Ayer, a los 95 años le dijo adiós definitivamente a la Tierra el astronauta John Glenn, el primer estadounidense en orbitar el planeta, y el hombre más anciano en visitar el espacio, a los 77 años. “Hemos perdido un amigo”, expresó el presidente Barack Obama sobre quien también fue ex piloto de combate, ingeniero y ex senador demócrata durante un cuarto de siglo.

“El último de los primeros astronautas de América nos ha dejado, pero impulsados por su ejemplo sabemos que nuestro futuro en la Tierra nos obliga a seguir intentando alcanzar las estrellas”, dijo Obama, acerca del hombre nacido en Cambridge, Ohio, el 18 de julio de 1921.

Glenn, graduado en ingeniería, se alistó en el programa naval de cadetes de aviación en 1942, cuando decidió unirse a los Marines. 

Veinte años más tarde, en 1962, en plena carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética, a las 16.01 del 20 de febrero, a bordo de su cápsula Friendship 7 Mercury, el ya para entonces coronel Glenn, dio la vuelta completa a la Tierra; en 88 minutos y a una velocidad de 28.157 kilómetros, y logró recuperar terreno en la competencia por la supremacía espacial.

En total, Glenn hizo tres vueltas que le llevaron cuatro horas y cincuenta y seis minutos. Sobre el final, el recalentamiento en la temperatura de la nave hizo pensar lo peor. Pero Glenn logró caer al Atlántico, donde fue rescatado en perfectas condiciones. Fue recibido como un héroe nacional.

Un año antes, en abril de 1961, el soviético Iury Gagarin había realizado un vuelo orbital al planeta en apenas 108 minutos, una hazaña sin precedentes.

Muchos años antes, durante la Segunda Guerra Mundial, se había desempeñado como piloto de aviones de transporte, y en la guerra de Corea, en 1953, participó en diversas acciones de combate.

Cuatro años después de intervenir en la guerra de Corea, y cinco años antes de orbitar la Tierra, el 16 de julio de 1957, Glenn completó el primer vuelo supersónico transcontinental en un Vought F8U Crusader. El vuelo de California a Nueva York duró 3 horas, 23 minutos y 8 segundos.

En 1959 Glenn fue asignado a la NASA, como uno del grupo original de los astronautas para el Proyecto Mercury, con el que giraría alrededor de la Tierra tres años después.

Glenn abandonó la NASA en 1964 y pasó a dedicarse enteramente a la política por el partido Demócrata, y mantuvo una banca como senador por el estadio de Ohio durante un cuarto de siglo, entre 1974 y 1999.

De acuerdo con fuentes coincidentes fue Robert Kennedy, hermano del presidente John Kennedy, quien convenció a Glenn a lanzarse a la política. De hecho, Glenn se encontraba junto a Robert Kennedy cuando éste fue asesinado en 1968.

En 1976 Glenn llegó a ser considerado un posible candidato a vicepresidente para acompañar en la fórmula a Jimmy Carter, pero esa responsabilidad quedó con Walter Mondale. Glenn lanzó una precandidatura presidencial para las elecciones de 1984, pero la iniciativa no prosperó.

Los años no fueron un obstáculo para Glenn, que en 1998, con 77 años, decidió regresar al espacio a bordo del Transbordador Espacial Discovery. 

Como parte de un experimento para medir el efecto de ingravidez durante el envejecimiento permaneció nueve días en órbita, y se tornó el ser humano de edad más avanzada “en tocar las estrellas”, como graficó Obama. Glenn dijo entonces que lo que quería era animar a las personas mayores a no abandonar sus sueños.

En 1999 lo condecoraron con el Premio Príncipe de Asturias a la cooperación y, en 2012, Obama lo condecoró con la Medalla de la Libertad, la más alta distinción para un ciudadano de su país.

Hospitalizado desde hacía varios días, el hombre al que le gustaban los retos y batir records, estaba casado con Anna Margaret Castor, con quien tuvo dos hijos, David y Carolyn.

Ayer, desde el centro de estudios que lleva su nombre en la Universidad de Ohio anunciaron el deceso de Glenn, aunque por el momento no dieron a conocer las causas de su fallecimiento.

En 2014, había sufrido un accidente vascular cerebral y también tuvo que ser sometido a una operación por problemas con una válvula cardíaca.

“John Glenn es y será siempre el último héroe de su ciudad natal, y su fallecimiento nos entristece a todos”, informó el gobernador de Ohio John Kasich.