No sé sabe muy bien aún por qué, pero cada vez que Fantastic Negrito viene a tocar a Buenos Aires, causa revuelo. De hecho, hace 15 días en el programa de radio Todo pasa, de Urbana Play, Ca7riel, a propósito del Tiny Desk que protagonizó con Paco Amoroso, contó que el artista al que más le gustaría ver en vivo es el álter ego de Xavier Amin Dphrepaulezz. El revolucionario músico argentino no estaba al tanto de que su par estadounidense actuaría pronto en la ciudad. Lo hará este sábado 26 a las 21, en el Teatro Vorterix. Cuando el blusero atiende a esta entrevista desde San Pablo, se entera de la admiración del dúo por su música. “Lo mejor que le puede pasar a un músico como yo es que a los jóvenes les guste lo que hacés”, afirma. “No puedo sentir otra cosa más que emoción”.
Los recitales que el guitarrista, cantante y compositor estadounidense brindó en la ciudad siempre estuvieron marcados por alguna cualidad. Y ésta vez no será la excepción. Fantastic Negrito regresa a una semana de la salida de su nuevo álbum, Son of a Broken Man. En su país sólo lo pudo tocar en Nueva York, por eso el público argentino será uno de los primeros en todo el mundo en disfrutar de su flamante repertorio, así como de la novel formación que lo acompaña. Aparte de su amigo y socio, el tecladista Bryan Simmons, la banda actual tiene a Clark Sims en guitarra, Uriah Duffy en bajo y Damon Taylor en batería. “Esta gente nunca estuvo en Sudamérica”, avisa el músico de 56 años. “Me gusta cambiar de músicos para tener una sensación diferente cada vez que tocamos”.
De carácter autobiográfico, Son of a Broken Man cuenta la historia de Xavier antes de transformarse en Fantastic Negrito. La crudeza que hay detrás de cada relato es tal que no le bastó con el blues y el funk para recrear ese dolor, por lo que esta vez también acudió al rock, la gran novedad del disco. Si bien el tres veces ganador del Grammy ya había revelado la dificultosa relación que tuvo con su padre, ahora decidió ahondar en ese vínculo. “Los conflictos entre padres e hijos se remontan a miles de años atrás, pero pensé que si cantaba sobre eso también sería bueno para otras personas”, explica. “A veces tratamos de ser duros al hablar de esto y en este caso quise mostrarme vulnerable. Él me dijo muchas mentiras y me hizo un montón de cosas terribles, aunque no voy a negar que tuvo gestos buenos”.
Este séptimo álbum, el más personal de su discografía, explora en la familia, el engaño y el deseo humano de ocultar su verdadero yo. Pese a su bajada de línea constante, no sólo para él sino para sus hermanos, el padre de Xavier creó una falsa identidad, inventó un acento somalí y mintió sobre su ascendencia. “Cuando nací, él tenía 63 años. Como me tuvo muy mayor, pensaba como viejo”, evoca. “Un día me di cuenta de que mi apellido no era real. Ese descubrimiento fue muy importante para mí y para mi madre. También fue humillante. Creí que la vida de mi padre era extraordinaria, pero no era más que un mentiroso. No te imaginás el daño que eso puede causarle a un niño”.
Cuando tenía 12 años, su padre lo echó de casa. Ya consumía drogas, pero luego salió a venderlas e iba calzado. Nunca más se volvieron a ver. Dos años más tarde, Xavier vivía en tres lugares de acogida, y ahí se enteró de la noticia de que su progenitor había muerto. “En este disco hablo con él y le digo lo que hice con mi vida”, ilustra el asimismo filántropo y activista. “Creo que el trauma está bien y la decepción está bien, siempre y cuando las conviertas en algo bueno, en algo útil o en un álbum. También podemos convertirlo en pintura o en cocina. Podemos hacer algo grandioso.Siempre lo pensé de esa manera. Sé que no puedo mejorar el mundo con esto. Un gran paso para mí es cantar sobre algo que escribí o hacer un álbum sobre algo que tal vez todos experimenten”.
Kyu es el nombre del hijo de Xavier, y este disco tiene que igualmente ver con él. “Hablamos mucho al momento de hacer el disco”, sostiene. “En cada álbum que hago, desde que nació, hablo con él”. Por más que esa dialéctica familiar dio vida al disco, éste no es un álbum conceptual. “Cómo no lo va a ser si sólo habla de mí”, bromea el originario de Oakland. “Es algo realmente interesante, introspectivo y muy reflexivo. Siempre me pregunto cómo puedo ayudar a mi hijo y me parece que a partir de ahora lo haré haciendo discos. Será una manera de dejarle algún tipo de mensaje. Es en eso en lo que más pienso todo el tiempo. Significa mucho para mí poder expresarle que es lo que más amo en la vida. Tenés que decir lo correcto, tenés que decir lo más poderoso, tenés que decir la verdad”.
Tras el funk de cadencia reggaetonera “First to Beatry Me”, el álbum queda inaugurado formalmente con un temazo: el rock visceral “Runaway from You”, cuyo inicio evoca la ebullición de la apertura de “Whole Lotta Love”, de Led Zeppelin. A continuación, Fantastic Negrito baja 8 cambios con el R&B “I Hope Somebody’s Loving You”, en tanto que “Skirty" se comporta como un blues histriónico. “California Loner” es un groove con destino a ningún lugar, y “Devil in My Podcast” vuelve a pelar el fuzz, lo que pone al autor a manejar una jerga similar a la de Jack White. Aunque “Devil in My Pocket” se lleva el premio al rock libidonoso. De entre tanta oscuridad, emerge el funk luminoso “This Little Light of Mine” y el blues “Soul of a Broken Man” cierra el repertorio en medio de un oleaje de emociones.
“Lloré durante la grabación. Esa emoción se siente en mi voz, porque me vinieron muchos recuerdos de mi infancia”, confía quien sobrevivió a la calle y se dedicó a la música tras escuchar el disco Dirty Mind, de Prince. “Me faltaba una canción emocional. Entonces le pedí a m2 amigo Lionel (Holoman) que le pusiera muchas cuerdas al tema 'Soul of a Broken Man', porque era una historia muy dramática. Y funcionó”. El repertorio del álbum está compuesto por 14 canciones, aunque seguramente esta historia da para hacer muchas más. “Soy duro conmigo cuando compongo, pero cuando sale me ayuda a vivir. No hago música para sanar sino porque esto es lo que quiero. Pero está bien la palabra ‘curación’. Amo esta vida porque podemos ser creativos, útiles y productivos. Y al final del día alguien, en algún lugar, te espera para amarte”.