Bahía Blanca está otra vez en boca de todos, pero a diferencia del tornado de diciembre o la perjuidical decisión nacional de trasladar la planta de GNL al sur del país, esta vez lo hizo por una noticia positiva para el distrito, la provincia y el país. El Grupo Bahía Energía, mediante su empresa Biosanfe, instalará un complejo industrial de producción de biocombustibles hechos a partir de maíz, y el municipio del sur bonaerense contará con la primera planta de bioetanol de toda la provincia de Buenos Aires, que a su vez será la primera de combustible sustentable de aviación en todo el país.

El intendente local, Federico Susbielles, celebró la decisión de la empresa que con una inversión superior a los 500 millones de dólares, ya está construyendo la planta que generó 600 puestos de trabajo para su armado, y que generará 180 empleos calificados cuando esté en pleno funcionamiento.

Juan Manuel Ritacco es CEO del Grupo Bahía Energía, y en diálogo con BuenosAires/12, asegura que eligieron Bahía Blanca porque "la zona tiene características muy importantes para este proyecto, y desde la logística y el abastecimiento es una gran solución". Esto se debe a que, en primer lugar, existe una disponibilidad de maíz y una logística ya armada para llevarlo hasta el puerto, lo cual se torna fundamental, porque cuando funcione a pleno, la planta "consumirá 750 mil toneladas de maíz al año", según Ritacco.

Bahía Blanca, además, tiene demanda doméstica. El CEO señala a este diario que existen terminales de combustibles de dos de las principales petroleras de Argentina operando allí, por lo que hay clientes que comprarán el etanol, y el municipio tiene una posta de inflamables preparada para poder recibir y exportar. "Planificamos hacer subproductos que tienen destino de industria petroquímica, por lo que la localía funcionará en un plano de 360 grados", sostiene el miembro del Grupo Bahía Energía.

La producción

Bahía Energía tiene su casa central en el distrito bahiense, pero cuenta con un equipo de más de 2 mil colaboradores en más de diez ciudades de Argentina, Holanda, España, Brasil e Italia. Tienen ocho plantas de biodiesel en Argentina, tres en Europa, y están construyendo en Brasil una similar a la de Bahía Blanca

La empresa desarrolla productos sustentables y de alto valor agregado, y sus principales unidades de negocios son el agro, los alimentos, la energía y los servicios, desde donde producen una amplia gama de productos agrícolas, ganaderos, harinas, alimentos balanceados, panificados, pesca, obras de tratamiento de agua y efluentes, biocombustibles, derivados y refinados, entre otros.

En el caso de Bahía Blanca, la firma producirá etanol, bioetanol, combustible sostenible de aviación (SAF) y granos secos de destilería con solubles (DDGS), un producto derivado del etanol que se utiliza como alimento para animales.

Ritacco explicó que en el complejo agroindustrial, que ya se encuentra en obra y que está ubicado en el km 676 de la Ruta Nacional N°3, producirán 150 mil metros cúbicos de etanol destinado al consumo interno en una primera etapa, y otro módulo de 150 mil toneladas para producir combustible sustentable de aviación en la segunda. Una vez completadas esas etapas, la planta producirá más de 300 mil metros cúbicos de etanol y más de 200 mil toneladas de proteína para alimentación animal. Al ser consultado por BuenosAires/12, Ritacco detalla el proceso.

Cómo se hacer

Primero es turno de la molienda, donde el maíz se muele hasta convertirlo en un polvo fino. Luego viene la fermentación, cuando se le agrega levadura para que fermenten los azúcares, y así obtener las dos ramas que desembocarán en el resto: el líquido, que es el etanol, y el gas, que es el dióxido de carbono. 

En la nueva planta bahiense, la mayor cantidad de masa se convertirá en el líquido etanol, que es, básicamente, alcohol etílico. Este luego se destila para las diferentes calidades de gasolina, llegando hasta uno de los subproductos que es la gasolina de aviación, que hasta ahora no se produce en ningún lugar del país.

Por otra parte, Bahía Energía convertirá el gas que libera el maíz fermentado en bioetanol, que es un combustible de altísimo poder energético. El bioetanol es alcohol etílico pero de alta pureza, y es una energía renovable que contribuye a la disminución de la contaminación ambiental y el calentamiento global.

Y a su vez, la parte sólida que queda en el fondo, que es la proteína pura y que tiene un alto poder calórico y proteico, será otros de los subproductos de la producción de etanol, que convertirán en alimento para animales. Este se secará y se comercializará tanto al mercado local, como al de exportación. "Son varios productos, y hacia adelante se pueden seguir sumando, ya que se puede hacer hasta polietileno verde, plástico verde y demás. Al final del día es un hidrocarburo, por lo que prácticamente todo lo que podés hacer con petróleo, se puede hacer con esta cadena", añade Ritacco.

