Víctor Hugo Morales repudió los exabruptos del fin de semana del Presidente Javier Milei, donde lanzó insultos para todos lados y a las ya habituales agresiones a la prensa sumó ataques a Cristina Kirchner y a Ginés González García, el exministro de Salud que murió el viernes pasado. En su editorial, Víctor Hugo aseguró que “en un fin de semana (Milei) se ha vuelto un ser tan profundamente despreciable que a cualquiera que lo apoye debería darle vergüenza su propia inteligencia”. A su vez, aseguró que estas escenas duelen más cuando “del otro lado”, del lado de oposición, “hay confrontaciones”.
El editorial de Víctor Hugo Morales
¿Qué se hace con un tipo así? ¿Con una persona que representa tanto a los argentinos como lo hace el Presidente? ¿Qué se hace con esa República que tiene seis de cada diez habitantes capaces de votar a un personaje tan nefasto?
Alguien que hiere toda sensibilidad que se pueda definir como humana. Alguien que hiere el buen gusto, el lenguaje, la calidad de las ideas, y la relación que deberíamos tener los seres humanos.
¿A dónde vamos a parar de la mano y la boca sucia de Milei con todo lo que es capaz de señalar? Y, sin embargo, todavía puede decir algo que sea tan feo o peor. Todavía puede haber algo peor cuando habla de Ginés González García.
Es decir, en un fin de semana se ha vuelto un ser tan profundamente despreciable que a cualquiera que lo apoye debería darle vergüenza su propia inteligencia.
Porque esto no atañe solo a Milei. Milei es un accidente en la historia. Los que están detrás, los del Coloquio IDEA, los que lo sostienen, los que se ríen cuando dice disparates porque gobierna para ellos, ellos son realmente los que tienen la palabra cuando Milei habla.
Permítanme dedicar a Milei las palabras finales, esos últimos cuatro años (del audio en el que insulta a Ginés González García). ¿Se pueden captar esos últimos cuatro segundos finales? Es un sentimiento también hacia él.
Milei siempre es chiquitito, es un personaje que no merece más atención de parte de los sociólogos, los que estudian la vida política. El capítulo es la gente, los que están detrás de este individuo enfermo, humillado, que se levanta y se encuentra con que es Presidente de la República, recorriendo el camino de sus odios, de sus venganzas, de los ascos que tiene, que resultan ser el reflejo de él mismo.
Es tremendo lo que ha pasado este fin de semana. Y ver que del otro lado todavía hay confrontaciones duele mucho más. Es un acto de responsabilidad tratar de salir de la trampa brutal que implica la pelea entre quienes aún tienen decencia para pensar la política.