Este domingo millones de uruguayos deciden su destino en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Como hace cinco años, la pelea se concentra en el Frente Amplio y el Partido Nacional o Blanco. Por eso cobra especial importancia conocer de primera mano los escándalos que marcaron el gobierno del saliente Luis Lacalle Pou, más allá de su pretendida y publicitada transparencia. El oportuno estreno de “El facilitador” ofrece un camino inmejorable para hacerlo

El facilitador es un documental que aborda dos de los casos más resonantes que sacudieron al gobierno de Luis Lacalle Pou: los de Alejandro Astesiano y Sebastián Marset. Dirigido por el cineasta Pablo Stoll y con la investigación periodística de Lucas Silva, fue realizado con el financiamiento colectivo de 2.441 miembros de la Comunidad de La Diaria, justamente el medio donde Silva fue publicando el día a día de su minuciosa reconstrucción de los hechos.


Los casos que marcaron a fuego al gobierno

El trabajo sigue, en un formato periodístico de investigación, las actividades de Alejandro Astesiano y Sebastián Marset, dos nombres que hasta hace poco eran desconocidos. Astesiano, jefe de seguridad del presidente Lacalle Pou, fue arrestado en septiembre de 2022 bajo la acusación de dirigir una red de emisión de pasaportes falsos para ciudadanos rusos. Este golpe a la confianza en la gestión presidencial se profundizó con el caso de Marset, un narcotraficante cuyo nombre salió a la luz pública en febrero de 2022, también vinculado a actividades criminales que involucraban al gobierno uruguayo.

En ese contexto, el documental ofrece una mirada ordenada en medio de la confusión informativa y política que estos escándalos generaron en la opinión pública, uniendo piezas que se filtraron desordenadas a través de los medios y generaron una creciente desconfianza hacia las instituciones. Como explica Stoll: “El interés estaba en tratar de entender por qué estaba pasando esto, cómo era que había pasado, y llegar a un punto en el cual el espectador puede tener ordenadas las historias”.

Investigación rigurosa y arte visual

El documental se apoya en la investigación de Lucas Silva, periodista de La diaria y autor del libro El caso Astesiano, quien trazó las líneas de una narrativa que busca no solo contar los hechos, sino también poner en evidencia lo que aún queda por esclarecer. “Todavía hay muchas cosas que la Justicia no ha investigado a fondo”, señala Silva, haciendo referencia a los puntos en los que el presidente Lacalle Pou podría estar involucrado.

Dada la falta de imágenes y audios claves en algunos momentos del proceso, la dirección artística recurrió a las ilustraciones de Federico Murro, quien utilizó una estética similar a los sketches judiciales que se suelen ver en los policiales negros norteamericanos. Este recurso visual, junto con material de archivo y entrevistas exclusivas, logra reconstruir las escenas y aportarle al documental una dimensión visual atractiva, sin perder el rigor periodístico.

Qué es un “facilitador”

El título del documental alude a una figura usualmente presente en las tramas de poder, aunque por lo general permanece en las sombras. “¿Facilitador para quién?”, se pregunta la película en su introducción. En este caso, Astesiano aparece como un intermediario que logró utilizar su posición en el gobierno uruguayo para manejar negocios ilegales a favor de intereses ajenos y propios. “Un peón que arregla entuertos ajenos y hace ver que todo es legal”, explica la película.

Lo más llamativo de este relato es la contradicción que expone sobre un gobierno que se presentó como transparente y de perfil bajo, pero que terminó envuelto en escándalos de proporciones alarmantes. Como señala el otro periodista comprometido en la producción, Darío Klein: “Era necesario explicar y ordenar el caos. Si logramos eso, estaremos dando un gran servicio a la democracia”.