De a uno, los voy a atender a todos. Tenemos dos horas de viaje".

"Dicen que el Indio tiene problemas para relacionarse socialmente con mucha gente al mismo tiempo, excepto en el escenario, y yo lo que vi fue que es un amor con todas las personas. Saludó hasta el último", concluyó.