El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este lunes que el accidente doméstico que sufrió y lo obligó a cancelar su viaje a la cumbre de los BRICS en Rusia, fue "grave" y que aún debe esperar unos días para ver cómo evoluciona.

"Estoy bien, tuve un accidente, pero una tontería mía; fue grave pero no afectó ninguna parte delicada", expresó el jefe de Estado brasileño durante una llamada telefónica con un político de su Partido de los Trabajadores.

"Me estoy cuidando porque cualquier cosa en la cabeza es muy fuerte (...) Los médicos dijeron que tengo que esperar por lo menos tres o cuatro días para saber qué daños causó el golpe", dijo en declaraciones al candidato a alcalde por el PT de Camaçari, en el estado de Bahía, Luiz Carlos Caetano, quien difundió el contenido en sus redes sociales.

Lula, que el próximo domingo cumplirá 79 años, fue ingresado el sábado en el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia "después de un accidente doméstico, con una herida corto-contusa en la región occipital", es decir, situado en la parte posterior de la cabeza.

Según medios locales, Lula sufrió una caída en el baño de la residencia presidencial en la capital durante la noche del sábado y se golpeó el mencionado sector del cráno. Asimismo, tuvo debió recibir puntos de sutura.

Por último, el mandatario precisó que debe esperar unos días para saber los efectos del accidente.

La cancelación del viaje a la cumbre de los BRICS

Por recomendación médica, canceló el viaje a Kazán el domingo para la cumbre de los BRICS, aunque participará por videoconferencia en la reunión, que se extiende del martes al jueves, según la presidencia.

También debe mantener su agenda de trabajo: el mandatario publicó este lunes en sus redes una foto junto a su asesor en política internacional Celso Amorim y su ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha.

"El presidente está muy activo, superbien (...) bastante tranquilo", dijo Padilha a periodistas tras el encuentro, en un "mensaje de tranquilidad".

El ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, encabezará la delegación brasileña en Kazán.

La cumbre de los BRICS iba a ser el primer encuentro de Lula y Putin en el tercer mandato del brasileño. En septiembre, ambos hablaron por teléfono sobre una propuesta conjunta de Brasil y China para poner fin a la guerra de Ucrania. Este martes volverán a conversar por teléfono, anunció la presidencia brasileña.

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