El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, pidió este miércoles "disculpas a la ciudadanía" por el "caso de corrupción" que salpica al exministro José Luis Ábalos, uno de los hombres fuertes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y estrecho colaborador del jefe del Ejecutivo que hoy está apartado del partido.

"Es un caso de corrupción que lamento y pido disculpas a la ciudadanía, actuamos desde el inicio", comentó Sánchez en la sesión de control al gobierno en el pleno del Congreso de los Diputados. Sánchez se refería así al llamado "caso Koldo", como se conoce la investigación por corrupción que salpica a Ábalos, su mano derecha, Koldo García, y al empresario Víctor de Aldama, que supuestamente se habrían beneficiado de su relación con el exministro para hacer negocios.

El presidente del gobierno contrastó la postura adoptada por el PSOE, que expulsó temporalmente de militancia y pidió el escaño al exministro, con la que asegura que tienen otros partidos como el derechista Partido Popular (PP), líder de la oposición, y el ultraderechista Vox frente a casos similares. "Ellos tapan la corrupción y alzan a la presidencia a aquellos que tapan la corrupción", señaló Sánchez en alusión al PP.

"Márchese ya"

Durante la sesión el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusó a Sánchez de ser el "señor uno" de la presunta trama corrupta del caso Koldo y le exigió: "Márchese ya". "Lo sabía todo desde hace más de tres años y lo tapó, su agonía legislativa le va a parecer una broma al lado de su agonía judicial, así que se lo digo tranquilamente: señor uno, las instituciones del Estado no pueden estar al servicio de su defensa judicial, son de los españoles. Márchese ya", exclamó Feijóo.

"No todos los partidos somos iguales ni todos somos iguales, en el PSOE quien la hace la paga y en el suyo cuando se denuncia un caso de corrupción se tapa", le respondió Sánchez. El debate coincidió con la condena a 10 años de cárcel por corrupción dictada contra Eduardo Zaplana, exdirigente del PP y expresidente de la región de Valencia, tras uno de los mayores escándalos que salpica al Partido Popular.

El presidente del gobierno avisó que "quedan mil días de legislatura" y le recriminó al PP que actúe "como si quedaran 10 días de legislatura". "¿Qué pasa? ¿Que le están diciendo que su tiempo se acaba? Porque si no, no se explica esta oposición estéril para el interés general de los ciudadanos, y esta oposición hiperbólica e hiperventilada que usted practica desde que dirige el PP", dijo Sánchez a Feijóo.

Este cruce de reproches se produjo en el Congreso, en una tensa sesión de control con acusaciones mutuas de los dirigentes de PSOE y el PP. "Yo no sé qué han desayunado hoy, pero pido un poco de silencio", demandó la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, en un tramo de la sesión.