La Asamblea por el Agua Sana de San Carlos, San Lucas y El Barrial denunció nuevamente la situación crítica en el acceso al agua en el pueblo de San Carlos. Vecinas y vecinos expresaron su preocupación por la presencia de nuevos camiones cisterna que se usan para el suministro del agua ya que sostienen que no conocen su origen y además los repartidores les piden firmar planillas con datos personales al momento de recibir agua.
A ello sumaron la falta de activación de las obras prometidas por el gobierno provincial que permitirían la mejora en el acceso al agua potable, demandada desde hace más de dos décadas.
Mónica Jiménez es una de las vecinas afectadas en San Carlos, pueblo ubicado en los Valles Calchaquíes de Salta. Integra desde 2017 la Asamblea por el Agua Sana de San Carlos, San Lucas y El Barrial, y desde 2018, la Red nacional de Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir. Llevó el reclamo a nivel nacional y regional, donde denunció la crítica situación ambiental y sanitaria que afecta a este pueblo de más de 4 mil habitantes.
La Asamblea existe desde 2012 tras denunciar colectivamente que el agua se proveía de pozos que estaban contaminados por exceso de boro y arsénico. Por esta razón, desde entonces el pueblo accede al agua a través de camiones aguateros. No obstante, Jiménez aseguró que en esta época se empieza a sufrir un desabastecimiento general ante la suba de las temperaturas y un uso más continuo del servicio.
Sin embargo, el grupo de vecinos se mostró preocupado porque hace un mes se cambiaron los camiones cisterna que llegaban al pueblo, y que eran contratados por la empresa Aguas del Norte. Antes del cambio, había un camión de acero inoxidable que se estacionaba en la plaza central para proveer agua y otro que la repartía por los barrios aledaños. “Esos camiones desaparecen y aparecen dos camiones que no sabemos su procedencia”, dijo Jiménez.
De acuerdo a lo que pudo averiguar la Asamblea, Aguas del Norte realizó una licitación que ganó una empresa de Tucumán. Los vecinos sostienen que tras el cambio, el servicio se volvió deficiente porque esta nueva empresa “prácticamente no pasa por los barrios”.
Y, en caso de llegar a algunas casas, “la gente nos comentó que les hacen firmar planillas con el número de documento”. Ese requisito "nos resulta un sospechoso, porque los datos personales van a una planilla de una supuesta empresa que no sabemos de quién es”, sostuvo Jiménez, quien además dijo que la Municipalidad de San Carlos no dio ninguna información al respecto, ni de la empresa que llegó, ni de la licitación que habría hecho Aguas del Norte. “No sabemos por qué le hacen firmar y le piden DNI al que recibe el agua, o sea, obligándolos a que si querés agua tenés que firmar", además de "la irregularidad del camión que pasa por cualquier lado”, insistió.
La vecina también cuestionó que no tienen certeza de que los nuevos camiones sean aptos para transportar el agua. “No sabemos para qué se usaron tampoco, si se les hizo análisis a esos tanques”, agregó, alertando sobre las condiciones precarias que se perciben en estos vehículos.
La semana antepasada la Asamblea envió una nota a la intendenta de San Carlos, María del Carmen Vargas, solicitando una reunión para que se les informe sobre el nuevo sistema de distribución de agua y el estado de las obras prometidas por la provincia. Sin embargo, no obtuvieron respuesta a esa solicitud, aunque se pautó un encuentro.
“El año pasado cuando la intendenta tomó posesión, hicimos una asamblea y dijimos que íbamos a colaborar, que le íbamos a dar tiempo, porque en realidad la gente lo que quiere es tener agua apta para consumo humano, no quiere pelearse con la dirigencia de turno, pero lamentablemente pasan los meses, y no tenemos ninguna respuesta”, expresó Jiménez.
Vargas explicó a Salta/12 que Aguas del Norte llamó a una licitación para la distribución del agua con camiones cisterna, ya que el contrato con la empresa anterior se vencía en septiembre de este año. “El camión que está ahí lo maneja Aguas del Norte, el municipio no tiene nada que ver porque nosotros nunca abonamos al camión que hacía el reparto de agua y que proveía de agua al pueblo”, subrayó.
La intendenta dijo que su gestión constató que el camión que está en la plaza cubre todas las necesidades de higiene para distribuir agua para consumo humano. Advirtió que si el malestar de vecinos y vecinas era “por el empresario que antes solía tener la distribución del agua, eso es otra cosa”. Aguas del Norte no respondió a las consultas.
En cuanto a la solicitud de firmas a las personas que reciben agua a través de los camiones, Vargas dijo que no estaba enterada de tal situación. Su familia accede al agua con este sistema. “Nunca me han pedido que firme. Así que no te puedo decir si piden, ni te puedo decir por qué. Yo recibo el agua del tanque y nunca me han pedido la firma”, sostuvo.
