El senador nacional del PRO Luis Juez consiguió un privilegio judicial para su sobrino, que fue beneficiado con la suspensión del juicio a prueba en una causa en la que estaba imputado por tenencia de éxtasis. El periodista Tomás Méndez presentó anoche en su programa Telenueve Denuncia un informe sobre el caso que involucra a Lucas Martín Juez, hijo del legislador provincial Daniel Juez. Mediante la aplicación arbitraria de un recurso judicial, el senador logró que suspendieran el juicio en contra de su familar a cambio de una suma insignificante de dinero y de 60 horas de trabajo comunitario.
El 31 de octubre de 2020, Lucas Martín Juez fue detenido por un control policial en la Ruta Provincial 5, a la altura de Villa del Prado, con 40 pastillas de éxtasis, con el agravante de que en ese momento corría el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por la pandemia del Covid-19. Si bien ya tenía registros policiales previos por robar una caja registradora, no fueron considerados como antecedente por ser menor de edad. Al día siguiente de su detención y pese a estar incomunicado, su tío Luis Juez ingresó en la cárcel de Bouwer como su abogado, a pesar de no haber asumido el cargo.
La causa fue elevada a juicio, pero la fecha de su inicio se pospuso y llegó recién para 2024. Sin embargo, pertenecer a una familia del poder político tiene sus beneficios. Al acusado le dieron la posibilidad de acogerse a la figura de “suspensión de juicio a prueba” para que no le registren antecedentes penales, y así, eludir una vez más la cárcel. La aplicación de este recurso judicial fue absolutamente arbitraria, ya que es una figura que suele aplicarse únicamente en casos en los que la imputada es una mujer sostén de familia, con hijos a cargo y sin antecedentes penales. No obstante, esto no fue un impedimento para beneficiar al sobrino del senador cordobés. A cambio de evitar su encarcelamiento y de que no le queden registrados antecedentes, Juez ofreció una donación de 400 mil pesos a una ONG de lucha contra las drogas y 60 horas de trabajo de administrativo en un dispensario de la ciudad de Alta Gracia.
Un negocio millonario en la ciudad de Buenos Aires
David Sutton Dabbah es uno de los empresarios más ricos de Argentina, según la revista especializada Forbes. Tiene un patrimonio de más de 400 millones de dólares y es dueño de los principales hoteles de Argentina. Desde noviembre del año pasado, fue beneficiado con un obsequio del entonces jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, quien a 29 días de dejar el poder le transfirió el manejo de tres playas de estacionamiento de la Ciudad.
Los negocios están ubicados en las zonas más rentables del país: el microcentro y los barrios de Recoleta y La Boca. En total, tiene 1200 cocheras para alquilar. En todas las zonas adjudicadas, el precio de la hora de estacionamiento supera los 3200 pesos para vehículos pequeños. Sin embargo, el canon mensual que debe abonar al fisco de la Ciudad es irrisorio. Por la playa de la avenida 9 de Julio (entre Lavalle y Tucumán) la familia Sutton Dabbah paga unos 7,2 millones de pesos. Mientras que en plaza Vicente López, en calle Paraná 1280, paga 7,4 millones. En La Boca abona apenas 2 millones. Es decir, en tan solo 3 horas mensuales de trabajo, la recaudación alcanza para pagar el canon que la Ciudad le cobra a este multimillonario. Un gran negocio para Sutton Dabbah, y una gran estafa para las arcas porteñas.