“Nunca se dejaron de usar tantos medicamentos como ahora”. El director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar), Ruben Sajem, hace cuentas y llega a la conclusión dramática: lejos del relato que busca instalar el Gobierno sobre al recuperación económica, la tendencia no se revierte. 

Con los precios por las nubes, con medicamentos que en los últimos 10 meses aumentaron hasta un 100 por ciento por encima de la inflación, el Gobierno también tomó nota de este problema de salud pública y planteó una posible solución: habilitar la importación de medicamentos.

Sin embargo, para Sajem, lejos de ser una solución, el planteo de la gestión de Milei podría complicar aún más las cosas. Pero, antes, aclaró: “Es sorprendente que el Gobierno haya demorado 10 meses en reunirse con los laboratorios y pedir regulación. Los dejó aumentar los precios, y ahora toma la medida”.

“El Gobierno trata a los medicamentos como un mercado más, pero no es así. Ya hay en Argentina medicamentos más baratos que otros, sin embargo, se sigue comprando más caro”, expresó en declaraciones a la 750.

Para Sajem, la solución es ir a un esquema más parecido al que existe en países como España: “Faltan políticas de genéricos y listados de precios de referencia, como sucede en todos los países del mundo. Ya hay medicamentos más baratos, pero no se utilizan”.

“Se dice que en Argentina hay medicamentos muy utilizados que en España cuestan 4 mil pesos, mientras que aquí valen 30 mil. Es una diferencia que no tiene ninguna justificación, más aún cuando lo elabora un laboratorio argentino”, aseguró.

Y explicó entonces por qué sucede: “En España se fija un precio de referencia y se publica en una página web. Nadie va a cobrar un diclofenac más de 2,50 euros. Hay formas de regular. Estas cosas se podrían haber hecho acá”.

Pero, ¿podría tener consecuencias negativas la importación de medicamentos? Para Sajem la respuesta es clara: “La apertura de importaciones paralelas puede generar un daño, porque va contra la industria farmacéutica”.

“Cuando hay abusos de la magnitud que estamos viendo, llega un momento en el que el Estado tiene que intervenir y decir que no se puede pagar de más”, afirmó sobre la situación actual que se vive en el sector.

Y añadió de manera enfática: “La caída en unidades es algo nunca visto en Argentina. Nunca se dejaron de usar tantos medicamentos como ahora. De esas 10 millones de unidades de tratamientos caídos por mes, 7 millones son recetados. No son medicamentos que la gente puede elegir consumir o no”.

Pero, además, el contexto se agrava: “No solo esto no mejora, sino que empeora. Este mes no lo hemos medido, pero está empeorando. Está cayendo la entrega de medicamentos. La gente no está pagando los medicamentos, no los puede pagar. Los dejan en la farmacia”.