Jiménez detalló por su parte que las familias reciben varios bidones diarios de agua de los camiones. Sin embargo, hay quienes no pueden hacerlo por imposibilidad física o porque no cuentan con recipientes para depositar el agua, con lo que "no se respeta el derecho humano al acceso al agua apta para consumo humano”, y así “nos están vulnerando nuestra vida cotidiana", afirmó.
En su caso particular, con una familia compuesta por dos personas, dijo que si no puede llenar los bidones con los camiones cisterna, tiene que gastar entre 32 mil a 36 mil pesos mensuales para comprar bidones de agua de 10 litros. “Una familia tipo gastaría unos 64 mil pesos por mes de agua embotellada”, alertó, señalando que el salario promedio en el pueblo es superior a los 250 mil pesos.
Obras que siguen sin llegar
En mayo de este año, el ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur, junto al presidente de Aguas del Norte, Ignacio Jarsún, visitaron el municipio y presentaron la obra de un nuevo pozo y el acueducto “San Carlos” para mejorar la provisión del servicio de agua potable en la zona. Con esta obra, el gobierno dijo que se prevé una inversión de más de 700 millones solamente en el pozo y 5 mil millones más entre acueducto y obras complementarias, que beneficiarán a 4.500 vecinos.
La nueva fuente tendrá una profundidad de 220 metros y generará un caudal de 150.000 litros por hora. Asimismo se ejecutará el acueducto San Carlos, de 16 kilómetros, cisterna, nexos y derivaciones hacia El Barrial. En tanto, en Animaná se visitó la obra de optimización de la planta potabilizadora, que se encuentra paralizada ya que se ejecutaba con fondos nacionales del Enhosa, tiene más del 90% de avance y la provincia se hará cargo de finalizarla con recursos propios.
Ya en diciembre de 2022, el ministro de Infraestructura, Sergio Camacho, visitó el pueblo y aseguró que llevarían adelante la obra que solucionaría la mala calidad y carencia del suministro de agua en el pueblo y en comunidades aledañas. Se trata de una perforación que se realizaría en los acuíferos del cono aluvial del río San Antonio, en la localidad de Animaná.
Si bien la Asamblea insistía en que se vuelva a reconectar la toma que conectaba con la vertiente de San Lucas, ubicada a 12 kilómetros de la zona urbana, tal como sucedía en la década de los 90, tras estudios que realizó el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) ese mismo 2022, se consideró que esa opción ya no era viable por el crecimiento poblacional en la zona. Además, porque se constató la presencia de boro y arsénico en los pozos de agua del municipio.
Ante ello, el ministro Camacho informó que la obra en Animaná se realizaría con un fondo fiduciario. Sin embargo, aún no efectúa ningún trabajo en la zona. La Asamblea denunció que Camacho no responde a sus consultas desde el año pasado, y que el secretario de Obras Públicas, Hugo de la Fuente, dejó de hacerlo desde hace tres meses. “Nadie nos atiende ni nos responde”, manifestó Jiménez.
Desde la cartera de Infraestructura se informó a Salta/12 que la licitación para la obra está en “stand by” porque aún se está trabajando en la donación del lugar donde se haría la obra. “Sale eso y sigue el proceso”, indicaron. En tanto, la intendenta Vargas recordó que la demanda de obras viene desde hace años. “Yo he seguido gestionando, he seguido buscando. La provincia tiene el interés de ponernos el agua, ya se llamó a licitación, ya está licitada la obra de la perforación del pozo, y lo único que nos está poniendo traba es el dueño del espacio donde se quiere perforar. Se está tratando eso para la donación, o si no, la provincia procederá a la expropiación”, adelantó.
En 2022 se aseguró a vecinos y vecinas que la obra se iba a hacer en 2023, pero “nunca se hizo absolutamente nada”, insistió Jiménez. Incluso el 31 de mayo del año pasado se emitió la resolución 1/23 del Comité de Crisis de Emergencia Hídrica de la provincia de Salta, que resolvió proponer al Ejecutivo Provincial como solución a la problemática de la calidad del agua en San Carlos, para disminuir la presencia de boro a los parámetros dispuestos por la normativa vigente, la planificación y ejecución de la obra denominada "Pozo Profundo en la localidad de Animaná - Acueducto Animaná- San Carlos", en el marco del Plan de Obras del Estado (decreto 3652/10).
“Hoy sólo tenemos promesas incumplidas. La provincia se había comprometido, y obviamente sus promesas siempre coinciden con las campañas electorales”, ironizó Jiménez. En los años de reclamos ya pasaron distintas gestiones provinciales y nacionales, y Jiménez dijo que ningún gobierno brindó una solución efectiva a la problemática del agua en su pueblo. “Este tema ya es un sufrimiento, porque aún hay muchísimas familias que no tienen agua, ni de mala calidad, ni nada, en su casa, porque no les pasan a dejar el camión del agua, por ejemplo”, expresó. “Parecemos de la época de la colonia, cuando pasaba el aguatero en el carro”.