Desde Roma
Los migrantes vuelven a ser motivo de conflicto entre el gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni y los partidos opositores y organizaciones de derechos humanos luego que el poder ejecutivo destinara los primeros 16 inmigrantes a uno de los dos centros de “recepción” (pero sobre todo para la expulsión), construidos por Italia en Albania. De los 16 trasladados, 10 eran de Bangladesh y 6 de Egipto, dos países que el gobierno considera “seguros” según su criterio.