Del discurso pasaron a la acción. “Es ilegal tomar la UNQ. Vamos a atacar”, decía la amenaza que le envió el libertario Julián Rodriguez a la casilla de mensajes de Instagram de uno de los estudiantes que decidieron la toma de esa facultad la noche del lunes. Rodríguez, que tras el ataque borró todas sus cuentas en las redes sociales, fue uno de los miembros de la patota que se organizó para romper deliberadamente la asamblea estudiantil. En septiembre, había estado en una de las gradas de la Cámara de Diputados arengando al presidente Javier Milei durante la presentación del presupuesto 2025. Junto a él, Federico Rodríguez y Marcos Urquizados referentes de la juventud de LLA de QuilmesNahuel Sotelo.fue el encargado de irrumpir en la asamblea para desarticularla.la posterior agresión con gas pimientaTomás Fernando Nierenberger un provocador nato que ya se había cruzado por mero deporte con trabajadores despedidos de Télam y del Inadi podría incluir una denuncia penal.