El presidente de la nación es un personaje que despertó hace años atención en el país y fuera de las fronteras. En sus apariciones mediáticas, comenzó a caracterizarse por la violencia de sus expresiones. Así, en 2018, una agresión en Salta a una periodista durante una conferencia, le valió una causa judicial con medidas de restricción perimetral, pericias psicológicas y prohibición de actividad en la ciudad de Metán. Ese episodio marcó el comienzo de un registro ininterrumpido de actos de violencia que por un lado evidencian un alto grado de agresividad de su parte y por el otro la impotencia de una dirigencia política que no tomó nota del riesgo que significaba un individuo público de esas características.
En ese sentido, si bien el despliegue de violencias de parte de Milei se abre en forma de abanico abarcando un amplio espectro social, el de lxs niñxs es tal vez el sector hacia el que concentra mayor virulencia. En sus frecuentes autoreferencias, describe sobre su propia niñez, que los castigos fisicos a los que lo sometía su padre “no eran palizas normales”, aclarando que el hombre medía 1,90 mts. de estatura.
Al respecto, es interesante recordar que Javier Milei atribuye las características de su personalidad y en especial, como señaló en entrevistas televisivas, su falta de miedo respecto de la gente a la que llama pesada, a las golpizas a las que lo sometió su padre. Esa racionalización que cada tanto ensaya, es sólo un burdo intento de justificar la maldad con la que se desenvuelve cada día, en especial hacia los sectores más vulnerables de la sociedad. De hecho, la mayoría de los seres humanos que han padecido violencia en su infancia, en su adultez evitan reproducirla en el prójimo. Es precisamente por esas experiencias horribles que han tenido, que desarrollan una gran capacidad de empatía y búsqueda de protección para los más débiles.
Javier Milei es exactamente lo contrario. Desde el primer día de su gobierno ha tomado medidas para hacer el mayor daño posible a mujeres y disidencias, a los adultos mayores, a las personas con discapacidad y con especial crueldad ha actuado respecto de lxs niñxs.
Es ilustrativo recordar una de las escenas más escabrosas de nuestra historia legislativa producida el 24 de noviembre de 2022 cuando el hoy presidente votó, siendo diputado nacional, en contra de la detección temprana de cardiopatías congénitas. Se trata de una de las causas más frecuentes de mortalidad neonatal.
Preguntado en entrevista televisiva sobre la razón de semejante decisión, dio la siguiente razón: “Porque implicaba más presencia del Estado interfiriendo en la vida de los individuos y además, implicaba más gasto” (SIC).
La venta de niños
Durante la campaña presidencial 2023, quien es hoy su ministra de seguridad, Patricia Bullrich recordó que Milei propiciaba un mercado libre de niños. Efectivamente, en entrevistas públicas, Javier Milei propuso que las adopciones sean un “mercado libre y no un mercado regulado por el Estado” (SIC).
El modelo de semejante aberración lo toma el presidente de uno de sus mayores inspiradores quien además le dio nombre a un perro que engalana el bastón presidencial, Murray Rothbard. Ese trastornado autor, afirmaba en un libro que “Los padres deberían tener el derecho legal de no alimentar a sus hijos, es decir, dejarlos morir […]” (SIC).
Respecto del tema y preguntado en 2022 específicamente sobre si estaba de acuerdo con la venta de niños, respondió: “Es una discusión filosófica, digamos, o sea, ni siquiera sé cuánto estamos preparados para esa discusión filosófica” (SIC). Azorado, el entrevistador le preguntó si la respuesta no debería ser categóricamente no, Milei respondió: “depende…”
Los niños apropiados
Como es sabido, la dictadura genocida de los años setenta, entre las brutales violaciones a los Derechos Humanos, se apropió de centenares de bebés hijos de desaparecidos así como nacidos en cautiverio en campos de concentración.
Debido a eso, ya en democracia, en 1992, se creó en nuestro país la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) que busca a lxs niñxs robados durante la dictadura. En 2004, Néstor Kirchner firmó un decreto (D 715), a través del cual se fundó una Unidad Especial de Investigación (UEI) dentro de la Conadi y se la facultó a acceder a todos los archivos en poder del Estado para encontrar a los bebés apropiados.
Milei, ya presidente y como parte de su política de violación sistemática de DDHH, dictó el Decreto 727 del 13 de agosto de 2024 que señala: “articulo 1°.- Derógase el Decreto N° 715 del 9 de junio de 2004… Fdo. MILEI - Mariano Cúneo Libarona” (SIC).
Esa reciente decisión exterioriza en un nuevo acto el resentimiento y odio del presidente de la nación hacia niñas y niños así como su identificación con crímenes atroces de la dictadura como el robo de bebés.
Los niños de la bolsa
Finalmente, y en esa línea de decisiones criminales, el gobierno nacional dictó la Resolución General 1023/2024, publicada en el Boletín Oficial el 7 de octubre pasado. Mediante la misma, desde ese día, los niños a partir de los 13 años de edad, pueden acceder al mercado de capitales e invertir en la Bolsa de Valores.
Es decir, las niñas y niños que no pueden manejar un vehículo, tener tarjetas de crédito, votar, celebrar contratos de ningún tipo y tienen prohibido trabajar, pueden operar en el mercado de capitales. Así, como dispone el art. 30 de la Resolución: “Los menores de edad adolescentes titulares de subcuentas comitentes sólo podrán realizar operaciones: a) de contado, incluyendo valores negociables de renta fija y renta variable, y b) a plazo, pudiendo realizar –únicamente- de caución colocadora”.
Si no se conociera la personalidad del presidente de la nación, sería muy difícil pensar que la resolución es real y no producto de una mala broma. Releída la norma publicada y aceptado que no se trata de ficción, se impone desenmascarar la verdadera razón por la que a un niño por completo inimputable en nuestro derecho, se lo faculta para invertir en el mercado de valores. La respuesta es que se trata precisamente de la antesala de la futura baja de edad de imputabilidad de esos niños y niñas que el gobierno está impulsando. Mientras tanto, se abre la puerta al lavado de dinero a través de niñxs hoy inimputables. Poco importa que se trate de personas que aún no han completado su desarrollo psicoemocional ni los riesgos que suponen para su integridad habilitarlos al juego bursátil. Menos aún que con la resolución se violen todas las normas superiores que rigen en nuestro país respecto de la niñez.
Lo sintetizado explica que la Argentina se encuentre en la mira del mundo pero no por la admiración que el presidente Javier Milei delira que le tienen. Es lo contrario. Es por la preocupación que despierta un régimen que toma medidas que remiten a los peores momentos de la historia de la humanidad.
Quien considera que un bebé con cardiopatía es más gasto para el Estado y no descarta la venta de niños ni su utilización en el mercado, representa una alarma que es necesario evaluar y se debe hacer lo antes posible.
Después, siempre es tarde.