La Universidad Nacional de Lanús (UNLa) es otra de las casas de estudios superiores que sufre el recorte de financiamiento por parte del Gobierno de Javier Milei. En este contexto, también se sumó al plan de lucha que encabezó el Frente Sindical Universitario la semana pasada, con una toma de la institución que duró el martes y miércoles.

Dulcinea Rosetto es la presidenta Federación Estudiantil de la UNLa y en diálogo con la 750, explicó el plan de lucha coordinado que se está llevando a cabo con la masa crítica de todo el sector universitario.

“El martes realizamos una asamblea masiva que no tuvo precedentes y, en ella, se votó la moción de tomar la universidad con más de 150 votos. Hicimos una toma de martes a miércoles, porque el jueves se venía el paro de compañeros docentes y no docentes, y entendíamos que teníamos que respetar su lucha”, sostuvo la estudiante.

Al respecto de los ataques del mandatario ultraderechista hacia el sector universitario, Rosetto aseguró que el Gobierno hace “una lectura errónea”.

“Quienes transitamos y habitamos las universidades sabemos que no hay nada más lejos que sean los hijos de los ricos (los que estudian allí), sobre todo en las universidades del conurbano. El 80% de los que estudiamos en la UNLa somos la primera generación de universitarios. Es un claro detalle de la movilidad ascendente que genera en nuestra sociedad las universidades públicas. Somos hijos de trabajadores y nosotros somos trabajadores también”, remarcó.

Y agregó: “Es un detalle no menor entendernos como estudiantes, pero también como la masa trabajadora que está atravesando hoy una situación muy crítica, porque los frentes de amenaza son cada vez más grandes. Los frentes de batalla son cada vez más grandes y los que quedamos dentro de la universidad estamos muy lejos de ser hijos de ricos”, sentenció.

Por otra parte, según la presidenta estudiantil, si bien en la UNLa no se han cerrado carreras sí hay un problema con el personal, tras la desfinanciación. “Como los salarios docentes y no docentes se han desfinanciado, los compañeros han tomado otras cátedras u otros trabajos y han dejado la universidad pública, y eso afecta directamente la calidad de nuestra formación”, explicó.

Asimismo, lamentó la “deserción” de los estudiantes por la crisis económica que atraviesa el país y va más allá de la “cuestión universitaria”.

“Hay una deserción muy grande en las universidades que no tiene que ver solamente con la cuestión universitaria en sí, sino que no alcanza para la SUBE, no alcanza para los alimentos entonces se hacen horas extras en el trabajo y eso implica que no se llegue a cursar. Después del día 15 o 20 las aulas están más deshabitadas. Como estudiantes y militantes entendemos que esta es una lucha que nos tiene que encontrar como una comunidad organizada”, cerró.