La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, Estela Díaz, consideró como “gravísimas” las declaraciones del Presidente Javier Milei luego de que este domingo aseguró que quiere “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro”.

Para Díaz, es evidente que esta declaración muestra la “falta de apego a la democracia” que tiene el Presidente, que incluso en plena campaña electoral evitó a toda costa durante una entrevista televisiva afirmar que cree ese sistema político basado en el voto popular.

Milei alienta a la violencia de una manera extrema. Especialmente considerando que Cristina sufrió un intento de asesinato que sigue impune, todo esto escala de una forma muy peligrosa en términos de violencia”, puso en contexto la fuerte amenaza del mandatario.

Y añadió: “Los interlocutores que tiene no reaccionan, y acá hay responsabilidades mediáticas y judiciales. Ayer todos nos quedamos con la boca abierta frente a lo que hace. ¿Por qué la justicia no actúa de oficio? Existen responsabilidades cuando se cree que se están cometiendo delitos”.

Todo el arco político debe manifestarse; hay límites que no se pueden dejar pasar. Este Gobierno empeora cada día la vida cotidiana de la gente y lleva la situación al extremo de la violencia. Todo el arco opositor, incluso los que se alían a Milei, deberían manifestarse. No creo que esa expresión haya sido espontánea”, añadió.

Por otro lado, aseguró que estas afirmaciones solo remarcan que “Milei se desentiende de las responsabilidades de gestión que tiene tras haber jurado la Constitución” y sigue en un modo electoral para no seguir pediendo popularidad en las encuestas.

La violencia política y la mentira son parte de su show. Llegó a la presidencia como un showman y ahora quiere mantener ese personaje, por eso agrede. Para sostenerse, tiene que ser un personaje extremo que insulta a todo el mundo, lo que genera la ilusión de que se enfrenta al sistema de la "casta"”, retrucó Díaz.

Pero finalizó: “En realidad, todo lo que hace es lo contrario: favorece a la verdadera casta y nos arruina la vida cotidiana. En los sectores medios, medios bajos, y de menores ingresos, ¿quién puede decir que su vida está mejor?”.