Israel anunció este jueves la muerte del líder de Hamas y cerebro de los ataques del 7 de octubre, Yahya Sinwar, el hombre más buscado en la ofensiva israelí dentro de la Franja de la Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que "el mal sufrió un duro golpe", pero que "la guerra aún no terminó". De 61 años y jefe desde 2017 del movimiento islamista palestino en Gaza, Sinwar fue nombrado jefe político de Hamas a principios de agosto, tras la muerte de Ismail Haniyeh, asesinado en Teherán el 31 de julio en un atentado atribuido a Israel. Sinwar, cuyo nombre figuraba en la lista estadounidense de "terroristas internacionales", fue objeto de varias intentos de asesinato. Hamas, en el poder en Gaza, aún no confirmó la muerte de su líder.
"El inicio del día después de Hamas"
Pocas horas después de que el Ejército informara que habían "matado a tres terroristas de Hamas" y había claros indicios de que uno de ellos podría ser Sinwar, el primer ministro israelí dijo victorioso: "Hamas ya no gobernará Gaza. Es el inicio del día después de Hamas". Netanyahu advirtió, sin embargo, que la guerra en la Franja, que acumula más de 42.400 muertos palestinos, todavía no terminó "con muchos desafíos por delante".
"Hago un llamamiento a todos los que sostienen nuestra bandera. A quien levante la mano le permitiremos salir y vivir. Y en la misma medida digo que, a quien hiera nuestra bandera, su sangre correrá sobre su cabeza y le haremos rendir cuentas", expresó Netanyahu, deslizando así un posible acuerdo con garantías para los palestinos y miembros de Hamas colaboracionistas.
El Ejército y el Shin Bet, la agencia de seguridad interior, informaron que el líder de Hamas murió el miércoles en una operación militar en el sur del enclave, en el área de Rafah, fronteriza con Egipto, tras conseguir información de inteligencia que apuntaba a la ubicación en la zona de "miembros de alto rango de Hamas". "Yahya Sinwar fue eliminado después de esconderse durante un año detrás de la población civil de Gaza, tanto en la superficie como bajo tierra, en los túneles de Hamas", indicó un comunicado castrense, que apuntó que la intensa actividad militar en la zona "restringió su movimiento operativo" y cercó al objetivo.
La policía señaló que el análisis de ADN, de huella dactilar y de dentadura (datos perfectamente registrados en Israel ya que pasó 23 años en sus prisiones), confirmaron en todos los casos "la identificación definitiva" de Sinwar. El ejército israelí difundió el jueves un video corto filmado por un dron que muestra a un hombre herido, a quien presenta como el jefe de Hamas, justo antes de ser eliminado en un operativo militar en Gaza.
El anuncio de su muerte se produce semanas después de que Israel asesinara al líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, en un bombardeo en el Líbano, donde el ejército israelí lanzó el 23 de septiembre una ofensiva aérea que fue reforzada por operaciones terrestres una semana después. En los últimos meses fueron asesinados otros comandantes de Hezbolá, una formación apoyada por Irán.
Israel dijo hace meses que había matado a Mohammed Deif, el jefe militar de Hamas, aunque el movimiento islamista palestino no lo confirmó. Deif fue acusado de planificar, junto con Sinwar, el ataque del 7 de octubre. Con Hamas enormemente debilitado más de un año después del inicio de la guerra de Gaza, la muerte de Sinwar podría suponer un golpe muy duro para la organización.
Nacido en 1962 en el campo de refugiados de Jan Yunis, sur de la Franja de Gaza, Sinwar fue elegido líder de Hamas en el enclave en 2017 después de forjarse una reputación de enemigo acérrimo de Israel y desde el pasado seis de noviembre era el máximo líder del grupo, al que se unió con 19 años. En 1989 fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas en Israel por planear el secuestro y asesinato de dos soldados israelíes y cuatro palestinos colaboracionistas, pero fue liberado en 2011 como parte del canje de 1.047 presos palestinos por la devolución del soldado israelí Gilad Shalit.
