La distancia entre el monte y el desmonte es de tan sólo un paso. De un lado, algarrobos y quebrachos; del otro, la planicie. Son cercos que marcan los límites. Y monte adentro, familias campesinas resisten en sus territorios el avance de la frontera agrícola sobre el bosque nativo de Santiago del Estero. Son voces de fuego, monte incendiado, topadoras y agrotóxicos, pero también de otras formas de organizar la producción, cuidar la tierra y defender la vida en comunidad.
La lucha de los pequeños campesinos en Santiago del Estero
Crónicas del desmonte campo adentro
Llevan generaciones cultivando con las manos y haciendo pastorear sus vacas en bosques que van desapareciendo por la agroindustria. La amenaza perenne del desalojo
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