A través de los dichos de referentes del gobierno de turno vuelve a resonar la noción de “raza” en el marco del día de la diversidad cultural. Es por ello que queremos aclarar algunas nociones que nos parecen importantes.
Primero, aclarar que la diversidad cultural da cuenta del reconocimiento de los más de once pueblos/etnias indígenas que habitan nuestro país desde antes de la llegada de los españoles, es decir, son preexistentes al estado argentino, tal como lo mencionan la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT.
El mencionado reconocimiento tardío, producto de sus luchas y resistencias, no ha implicado una real y completa reivindicación de la identidad y territorio de los pueblos, por lo cual continúa la deuda histórica del Estado Argentino tras el largo y extenso proceso de discriminación y marginación que impregnó en la cultura dominante desde la llamada “conquista”.
Las políticas de exterminio y de cambio cultural forzado, llevadas adelante por las instituciones del Estado argentino tuvieron consecuencias desastrosas para estos pueblos (Gordillo y Hirsch, 2003). Ese avance “civilizatorio” del cual habla el diputado Marra de la LLA, no fue otra cosa que la ocupación de territorios indígenas, el genocidio de pueblos enteros, el arrinconamiento y confinamiento, hasta su persecución y exterminio. Como afirma Machaca (2007), “cuando hubieron de agotarse estos medios, se recurrió al mecanismo de suprimir al indio por medio de la escuela”. A saber, nunca se trató una política de inclusión a los pueblos originarios sino de su sometimiento.
Las políticas de exterminio estuvieron sustentadas y justificadas por la idea de raza (aporte de Aníbal Quijano) como un instrumento eficaz de dominación social. En este sentido, la raza es un criterio básico de clasificación social universal de la población del mundo, según la cual se construyen identidades sociales y geoculturales. Un criterio sobre el cual se fundó el eurocentramiento y se trazaron diferencias y distancias específicas en la configuración de poder. La raza es una manera y un resultado de la dominación colonial.
Después de tanto andar bajo las estrellas, después de haber comprendido la abstracción plena, después del entendimiento de estar conformados por moléculas estelares que vagaron por milenios en la galaxia que vemos, en estos tiempos aún nos quieren reducir hablando de razas. Esa humanidad fluctúa en su nivel de inconsciencia, acogiéndose a tan primitivo pensar y se permite hablar de razas y no de diversidad. Pero para recordarles nuestra historia aún estamos los originarios, parte de esta tierra, con las raíces bien firmes sin que nada de lo que digan nos haga dudar de lo que somos, fuimos y seremos.
*Centro Comunitario ALFA