La primera vez que leí el Cruck Up, de Fitzgerald, sellé mi vínculo con él, el de los amores para siempre, por una frase, o mejor dicho, por la comprensión y transmisión –la comunicación – de una idea. Esta: “La prueba de una inteligencia de primera clase es la capacidad de retener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiempo, y seguir conservando la capacidad de funcionar. Uno debería, por ejemplo, ser