El legislador porteño Yamil Santoro protagonizó un curioso momento en la Legislatura porteña. En la sesión de este jueves, el edil de Republicanos Unidos -un partido tan del PRO como La Libertad Avanza- propuso una moción de privilegio que no solamente no fue aprobada, sino que además no recibió votos. O sea, ni siquiera la votó él.

Como la moción no había pasado por ninguna comisión, para ser aprobada precisaba los dos tercios de los legisladores presentes. Se votó a mano alzada. Nadie levantó la mano.

Acto seguido, el presidente del cuerpo, Matías López, pasó a otra cuestión. Santoro lo interrumpió. "Hay que votar la cuestión de privilegio", se quejó.

"No alcanzó, nadie levantó la mano, ni vos", respondió López entre las risas de los presentes. Un momento risueño que demostró que Santoro no conoce el reglamento, al punto tal de desentenderse de lo que propone.