Como cada vez que se siente acorralado por una fuerza extraña, el fútbol argentino una vez más cerró filas en torno de su líder. Claudio "Chiqui" Tapia blandió la amenaza cierta de las sociedades anónimas deportivas y el jueves, en la Asamblea de la AFA logró que le votaran todo hasta quienes no tenían que votarlo. Pero después de la puesta en escena, de las manos levantadas en exceso y del interminable besamanos al presidente con mandato extendido hasta 2028, quedó la sensación de que con tal de blindar a Tapia de la avanzada privatista que encabezan Javier Milei y Mauricio Macri, los dirigentes votaron cualquier cosa.
Opinión
Los dirigentes votaron cualquier cosa
Con el objetivo de fortalecer a Chiqui Tapia, los directivos no repararon en que eligieron un formato de torneo que perjudica a sus socios.
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