El rey Carlos III y la reina Camilla vivieron un tenso momento en Australia, donde se encuentran en visita diplomática. Mientras algunos celebraban la llegada del monarca británico, el Movimiento Australiano de la República expresó por escrito al Palacio de Buckingham que quiere “cortar sus lazos constitucionales”, vigentes desde la época del colonialismo. En ese sentido, la senadora indígena, Lidia Thorpe acusó al monarca británico de haber cometido un "genocidio contra nuestro pueblo" y le reclamó: "Dennos lo que nos robaron”.

Ocurrió este lunes, durante la segunda actividad oficial de Carlos III en el Parlamento de Canberra. Al cierre del discurso del Rey, la senadora Thorpe, que representa a Victoria, expresó su rechazo a la visita del mandatario y gritó:"Cometiste genocidio contra nuestro pueblo".

"Devuélvannos nuestra tierra. Dennos lo que nos robaron. Nuestros huesos, nuestros cráneos, nuestros bebés, nuestra gente. Destruyeron nuestra tierra. Dennos un tratado. Queremos un tratado", agregó.

Cuando los guardias de seguridad comenzaron a escoltarla para retirarla del lugar, la senadora se animó más y continuó gritando: "Esta no es tu tierra. Esta no es tu tierra. No eres mi rey. No eres mi rey".

Fue un momento incómodo para el monarca, que realiza una gira de nueve días por Australia y Samoa, en su primer viaje al exterior desde que meses atrás fuera diagnosticado con cáncer. De hecho, anunció que suspendería por 11 días su tratamiento oncológico para completar la visita oficial.

Sin embargo, éste no fue el único desaire que recibió: desde su llegada a Sidney, se encontró con la resistencia de los gobernadores políticos, que no se acercaron para recibirlo. Tampoco estaban presentes cuatro de ellos en el Parlamento de Canberra.

Además, Charles y Camilla se toparon con otras protestas: los pro republicanos mostraron un poster con la palabra Descolonizar y hubo silbidos y abucheos. Mientras que otro grupo de manifestantes apareció con una bandera aborigen mientras la pareja real visitaba el Memorial de Guerra australiano. En este último episodio, un hombre de 62 años terminó detenido por no acatar una indicación policial.

Desde la prensa, resaltaron que la visita del nuevo rey británico, que visitó el país durante 60 años como príncipe heredero y cursó parte del secundario en un remoto colegio australiano, no consiguió ni la majestuosidad real que imponía su madre, la reina Isabel II ni el glamour de la princesa Diana, a quien los australianos adoraban como una celebridad, ni la curiosidad de los jóvenes príncipes William y Kate, los príncipes de Gales y sus herederos.

En tanto, desde el Palacio de Buckingham se negaron a hacer comentarios sobre lo sucedido. Pero fuentes cercanas restaron importancia a las expresiones de la senadora indígena diciendo que Sus Majestades estaban "profundamente conmovidos" por la calidez de la bienvenida que habían recibido durante todo el día.

El debate para cortar los lazos con el colonialismo de la corona británica

Australia fue colonia británica por más de un siglo, durante el cual miles de aborígenes fueron asesinados y comunidades enteras desplazadas.

El país obtuvo una independencia de facto en 1901, pero nunca se convirtió en una república de pleno derecho, por lo que ahora Carlos III es el jefe de Estado.

Sin embargo, de acuerdo a un referéndum que tuvo lugar en Australia en 1999 a través del que se votó mantener a la reina Isabel II como soberana se concluyó que el amplio consenso no se debió a un apoyo mayoritario a la monarquía, sino al desacuerdo que reinaba sobre cómo se eligiría al presidente en aquella época. Por lo que, convertirse en república continúa siendo un reclamo vigente. 

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha descartado celebrar otro plebiscito sobre el tema durante su mandato actual de tres años. Pero es una posibilidad si su Partido Laborista de centroizquierda es reelegido en las elecciones previstas para mayo del 2025.