La actividad económica cayó 3,8 por ciento interanual en agosto, según informó Indec el miércoles. Las mediciones privadas que anticipan este dato ya habían advertido sobre la profundización de la crisis en el octavo mes, luego de un respiro leve en julio. En comparación con el mes anterior el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) prácticamente no mostró variaciones, al anotar un 0,2 por ciento. Las ramas más importantes como la construcción, el comercio y la industria profundizaron su recesión en agosto.

Solamente las actividades primarias computaron variaciones positivas en el mes: la pesca creció 17,1 por ciento, la explotación de minas y canteras un 6 por ciento interanual y la agricultura 4,5 por ciento. Una muestra clara del modelo económico primarizador que tienen en la cabeza los equipos de gestión de LLA, pero sin fomento a los tres sectores de mayor peso en la estructura productiva interna que hoy están en crisis difícilmente el país pueda salir hacia adelante. Los rubros de la electricidad, gas y agua (con un 1,6 por ciento) y la enseñanza (0,6) también tuvieron variaciones positivas en el mes.

El rubro de la construcción (18 por ciento abajo), el comercio mayorista y minorista (7,9) y la industria manufacturera (6,7) registraron las peores caídas de agosto, según el Indec. Siendo los más importantes en términos de valor y empleo, es evidente pensar que estas cifras tienen un correlato en puestos de trabajo –formal e informales- que quedan en la calle. La crisis social como contracara de la crisis económica que estimula el modelo.

Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) habían anticipado que los datos de agosto mostrarían de nuevo a la recesión en su expresión, luego de un tenúe respiro de julio y junio cuando la crisis económica parecía haber encontrado un piso. El escenario de julio comparaba contra junio que fue un mes con una cantidad importante de paradas técnicas y de feriados. Desde la UIA tienen un termómetro preciso: no se equivocaron al notar que el desplome reaparecería en agosto.

Las ramas de hoteles y restaurantes (4,1), transporte y comunicaciones (2,6), administración pública (1,5), intermediación financiera (1,3) y actividades inmobiliarias y empresariales (1) completan la lista de los sectores que están peor que un año atrás. Aunque los guarismos son menores entre los últimos que están más vinculadas con los servicios.

Desde ya que elegir un modelo primarizador de la economía tiene también sus consecuencia en el empleo. Las empresas ocupan menos sus instalaciones –hay máquinas que no se prenden o sectores que dejaron de funcionar-, o algunas cierran y despiden mano de obra. Desde noviembre de 2023 a julio de este año (último dato disponible) se perdieron 260.170 empleos registrados, según un informe reciente del CEPA.

Si se compara contra noviembre de 2023 tanto la construcción, como el comercio y la industria mostraron en agosto caídas más severas que el acumulado: 10,1 caída en la primera, 3 por ciento en el comercio y 3,9 abajo la industria en agosto de 2024 respecto al último noviembre. En el acumulado contra noviembre sobresalen las primarias pesca (421,9 por ciento) y explotación de minas y canteras (6,6 por ciento) creciendo por encima del último dato de agosto. En cambio la agricultura acumuló una contracción del 9,4 por ciento en el período.

Respecto de la variación contra el mes anterior: el EMAE apenas aumentó 0,2 por ciento en agosto, contra el 2,1 por ciento que había ilusionado a funcionarios en julio. El dato de la tendencia-ciclo que traza este indicador, por el contrario, marcó 0,2 negativo.

El dato de la utilización de la capacidad instalada de agosto, también medido por Indec, marcó un 61,3 por ciento, que en comparación a meses anteriores es menos bajo pero sí advierte una caída importante (de ,e puntos) al compararlo contra agosto de 2023. En esta comparación los sectores industriales que más perdieron fueron: los minerales no metálicos (vinculados con el rubro de la construcción), la industria automotriz, la producción de papel y cartón y las metálicas básicas.

El EMAE es un indicador que anticipa la variación del PBI que siguen de cerca hombres y mujeres de negocios, así como funcionarios públicos antes de por ejemplo invertir en títulos del país. De acuerdo a las proyecciones del propio Gobierno, el PBI se contraerá 3,5 por ciento este año para rebotar 5 por ciento el próximo. Varios analistas ya salieron a advertir que eran pronósticos muy optimistas. Las mismas proyecciones presentó recientemente en sus Perspectivas de la Economía Mundial el FMI sobre el panorama local.