Rentabilidad y valor agregado

Al realizar el anuncio, el intendente Susbielles agradeció y felicitó a la empresa bahiense porque esta producción "tiene altísima rentabilidad y muchísimo valor agregado". El alcalde dijo que "es el tipo de exportaciones que Argentina necesita", y sonrió al mencionar que se trata de "una inversión que apuesta por la sostenibilidad, la sustentabilidad, y que potenciará lo que Bahía Blanca tiene".

Al ser consultado por ello, el CEO del Grupo Bahía Energía señala a este diario que el etanol es el producto que en mayor cantidad producirán porque "hay un mercado doméstico que, al tener productos de exportación y de altísimo valor agregado que tienen una altísima demanda a nivel mundial, generan rentabilidades distintas". 

En Argentina, el etanol se destina al corte obligatorio de combustibles, y cuando alguien carga gasolina en cualquier punto del país, el 12,5 por ciento está mezclada con ese producto. Ritacco señala que existe "una ventaja competitiva por entrar temprano al mercado que durará unos quince años", lo que generará "muchísimo valor agregado durante ese lapso de tiempo".

El CEO de Bahía Energía asegura que ya tienen hecho el cálculo de cuántos millones de dólares generará la planta durante su pleno funcionamiento, pero prefiere reservar la cifra. De todos modos, asegura que "tendrá un impacto en la economía que irá mucho más allá de la facturación que pueda tener la compañía". Esto se debe a que tendrá muchísima generación de empleos calificados, y además, la planta producirá lo que el especialista define como un "ecosistema" a su alrededor, porque aparecerán un montón de plantas que consumirán los productos que comercializarán, otras plantas que ellos mismos construirán para integrar a la cadena, un modelo logístico de miles de camiones por día, y una "muy posible" reactivación de línea de ferrocarril, para maximizar y hacer más eficiente la logística. "Es una industria nueva que generará valor agregado genuino porque no reemplazará nada que hoy exista", agrega Ritacco.

Él es de Bahía Blanca, es técnico electricista e ingeniero industrial de la Universidad Nacional del Sur (UNS). Trabajó 18 años en diferentes compañías de distintos países de la industria petrolera, regresó a Bahía Blanca años atrás y se desempeña en el Grupo Bahía Energía desde hace cuatro años. Ritacco explica a este diario que, al ser una industria nueva, esta requiere la formación profesional, con la creación de carreras y de personal específico, pero también una logística que moverá camiones, ferrocarriles, y otras industrias que tomarán la materia prima para desarrollar sus productos.

"Esto se seguirá integrando hasta que llegue a ser como el polo petroquímico bahiense, que generó que un montón de empresas operaran a su alrededor, lo convirtió en el quinto polo petroquímico de América latina, eso es lo que estamos buscando acá", explica el CEO, que ante la pregunta de qué carreras deberían desarrollarse, añade: "En el área de operaciones, todas las carreras técnicas y de ingeniería serían fundamentales a incrementar, pero también está la parte de investigaciones y desarrollo de productos nuevos, por lo que ingeniería química y bioquímica tendrán su rol fundamental. Son muchas las especializaciones a desarrollar".

Presente y futuro

Ritacco subraya que los biocombustibles son "relativamente nuevos" en el mundo, y que compiten con el petróleo porque "no hay nada más económico que quemar petróleo para hacer energía". "El mundo está discutiendo sobre esto y a medida que pasa el tiempo tiene distintas definiciones, mientras que Argentina tiene una legislación que promueve la utilización de biocombustibles, obligando a las petroleras a cortar el combustible diesel con biodiesel, y la gasolina con etanol", destaca el especialista.

Lo que él señala ocurre en todo el mundo, pero en diferentes niveles. En Argentina se utiliza un 7,5 por ciento en diesel, y un 12,5 en gasolina, "pero a nivel mundial la discusión ronda en torno al 25, 30 o 40 por ciento, mientras que en la industria de la aviación la utilización de combustible sustentable es del 100", según Ritacco, que posa su mirada hacia el futuro y sentencia: "Argentina tiene un gran potencial porque los combustibles van a convivir todos, pero es muy probable que la nueva demanda de combustibles no surja del petróleo, porque el mundo tomó esa decisión y buscará las alternativas más amigables con el medioambiente".