El pedido de los rehenes
Luego de que se confirmara la noticia, ministros y políticos israelíes felicitaron a las fuerzas de seguridad por el éxito de la operación, como el presidente Isaac Herzog, quien pidió además actuar más enérgicamente para lograr el retorno de todos los rehenes. De los 250 secuestrados del 7 de octubre, quedan dentro de la Franja 97 cautivos, de los que 34 están confirmados muertos. Solo 8 fueron rescatados con vida por el Ejército, que recuperó los cadáveres de 37 rehenes, mientras que 105 fueron liberados en noviembre en la última tregua lograda hasta la fecha.
Familiares de los rehenes en Gaza desearon que la muerte de Sinwar sirva para alcanzar un acuerdo por su liberación. "Hacemos un llamamiento al gobierno israelí, a los dirigentes mundiales y a los países mediadores para que transformen el logro militar en uno diplomático mediante la búsqueda de un acuerdo inmediato", detalló el Foro de Familias de Rehenes en un comunicado.
"El hombre que trajo un desastre a la Franja de Gaza, cuyas acciones asesinas sufrimos: el fin de este hombre ha llegado. Este es el momento de salir, liberar a los rehenes, levantar las manos, rendirse", pidió el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en un llamado similar al que hizo Netanyahu, quien ofreció un salvoconducto a los gazatíes que ofrezcan información sobre el paradero de los rehenes.
La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, declaró este jueves que "el mundo es un lugar mejor" tras la muerte del líder de Hamas y remarcó que la guerra en Gaza ya puede terminar. Por su parte el presidente Joe Biden llamó por teléfono al primer ministro israelí para felicitarlo por la muerte de Sinwar, y ambos coincidieron en que esta acción es una oportunidad para liberar a los rehenes en manos del grupo islamista palestino.
El jefe de los Guardianes de la Revolución de Irán, Hossein Salami, advirtió que su país responderá con un ataque "doloroso", en caso de represalia israelí por los misiles lanzados el primero de octubre por Teherán. En una inusual visita a Egipto, el canciller iraní Abbas Araqchi habló con el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi del peligro de un conflicto regional.
Una guerra en varios frentes
Las fuerzas israelíes realizan desde hace una semana bombardeos y operaciones terrestres en el norte de Gaza y en la zona de Jabalia, donde afirman que Hamas intenta reagrupar sus fuerzas. Además de las duras condiciones humanitarias y la devastación del territorio, la guerra impactó drásticamente en la economía. Casi toda la población de Gaza "vive en la pobreza", advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe.
Al menos 22 personas fallecieron y decenas resultaron heridas este jueves, incluidos niños, en el bombardeo israelí de una escuela del campamento de desplazados de Jabalia, según fuentes médicas citadas y el gobierno de Hamas. La escuela atacada es el centro de educación Primaria Abu Husein y, según la agencia de noticias palestina Wafa, varias tiendas de campaña en el patio que albergaban a personas desplazadas ardieron como resultado de los bombardeos.
La confirmación de la muerte de Sinwar se produce en un contexto explosivo en Medio Oriente, donde Israel tiene varios frentes abiertos desde los ataques letales de Hamas el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.206 personas en territorio israelí, en su mayoría civiles, y capturaron a 251 rehenes. Al menos 42.438 palestinos murieron, en su mayoría civiles, en la ofensiva de represalia israelí en Gaza, según datos del ministerio de Salud del territorio, respaldados por la ONU.
Tras esos ataques Netanyahu prometió aplastar a Hamas y traer de vuelta a casa a los rehenes. Desde entonces Israel amplió el alcance de sus operaciones al Líbano, donde Hezbolá abrió un frente en su contra con ataques que obligaron a decenas de miles de israelíes a huir de sus hogares. Este jueves el ejército israelí bombardeó la ciudad costera de Tiro, después de que Israel emitiera un llamado a evacuar la zona. Poco antes bombardeó la ciudad siria de Latakia, en un ataque que buscaba destruir un objetivo de Hezbolá.