La última vez que Charly García actuó frente a sus fans sucedió en la Sala Argentina del CCK, en 2021, como corolario de los festejos de su cumpleaños 70. Desde ese entonces, el ídolo no volvió a pisar un tablado, al menos públicamente. La nostalgia que generó su ausencia encendió la llama para que aparecieran homenajes de todo tipo: desde bandas temáticas hasta propuestas confeccionadas por los músicos que lo acompañaron a lo largo de su carrera solista. Esto provocó un fenómeno nunca visto en el rock argentino: sus canciones tomaron vida propia de tal forma que se empezaron a materializar sobre los escenarios locales, sin necesidad de que él estuviera presente. Lo único que importaba era que aún pudieran ser cantadas colectivamente. Y eso se tornó en una constante, especialmente este año.
De entre los diferentes eventos que se prepararon en Buenos Aires por el cumpleaños 73 del músico, este miércoles último despuntó el “Charly Day”. Se trató del tributo que diseñó el canal de streaming Olga, a partir de la iniciativa del programa “Soñé que volaba”, conducido por Migue Granados. Si bien el plato central de la actividad fue el segmento musical que se llevó a cabo durante la noche en el Teatro Coliseo, la maratónica jornada arrancó a las 6 de la mañana y se instaló a lo largo de la programación. La previa pidió cancha a las 18 hs, cuando Julio Leiva, Evelyn Botto, Elial Moldavsky y Pedro Rosemblat, desde el hall del teatro y mientras el público ingresaba, charlaron con parte de la artística que fue convocada para revisitar la inconmensurable obra de García.
Al igual que pasó anteriormente con las otras ceremonias que encaró Olga en el año y poco más de su creación, como “Cerati Day”, “Spinetta Day”, “Redondo Day”, “Cris Morena Day” y “Mambrú y Bandana Day”, realizadas en varios aforos de la ciudad, en esta ocasión primó y triunfó nuevamente la curaduría. A la imagen y semejanza de la identidad del canal de streaming: plural, inclusivo, inescrupuloso, desconcertante y generacionalmente abarcativo (por más que su público represente a un segmento de consumo joven). Su asequibilidad es tan potente que produce un efecto disruptivo. Una vez más, Lito Vitale, tecladista y director de la banda estable de los arrebatos musicales de “Soñé que volaba”, intentó traducir ese imaginario en la elección de las voces invitadas.
Tras dejar atrás la lluviosa urbe, en el hall del teatro se encontraban rematando la transmisión de la previa. Conductores y espectadores llevaban ajustado en alguno de sus brazos la versión roja del brazalete con el logo de Say No More. El mismo que esperaba al público en los asientos. Así que desde el inicio el souvenir ya estaba garantizado. Para asistir al show, cuyo ingreso era gratuito (las entradas se repartieron el martes), había que dejar un alimento no perecedero (se acopiaron en total 4 toneladas que fueron destinadas a la Fundación Sí). Minutos antes de las 20, los músicos se ubicaron al costado derecho del escenario, en tanto que a la diestra Migue Granados y uno de los co conductores de su programa, Lucas Friedman, se sentaron detrás de un mesón largo.
La transmisión comenzó con Granados recordando el momento en que conoció la música de Charly a sus 12 años. Lo que dio pie a un video de presentación, con la intro de “Yendo de la cama al living”. Entonces Soledad se tornó en la primera en desfilar por el tablado. No sólo eso: salió de su zona de confort folklórica para rockearla con “Rezo por vos”. Les secundaron Manuel Wirtz y la arpista Sonia Álvarez, quienes hicieron “Promesas sobre el bidet”. Después de que Granados y Friedman, que tuvieron como consigna preguntarles a algunos artistas cómo conocieron al ídolo, presentaron a los músicos en escena: Javier Malosetti (bajo), Sergio Verdinelli (batería), Hernán Jacinto (teclados), Rama Molina (guitarra), el cuarteto de cuerdas liderado por Matías Schennes y una terna de caños con Ramiro Flores a la cabeza.
Las poco más de 3 horas de show avanzaron con Raúl Lavié haciendo una versión jazzera de “Viernes 3 AM” y Laura Esquivel interpretado “Canción de Alicia en el país”. Seguidos por Juan Carlos Baglietto y su revisión pop de “No soy un extraño. Ale Kurz salió con la guitarra eléctrica colgada en “Cerca de la revolución”, para aportar además un solo de su propia cosecha en el cierre. Estas revisitas al cancionero de García, que pusieron el foco en la obra de Serú Girán y en la solista de los años 80, fueron en su mayoría fieles al tema original. Fabi Cantilo fue una de las excepciones al prestar su voz para una apropiación etérea de “No te animás a despegar”. Lula Bertoldi rockeó la ya rockera “Necesito tu amor”, Topa cantó “Chipi chipi” y Fabio Posca se encargó de “Nos siguen pegando abajo”.
En ese pasaje de la transmisión, Friedman contó que “Charly Day” era la transmisión más vista en Youtube, que es la plataforma que contiene al canal de streaming. Otros datos a tomar en cuenta de Olga en la jornada fueron que entre Youtube y Twitch el pico fue de 148 mil personas en vivo; durante las más de 17 horas de transmisión superó las 1.3 millones de vistas; y en el “Charly Day” acaparó el 85% de audiencia consumiendo stream. Granados aprovechó la circunstancia para llamar a su padre Pablo y a su hermana Mery para que formaran tándem en “Peperina”. A continuación, Ángel Leiva recreó “Adela en el carrousel”, Nahuel Pennisi le puso todo su gañote a “Los dinosaurios”, Ivonne Guzmán (frontwoman de La Delio Valdez) la grooveó en el funk “Un símbolo de paz” y Friedman cantó “Transas”.
La recta final del show largó con Andy Chango invocando “Vicio”, lo que allanó el camino para una de las mejores polaroids de la noche: León Gieco y Santi Motorizado desempolvando “Yo no quiero volverme tan loco”. Si el prócer del rock argentino (es la voz invitada en la grabación) no se acordaba de cuándo fue la última vez que lo hizo, el “Charly Day” renovó el certificado. Y hasta peló luego la armónica para cantarle las “Mañanitas” a García. Aún faltaba Nito Mestre, que, antes que hacer algo de Sui Generis, le puso el pecho a “Ojos de videotape”. En tanto Pedro Aznar la rompió con “Tu amor”. Para despedir el evento, ese plenario musical salió a escena para disparar “Seminare” hacia el unísono, junto a todo el que estaba en el teatro. Una nueva muestra de lo esencial y revolucionario que es cantar a Charly colectivamente.