La ley de Compre Argentino obtuvo media sanción ayer, con 188 votos a favor y 4 en contra, siendo el último proyecto en tratarse en la maratónica sesión. La propuesta, que ya había sufrido modificaciones en su tratamiento en comisión, eleva el porcentaje de preferencia por productos fabricados en el país en el caso de las pymes de 7 al 15 por ciento. También se incorporó un “piso de reserva” de mercado del 20 por ciento para bienes nacionales. La iniciativa oficial fue acompañada por casi todo el arco opositor en su tratamiento en general aunque hubo votos en contra, principalmente del kirchnerismo, en algunos artículos en particular. 

El proyecto de ley impone sanciones a empresas que incumplan estas obligaciones, las cuales comprenden desde el apercibimiento, multas de entre el 5 y hasta el 50 por ciento del monto del convenio hasta la suspensión (tres a diez años) para ser adjudicatarias de futuros contratos, concesiones o licencias.

Respecto del proyecto original se incorporó durante su tratamiento en comisión un Programa Nacional de Desarrollo de Proveedores, en sectores estratégicos, para así darle impulso a la industria, “la diversificación de la matriz productiva y promoción de la competitividad”. “Es una ley buena pero insuficiente. Y lo que me temo es que este Gobierno no la reglamente o no la aplique”, alertó el diputado Axel Kicillof (FpV-PJ). “Un Gobierno neoliberal nunca va a industrializar un país”, agregó el ex ministro de Economía. Otra de los cuestionamientos es que YPF queda afuera de esta ley.  

El diputado José Ignacio de Mendiguren (Federación Unidos por una Nueva Argentina) celebró la incorporación de un programa de desarrollo de proveedores, lo que permite a las pymes ponerse a la altura de la demanda gubernamental. “La Argentina tiene que salir del proceso de primarización que nos está llevando esta macroeconomía. Y para las pymes es muy difícil luchar contra esa macroeconomía”, agregó el empresario textil.