Aunque nació y creció en Los Angeles, Jennifer Lee nunca se desentendió de su ascendencia coreana. Al punto de que la primera parte de su nombre artístico, “Toki”, personifica al conejo en el idioma de sus ancestros, mientras que “Monsta” es una interpretación de lo que en Argentina, al mejor estilo de Moria Casán, sería “mostra”. “Ese odio entre las dos Coreas no lo entiendo”, opina la artista, quien atiende por teléfono al NO desde su ciudad natal. “Pese a que era un país chico, tras su división es más pequeño que el sur de California. Es terrible la tensión que se vive en la Península. Estoy atenta y espero que se solucione de la mejor manera.”
Mientras Kim Jong-un sigue provocando a Trump y viceversa, la productora y DJ debutará en Buenos Aires no sólo con la chapa de emperatriz del hip hop experimental –el suyo es de matices cinéticos y psicodélicos de la Costa Oeste de Estados Unidos, sino también con un nuevo disco: Lune Rouge. Si bien el proceso de producción no fue diferente al de sus otros dos, se trata de un trabajo milagroso, pues apareció luego de que padeciera una enfermedad cerebral muy extraña y mortal de la que pudo zafar: mayamoya (“nube de humo”), que le detectaron en 2015 y que llegó a afectar su capacidad para comprender la música.
Más allá de la tragedia que atravesó, el quinto disco de Tokimonsta, lanzado este octubre, está basado en once tracks que compuso después de su recuperación. Aunque las letras, interpretadas por cantantes invitados como el rapero Joey Purp, la indietrónica MNDR o la cantautora malaya Yuna, no tocan en lo absoluto esa terrible experiencia. Sin embargo, el álbum simboliza la lucha de Lee por revertir el mayor desafío de su vida y la música, consciente o inconscientemente, apela a la melancolía.
“Estoy muy feliz con el resultado”, asegura la artífice, cuyo debut discográfico, Midnight Menu (2010), fue publicado por el capo del hip hop experimental post 2000, Flying Louts, mediante su sello, Brainfeeder. “Tuve mucha libertad. Tenía un montón de música y elegí la que me representaba más en esta época. Siempre pienso mis discos a partir de un discurso”, expone Lee, quien se acercó a la electrónica después de hacer base en el hip hop.
El título de lo más reciente de esta amigota de Anderson Paak (con quien, además de haberse colaborado, comparten el abolengo coreano) se refiere a la luna roja, fenómeno muy significativo en diferentes culturas del mundo. “Lune Rouge arroja una idea acerca del cambio, que al igual que sucede en la naturaleza, en la música también está presente.”
* Domingo 26/11 a las 21.10 en escenario SónarLab.