¿Cómo se leía el cuerpo de una lesbiana en los 80 en Argentina? ¿Qué estereotipos se construyeron en torno a la identidad lésbica? ¿Qué expresión de género elegían las lesbianas? ¿Cambió algo? Estas son algunas de las preguntas que Estela Fares y Julieta Ruffini nos invitan a responder a partir del corto "Potra". En menos de cuatro minutos logran condensar una cantidad infinita de significantes, emociones, modos de ser y existir como lesbiana visible en un mundo dominado por el pensamiento heterosexual.

¿Cómo hace huella el modo en que se mira a una lesbiana? ¿Cómo se muestra una lesbiana? ¿Qué oculta para serlo? ¿De quién se oculta? ¿Por qué usa ropa ancha? ¿Por qué esconde tremendas curvas?

Machona y marimacho esas fueron las primeras palabras con las que la sociedad señaló al cuerpo lesbiano de Estela y ella acató. ¿Le quedó cómodo ese papel? ¿Por qué no usaba vestidos? Esos que su mamá, que era modista, le cosía especialmente para ella pero Estela se los arrancaba desde que era una niña. La maestra de la que se enamoró en cuarto grado y su primer beso con una compañera de quinto fueron indicios suficientes para no sentirse cómoda en ningún vestido.

Así estuvo marcada la juventud de las lesbianas que transitaban los ochenta. Ser leída como “machona” era borrar toda posibilidad de sensualidad, erotismo, atracción, atributos destinados, tal vez, a las mujeres heterosexuales, que las lesbianas preferían no mostrar. En Estela esa posibilidad quedó tan anulada al punto de olvidarse de su propio cuerpo, sin embargo, aparecen registros fotográficos de un lomo digno de vedette de los 80, lista para subirse a las tablas de cualquier escenario que nunca osó pisar.

“Machona” repiten aquellos varones heterocis. ¿Será que ven su masculinidad amenazada frente a una lesbiana visible? ¿Será que ven ahí una posible competencia? Con una eroticidad suspendida, pero latente, “Potra” dispara en cada imagen las posibilidades de ser lesbiana en el mundo y la ausencia de identificación. ¿Cuántas lesbianas visibles había en la tv o en los medios en esos años? Poco y nada.

"Potra" muestra cómo la imagen que nos devuelve la sociedad condiciona los modos de ser y de existir en un mundo donde ser lesbiana era y sigue siendo motivo de burla, discriminación o violencia. Sin embargo, “Potra” exhibe también las maneras que se inventaban las tortas para existir, formas de resistencia lesbiana. Lo celebratorio de "Potra" es cómo y cuándo Estela descubre ese cuerpo lesbiano que antes ignoraba. La mirada colectiva que encuentran sus amigas que sí ven en ella la sensualidad y el erotismo.

Lesbiana, machona, marimacho, bombero, torta, son algunas palabras y modos de nombrar(se) que se hacen carne en “Potra”. La reapropiación de los insultos como un poco de justicia poética, pequeñas batallas que se ganaron en las calles, eso que antes causaba vergüenza, hoy es motivo de orgullo y merece ser visto.

"Potra" se estrena el miércoles 23 de octubre a las 17 en Conti Cine (Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti - Avenida del Libertador 8151, CABA)