El conflicto gremial en el Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner de Cañuelas recrudece, tras dos semanas de cuarto intermedio, solicitado por los directores representantes de Nación, sin resultados a la vista. 

Quince días atrás, las autoridades propusieron una serie de mejoras, que los trabajadores reunidos en asamblea decidieron aceptar y suspender transitoriamente el plan de lucha. Pero, concluido el plazo que los trabajadores aceptaron como muestra de buena voluntad, concluyen que ni siquiera trasladaron sus reclamos a las autoridades del ministerio, de manera que sólo "patearon el conflicto dos semanas", lo que generó un malestar aún mayor al preexistente. 

Dos semanas atrás, los trabajadores habían convocado a un abrazo simbólico del aspiración, como manera de visibilizar el reclamo por mejoras salariales. El atraso de los haberes respecto de la inflación acumulada, viene generando una sostenida migración de trabajadores y profesionales super calificados al sector privado, donde las remuneraciones son mejores.

Misteriosamente, desde las primeras horas de la mañana del día de la protesta, circuló por Whatsapp una versión según la cual la actividad se suspendía, en vista de la última oferta recibida por parte de la dirección. En realidad, ese día no había ninguna propuesta y quedó expuesta la incomodidad que la protesta le genera al directorio.

Las autoridades lograron ganar unos días de tiempo y aprovecharlos para realizar una nueva oferta, que no satisfizo por completo las demandas, pero permitiría mejorar las condiciones de trabajo. Hasta ayer, los trabajadores aguardan a percibir el próximo salario y analizar el correspondiente recibo, para evaluar si las promesas se cumplían o no. 

Pero en las últimas horas se produjo una reunión entre los líderes de los trabajadores, que todavía no cuentan con una organización sindical formal, y las autoridades, donde quedó claro que no habían avanzado ni un paso en la resolución de los reclamos. Esta novedad fue trasladada a la asamblea, que decidió hacer el postergado abrazo este viernes 25 a las 10 de la mañana, en simultáneo con otro en el hospital Garrrahan, con el que se avanza en la coordinación de un plan de lucha.

Los puntos centrales del fallido acuerdo son el reconocimiento de la antigüedad desde el momento de contratación, generalmente varios años antes del pase a planta, el pago de algún adicional por movilidad, ya que muchos profesionales se desplazan desde las ciudades de Buenos Aires o La Plata. 

También se habían comprometido, aunque sin garantías de resultado, a gestionar ante las autoridades  del Ministerio de Capital Humano de la Nación, la partida presupuestaria necesaria para abonar el plus por alta complejidad. Ninguna de esas gestiones fue siquiera iniciada.

Otro elemento de conflicto es la posición antisindical del directorio, que intenta por todos los medios evitar el ingreso de ATE y UPCN. Algunos trabajadores comenzaron el proceso de construir una organización sindical propia y otros venían conversando la posibilidad de una campaña de afiliación a CICOP, el gremio de los trabajadores provinciales de la salud que conduce actualmente Pablo Maciel.

El propio gremio provincial, por su parte, llevó adelante un paro masivo en el Hospital Posadas, como protesta por la última tanda de despidos, que alcanza a 120 trabajadores, y una posterior movilización a Plaza de Mayo. 

Se trata de la segunda tanda de despidos en lo que va del año, la primera fue en julio pasado. Entre los despedidos hay contratados, que llevaban hasta veinte años trabajando con esa modalidad de precarización. 

En el pasado reciente, la administración de Mauricio Macri encaró una política de despidos y vaciamiento muy similar, que fue parcialmente revertida por fallos judiciales. Dentro del hospital, funciona también un sitio de la memoria, conocido como "El Chalet". Originalmente concebido como la casa del director, allí fueron alojados los trabajadores del hospital detenidos desaparecidos por la última dictadura cívico militar.

El Posadas, ubicado en el partido de Morón, estratégicamente cerca de las autopistas Acceso Oeste y General Paz, recibe a gran cantidad de pacientes de todo el oeste del conurbano.  Históricamente frecuentado por los sectores populares, en los últimos tiempos comenzó a ser demandado también por sectores medios, ya sea que se vieron obligados a resignar la prepaga o porque perdieron el empleo formal que les brindaba la obra social sindical.

Modelo asistencial

El Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner es un establecimiento de alta complejidad, aunque más pequeño, similar por sus prestaciones al hospital El Cruce de Florencio Varela y es uno de los hospitales denominados SAMIC (Sistema de Atención Médica Integral de la Comunidad), de gestión mixta, con financiamiento mayoritario, del 80 por ciento de nación y el 20 por ciento restante del presupuesto aportado por la provincia.

Se trata de un modelo sancionado por la dictadura que encabezó Juan Carlos Onganía en 1966, a través de la ley 17.102, que facultaba al Poder Ejecutivo Nacional para reformar el régimen, constitución, funcionamiento y manejo vigente en los organismos asistenciales y sanitarios dependientes de la Secretaría de Salud Pública.

El Cuenca Alta fue inaugurado en 2017 y, por su ubicación estratégica, permite que mucha gente de la zona y de otras localidades del centro del interior bonaerense se atienda y opere sin necesidad de viajar a Capital Federal o La Plata.