Antes de que venciera el plazo para el cierre de listas en la competencia por la conducción del Partido Justicialista, el gobernador Axel Kicillof posteó un largo documento en el que llamó al diálogo interno dentro del Partido Justicialista y formuló una advertencia: textualmente, que "la derecha empieza a aprovecharse de nuestros debates internos".

El corazón del documento es una puntualización de cuatro elementos, que aquí se transcriben tal cual fueron emitidos:

1. "Desde que se apartó a Alberto, repetí en público y en privado que no me interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente."

2. "Por razones que me son ajenas, hoy en el Partido Justicialista están a punto de quedar dos listas. La que encabeza el gobernador Quintela, quien anunció su postulación hace tres meses, y la lista que encabeza Cristina, cuya candidatura dio a conocer diez días atrás a través de un documento donde plantea que en el peronismo no sobra nadie. Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna. Ambos proponen dos puntos centrales: nítida oposición a Milei y convocatoria a la unidad."

3. "Al mismo tiempo, veo con preocupación que la derecha empieza a aprovecharse de nuestros debates internos."

4. "A horas del cierre, vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!".

Aunque con otro tono, porque se trataba de un acto, Kicillof había transmitido el mismo espíritu de este texto en el homenaje al 17 de octubre de 1945, un encuentro multitudinario celebrado el jueves en Berisso, desde donde salieron varias columnas desde el Sur hacia Plaza Mayo en reclamo de la libertad de Juan Domingo Perón. Una de ellas, según recordó el propio gobernador, fue encabezada por María Roldán, delegada del frigorífico Swift. Su retrato es uno de los cuelgan en la casa de gobierno bonaerense luego de la provocación de Karina Milei, cuando el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, liquidó el Salón de las Mujeres en la Casa Rosada.

"Argentina atraviesa una situación muy grave", dice el documento posteado, que lleva el título de "Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad".

"Nuestro pueblo está siendo agredido por un Gobierno Nacional desertor que ataca a la Universidad Pública, destruye los derechos, favorece el saqueo de nuestros recursos, fomenta el odio y reprime salvajemente a los que protestan", explica. 

Y luego se pregunta: "Ahora bien, ¿cómo llegamos hasta acá?". Respuesta de Kicillof: "Milei no ganó por accidente; es presidente luego de que el peronismo hiciera un gobierno nacional que no cumplió con las expectativas. No solo sufrimos una dura derrota a nivel nacional sino también en muchas provincias. Evidentemente algo no anda bien."

Al volver sobre su idea del escudo, que suele describir con centro en el peronismo y a la vez en la provincia de Buenos Aires, donde Milei no ganó ni siquiera en el balotaje presidencial, porque salió segundo tras Sergio Massa, dice Kicillof que "en este contexto, mi principal responsabilidad es proteger a los bonaerenses del ajuste y de los ataques y, en lo que pueda, también al país, construyendo lazos de solidaridad con el resto de los gobernadores de todos los partidos". Es una referencia a una política ya desplegada, que incluyó un acuerdo de colaboración mediante la entrega de patrulleros y una visita al santafesino Maximilano Pullaro, ambulancias y una reunión con el chubutense Ignacio "Nacho" Torres, conversaciones frecuentes con el cordobés Martín Llaryora (y en un momento el préstamo de helicópteros para combatir los incendios) y un documento conjunto de todos los gobernadores en el marco del Consejo Federal de Inversiones para reclamar contra el parate de la obra pública dispuesto por el Gobierno nacional.

Dice el texto de Kicillof que "pese a los errores cometidos, el peronismo es la principal fuerza política de la oposición, y la fuerza que deberá liderar una alternativa amplia y democrática al nefasto proyecto que encabezan Milei y Macri".

En cuanto a la confrontación dentro del PJ, sostiene que "tal vez de manera inoportuna, en un momento donde no deberíamos distraer demasiada energía en internas partidarias, irrumpió una discusión de cara a la presidencia del Partido Justicialista".

Sobre Ricardo Quintela, el gobernador riojano que acompañó a Kicillof junto a la catamarqueña Lucía Corpacci en un acto en San Vicente, dice el gobernador bonaerense que "no es mi candidato". Si esa frase se une a otra pronunciada en Berisso ("no cuenten conmigo para la división") está claro que la referencia no es ni una descalificación ni una promoción de otra candidatura a la presidencia del PJ. Kicillof describe a Quintela como "un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas". Agrega que no es un dirigente al que él sube o baja, "pero sobre todo es un gran error atacarlo". 

Y aquí viene uno de los nudos políticos del documento: "La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados. Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos". Agrega Kicillof: "Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición. Después del fallido proceso del FdT, hay que reinventar una alternativa aprendiendo de lo que falló". 

"El respeto y el acompañamiento a los pocos gobernadores que pudimos revalidar nuestras gestiones y que damos la batalla contra el plan destructivo de Milei es una pieza indispensable en ese camino", dice Kicillof. "De lo contrario: ¿qué tipo de unidad podría darse en el PJ? La verdad es que no quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento". 

Insiste el documento en que la única pelea es contra Milei, para la cual necesita "el pleno acompañamiento del peronismo de mi provincia". Explicación de lo anterior: "Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco". Sigue así: "Sinceramente, me cuesta entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial". En una alusión que no abarca sólo a La Cámpora pero sin duda incluye a Nicolás Kreplak, Juan Martín Mena, Florencia Saintout y Daniela Vilar, dice Kicillof que "sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando". Y luego hay un pedido: "Por favor, encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías y conductas que nos trajeron hasta acá"

"Que nadie espere de mí que libre una guerra interna", dice el posteo en redes. "La historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco. Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento. Con los dirigentes que se oponen, con la CGT y las dos CTA, con los movimientos sociales, con todas las agrupaciones, con todos los gobernadores e intendentes, con toda la militancia; con nuestras diferencias pero sobre todo con nuestro compartido amor por la patria, espero que el Partido Justicialista dedique toda su energía a fortalecer el escudo y la alternativa que tanto necesita nuestro pueblo."