“Veíamos venir este gobierno de ultra derecha fascista que busca imponer una cultura distinta a la cultura en la que creemos y por la que trabajamos. Entonces decidimos poner nuestras preocupaciones, deseos y ansiedades en crear este espacio” relata Javier Roldán, poeta, docente y uno de los organizadores del Festival de Poesía del AMBA, que se realizará en el marco de la primera edición de la Feria Municipal del Libro de Morón. Todavía está abierta la convocatoria para que poetas de 18 a 25 años puedan participar de las lecturas. Hoy, Roldán cuenta la historia del festival en la previa, ya que la próxima fecha es el sábado 16 de noviembre. 

Una estética conurbana

El festival ya ha realizado tres ediciones en distintos puntos del AMBA. Desde el vamos se propuso ser itinerante, para alcanzar todo el entramado geográfico de la Provincia buscando así nutrirse de la heterodoxia bonaerense.

“El 80% de las actividades culturales suceden en Caba y el espectador de Caba está como más acostumbrado y a veces casi ni va. Creo que el espectador del conurbano se muestra un poco más sorprendido y agradecido” reflexiona Roldán sobre la convocatoria, y agrega que piensa que no existe una estética conurbana sino muchas tantas como localidades hay en la Provincia, que podría ser un país.

“Una vez con una colega, Poyitza, hablamos sobre que el tópico del viaje está siempre muy presente en todos los conurbanos. Gran parte de nuestra vida se desarrolló o se desarrolla en tránsito de un punto al otro. Casi siempre el trabajo está en la Gran Ciudad, o estudiamos en la Gran Ciudad o vamos a eventos en Caba. Por suerte esto se está modificando. Hay muchos festivales de poesía en La Provincia. El de lobos, el de Mar del Plata, el de La Plata, el de Bahía Blanca. El Festival Rastrojeros que se da en una zona más rural, La Minga en Tandil. En fin, hay mucho, por suerte” dice.

El festival lo organizan entre tres ciclos poéticos. Ciclo Puente de Padua (Danilo Zárate Pacheco, Vera Schmit y Natalia Nuñez), La espesura de Zona Norte (Felipe y Diego Zaldivar) y Un sapo intuitivo de CABA (Organizado por Roldán y sus alumnos). 

Además, acompañan dos editoriales: Patronus Ediciones (editorial también de Javier Roldán junto con Alfredo Machado) e Ineditados (Hernán Ramela y Marina Ponce). Además de sumar invitados de los lugares que van visitando, tratan de ir siempre acompañados de una feria editorial. “Es una forma modesta de ayudar a que las editoriales pequeñas sigan existiendo y puedan hacerse unos pesos para seguir publicando. Hay que señalar que el gobierno de Axel Kicillof está trabajando un montón y acompañándonos mucho a las editoriales. Con ferias, con compras. Creo que no hubiéramos podido atravesar ni la pandemia, ni estos años horribles como el 2024, sin la presencia del Instituto Cultural de la Provincia” afirma.

La poesía no sirve para nada

Para Roldán, el truco que encierra la poesía es que no sirve para nada y eso justamente la transforma en una forma de lucha suave contra el sistema. En estos tiempos donde los discursos violentos sacuden los medios, la poesía se ofrece como remanso. O en palabras de Roldán: “¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a ponernos a... a escuchar, a leer a todos estos comentaristas que nos explican lo mal que estamos todo el tiempo en los medios? Yo prefiero irme a leer a Margarita Roncarolo y que la vida valga la pena aunque sea unos minutos ". La poesía ocupa muchas veces el lugar de la fe, en donde el poema es una forma de oración.

Javier Roldán, en el medio, acompañado de colegas.

“Una noche de verano en el 2012, en el anfiteatro del Parque Centenario, me convertí en poeta. Escuché un poema y una voz que me transformaron. Y yo dije, yo quiero hacer eso, yo quiero hacer lo que está haciendo ese hombre. Y ese hombre era Osvaldo Bossi y leía Lavanderas, uno de sus más hermosos poemas. Eso me cambió la vida para siempre. Lo fui a buscar para que fuera mi maestro y ese maestro me convirtió en lo que soy” relata.

Quizás por eso Roldán desde hace años busca multiplicar las lecturas para que otras y otros accedan al encantamiento. “La poesía en cualquier formato. Voz alta, voz baja, en silencio, compartida. Hay muchísimos más ciclos, festivales y eventos de poesía que antes y yo creo que es porque estamos atravesando momentos muy oscuros como sociedad. Estamos viendo la cara más desolada de este capitalismo tardío que nos toca transitar. Entonces, vuelvo a repetir que la poesía es una forma de resistencia, porque no sirve en términos capitalistas. ¿Qué haces con un poema? compartirlo” concluye.

Los jóvenes

El festival tiene abierta la convocatoria a poetas “Novísimes”. La propuesta surgió originariamente en el Festival Poesía Ya! que se realizaba en el Centro Cultural Kirchner, dónde Roldán era parte del comité de organización.

En la página del Festival, la anuncian así: “Un novísimo Leopoldo Lugones conoce a Rubén Darío en la redacción de un diario. Una novísima Alejandra Pizarnik le escribe cartas a Cortázar. Un legendario González Tuñón prologa el primer libro de un novísimo Juan Gelman. Una novísima Diana Bellessi le escribe cartas a una consagrada Alejandra Pizarnik. Juan Gelman escribe un prólogo para un joven Miguel Ángel Bustos. Un novísimo y reo Ioshua recita sus poemas en Poesía Urbana en el 2002”. Así entonces convocan a participar a poetas entre 18 y 25 años que residan en el AMBA, a fin de fomentar la escritura joven e incentivar el cruce de estéticas y comunidades poéticas. Estará abierta hasta el 25 de octubre. Las bases y condiciones se pueden consultar en sus redes sociales (@fp.amba) o en el siguiente link. También reciben consultas por mail: [email protected].

Será el 16 de noviembre en el Paseo de las Artes (Casullo y Rivadavia). Leerán entre otras personas: Patricia González López de Merlo, Walter Godoy de Merlo, Poyitza de Morón, Mariana Suozzo de Ramos Mejía, entre otros.