Hay tres datos que hay que mirar para darse cuenta si la recuperación de la economía se empieza a sentir en la calle y los bolsillos: el consumo, la construcción y la industria. En agosto y septiembre, el gasto hogareño y la producción fabril siguen mostrando un estancamiento muy fuerte, sobre cifras de los ladrillos que también fueron muy malas en el período. Esa situación, en las últimas horas, se ve en dos informes, uno de la Unión Industrial Argentina (UIA) y otro de la consultora Scentia, que a los números de caída de ventas en supermercados les sumó farmacias, quioscos y otros rubros, mostrando un desplome sostenido y más abarcativo.