Poco más de tres años editando, con doce títulos publicados, a los que habría que sumar los cinco números de la antología Quimera: el derrotero del sello rosarino Rabdomantes incluye el rescate de historietas, la producción de otras nuevas, y la confección meticulosa de un universo entero. Así es la propuesta de Ojo Eléctrico, ese mundo donde hacer caber cuantos títulos se pueda, coordinados y rebotados entre sí. Todo un desafío que la editorial de César Libardi lleva adelante, hasta la fecha, junto al sello cordobés Atmósfera (recientemente disuelto, datos más adelante).

"Trato de publicar material que en su momento me marcó, que me gusta, para que otros tengan la posibilidad de leerlo. En el caso de lo ya editado en fanzines, la idea es rescatarlo y darle una mejor edición para un público más amplio. Pero también se trata de pensar en autores actuales, que están comenzando a despuntar en el mundillo de la historieta. Si bien está la posibilidad de recalar en la publicación digital, que está muy bien, otra cosa es poder tener el material impreso, en la mano. Particularmente, me tira el fetichismo de tener el libro, la materialidad de la historieta, es el papel lo que me sigue impulsando como editor", le cuenta Libardi a Rosario/12.

Las dos novedades de Rabdomantes se inscriben en Ojo Eléctrico, cuya bandera de largada fuera dada por Psicocandy, un fresco desprejuiciado con dibujos de Nicolás Brondo. El guión ‑-y alma mater del asunto‑- es del también cordobés Damián Connelly. Fue suya la idea de "tomar el universo de David Bowie, a partir de conceptos musicales y estéticos, y reformularlo para toda una serie de personajes, historias, caracteres", según explica Libardi.

Ahora es el turno de Flash Card Mistery Man, con guión de Connelly y dibujos de Fernando Calvi; junto a Paint it Black, primer título donde el guión pasa a otras manos (las de Rodrigo Canessa) con dibujo de Nicolás Barbera. Si el primer libro está más vinculado a la tónica de la ciencia ficción de aventuras, el segundo se sumerge en un ámbito urbano y nocturno. Mientras en Flash Card hay espionaje, en Paint it Black prima la violencia. En los dos, el interrogante por saber cómo sigue el asunto, cuándo se cruzarán finalmente los derroteros de cada título.

Según el editor, "estas historias amplían el universo Ojo Eléctrico y sientan las bases para los próximos capítulos. Pueden leerse por separado, pero al leer todos los libros lo que surge es una novela coral. Hay relaciones en cuanto a las reglas y la estructura, que son comunes, es eso lo que permite que uno pueda darse cuenta de cómo interactúan los personajes. Es un background que se va organizando de a poco. El año que viene tenemos previsto un tomo dedicado a una gran saga, que vendrá a ser el Alfa y Omega de esta primer temporada, en donde todos los personajes se van a reunir contra un enemigo común", explica Libardi.

Ahora bien, la novedad que es cimbronazo la refiere la disolución del sello Atmósfera, por parte de Connelly. Igualmente, Ojo Eléctrico continúa con Rabdomantes, también con Connelly. A leer, entonces, que hay ganas de saber cómo continúa este huracán de guiños glam y cómic rockero.