El juez federal Ariel Lijo citó ayer a indagatoria al banquero Jorge Brito, al financista Raúl Moneta –declarado inimputable en otra causa por su estado de salud–, al ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, y al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Las indagatorias tienen que ver con la declaración como arrepentido de Alejandro Vandenbroele a partir de la cual Lijo insiste en que todos colaboraron con Amado Boudou para quedarse con el 70 por ciento de la imprenta Ciccone Calcográfica. El ex vicepresidente siempre afirmó que él no se quedó con nada sino que Moneta, Vandenbroele y parte de la familia Ciccone fueron los que se quedaron con la imprenta, mientras que Brito aportó dinero para la operación. En paralelo, Insfrán y otros dos funcionarios fueron citados también a indagatoria porque la empresa The Old Fund, que Lijo le atribuye a Boudou, se quedó con un beneficio impropio de siete millones de pesos en la reestructuración de la deuda de Formosa cuando Boudou era ministro de Economía. También en este expediente, Boudou niega toda relación con The Old Fund e insiste en que Vandenbroele no sólo no es su testaferro sino que no lo ha visto nunca ni habló nunca con él.
Ayer, Boudou se presentó ante la Sala I de la Cámara Federal y junto con su abogado, Eduardo Durañona, reclamaron la excarcelación. “Es una causa que tiene cinco años y siempre estuve a derecho. No se puede alegar que tengo poder para interferir en la investigación, cuando durante gran parte del proceso fui vicepresidente, un puesto de poder, y nunca obstaculicé la causa”, dijo Boudou. “El juez Lijo detuvo al ex vicepresidente para tapar el escándalo que sabía que se iba a desatar porque le encontraron una cifra millonaria a su hermano en un paraíso fiscal”, alegó la defensa de Boudou al pedir el apartamiento del magistrado.
La declaración como arrepentido de Vandenbroele produjo los movimientos de ayer, aunque en los tramos que se filtraron no aparecen grandes novedades, porque buena parte de los elementos ya estaban en el expediente. El punto clave está en The Old Fund. Vandenbroele fue siempre el CEO, pero Lijo sostiene que el abogado fue sólo “un prestanombre” del ex vicepresidente.
Boudou, por su parte, sostiene que él no se quedó con Ciccone a través de The Old Fund, sino que esa empresa fue armada por Vandenbroele con parte de la familia Ciccone, con la participación de Moneta y el financiamiento de Brito. Por los trascendidos sobre la declaración como arrepentido de Vandenbroele hay algunos elementos que, como mínimo llaman la atención:
- Vandenbroele admitió que Brito le pagaba un sueldo.
- También dijo que Brito le solventaba el costo de los abogados.
- Tras el rescate de Ciccone, el CEO de la calcográfica pasó a ser Máximo Lanusse, un hombre proveniente del Banco Macro, el banco de Brito.
- Los fondos con los que se hicieron los primeros aportes para las operaciones de la imprenta provinieron de sociedades propiedad de Moneta.
Boudou niega que Vandenbroele sea su testaferro de Boudou y no está claro lo que declaró Vandenbroele. Algunos sostienen que reafirmó que nunca se vio personalmente con Boudou, pero que todo se hizo a través de Nuñez Carmona, mientras que otros trascendidos señalan que sí tuvo algún encuentro con el ex vicepresidente.
En cuanto a Echegaray, el juez resolvió ampliarle la indagatoria alegando que también colaboró con la maniobra destinada a que Boudou se apropiara del 70 por ciento de las acciones de Ciccone. Echegaray aduce que no hizo nada extraordinario: le otorgó inicialmente un plan de pagos a Ciccone para evitar la quiebra, pero luego ni siquiera ese plan de pagos se concretó.
En este aspecto, Boudou señala que el no tiene responsabilidad en todo el caso Ciccone porque la quiebra de la imprenta se levantó gracias a una acción correcta de la AFIP, en la que él no tenía poder; y luego el rescate seguía con el contrato de impresión de billetes a pedido de la Casa de la Moneda y el Banco Central, dos organismos en los cuales tampoco tenía firma ni poder.
El juicio por el caso Ciccone ya se está desarrollando en Comodoro Py pero hay expedientes residuales. Uno, sobre el papel de Echegaray y otro sobre el presunto enriquecimiento ilícito de Boudou. Es en estas dos causas en las que supuestamente tiene valor la declaración de Vandenbroele, porque en el expediente principal ya se cerró la investigación. Sin embargo, los dichos del CEO de The Old Fund influirán también en el juicio.
En su segundo escrito de ayer, Lijo se concentró en la reestructuración de la deuda de la provincia de Formosa. El magistrado también acusa a Boudou y al gobernador Insfrán, porque The Old Fund se quedó con honorarios por consultoría de siete millones de pesos. Boudou alega que cuando él llegó al Ministerio de Economía, la reestructuración estaba terminada y que él no tuvo relación alguna con The Old Fund. Lijo, en cambio, dice que hubo una adenda que permitió una ganancia impropia para The Old Fund.