"Es inevitable antagonizar con este Gobierno nacional, y no porque tengamos la vocación de confrontar o de provocar, sino porque dice cosas muy discutibles en materia educativa", dice Alberto Sileoni, el director de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, que sintetiza una batalla que se presenta como dialéctica pero que en el fondo tiene que ver con la gestión y con lo profundamente político. 

En las últimas semanas, una de las últimas excusas libertarias para enfrentar a la gestión bonaerense se centró en la Educación Sexual Integral (ESI). En particular, se apuntó contra la presencia del libro Cometierra, de Dolores Reyes, en la currícula educativa como un ejemplo de "material inadecuado" para los estudiantes más jóvenes. La campaña se desarrolló a partir de publicaciones en redes sociales, videos de tiktokers y youtubers y también se trasladó en planteos en algunos colegios. 

Ante esta situación, y tras la apertura del Congreso Provincial de la ESI realizado en La Plata,  Sileoni defiende los fundamentos y objetivos de la ESI que, según dice, no sólo cumple con la ley, sino que es esencial para el desarrollo educativo y social de los estudiantes bonaerenses en todos los niveles.

En diálogo con Buenos Aires/12, Sileoni profundizó en los desafíos que enfrenta la ESI en un contexto donde el Gobierno nacional de Milei presenta una postura de rechazo a todo lo relacionado con la educación pública. El funcionario destacó la importancia de la educación sexual en las escuelas, el rol de las familias, la hipocresía de quienes toman posturas extremas frente a temas sensibles y la preocupación que existe sobre el presupuesto educativo para el próximo año. Además, expresó su interés por trabajar en conjunto con otras provincias para fortalecer la educación pública a nivel nacional.

--¿Qué piensa de las críticas hacia la ESI por parte del sector libertario y cómo describiría a este programa?

- Este Presidente fue aquel que dijo esa frase tan dolorosa, que ‘el Estado es un pedófilo en un jardín de infantes con nenes encadenados y bañados en vaselina’. A partir de esas afirmaciones tan obscenas que salieron de la máxima magistratura, nosotros también queremos luchar contra la hipocresía. Nos parece que el mejor ámbito para desarrollar esas temáticas es la escuela. Por eso, el programa de la ESI iniciado en 2022 tiene el propósito de cumplir con las leyes, tanto las leyes educativas generales que tiene la Nación y la provincia, como las leyes específicas de educación sexual. A partir de ahí lo que hicimos fue construir una política pública con agentes, con personas, porque la provincia es muy grande, muy vasta, entonces hay que llegar a los 135 distritos donde tenemos referentes de educación sexual. Hay que distribuir materiales, hacer capacitaciones. Y ya hemos distribuido una biblioteca muy ambiciosa de 1.200.000 libros en todo el territorio bonaerense.

--En cuanto al libro Cometierra, que fue el principal apuntado por críticas. ¿Por qué entiende que ese fue el blanco elegido?

-Es un libro multipremiado, traducido a una decena de lenguas. Es un libro que enviamos a las escuelas para ser leído por chicos del ciclo secundario superior, o sea, chicos de 16 años en adelante y en el nivel terciario. Lleva una recomendación de que debe ser leído con la presencia de un adulto, pero eso no lo dicen quienes critican. Hay un resguardo y un cuidado muy grande que hacemos en la lectura de ese libro. No es un libro para entregarlo sin ninguna intermediación. Pero también acá hay una gran hipocresía. Se escandalizan por una página de algún libro con contenido explícito, sexual fuerte, pero no se escandalizan de una situación que todos sabemos, que los chicos y chicas acceden a cualquier escena pornográfica a un solo click de computadora. Nos parece muy hipócrita que critiquen.

--Mencionó que la escuela es el mejor lugar para desarrollar estos temas. ¿Considera que el tema sigue siendo un tabú en el seno de las familias?

-Sigue siendo un tema difícil de tratar. No quiero establecer reglas generales, porque hay familias que lo pueden discutir y hablar más fluidamente, pero hay otras que lo encuentran más complicado, y a los chicos también les cuesta abrirse. Todavía dicen ‘esto no lo puedo hablar con mis viejos’, esta es una frase que se escucha recurrentemente en los pasillos de las escuelas. Entonces la ESI, que hace 20 años tenía una agenda más sencilla, hoy tiene una agenda mucho más rica y compleja también. Hoy abarca identidad de género, cuerpos, masculinidades, trata de personas, violencia en el noviazgo, discriminación y estereotipos en la escuela. Y es un ámbito de solicitud por parte de los estudiantes, de escucha. Hay una gran demanda a ser escuchados, es decir un ‘por favor, escúchennos’. Creo que hay una obligación de los adultos en escuchar esa demanda, en darle voz a los chicos y visibilizar algunas cuestiones que siempre son clandestinas, secretas".

-- ¿Esto también es parte del proceso de romper con el silencio entre los adolescentes?

--La escuela es una posibilidad para hablar de lo que no se habla en otros ámbitos. El gobernador dijo algo muy interesante, que es: ‘¿Cómo sabes si es normal lo que te pasa?’ Si vivís en una familia donde la violencia ha sido una circunstancia cotidiana, eso pasa a ser parte de tu normalidad. Allí la escuela tiene que poner una palabra y decirte: ‘Mirá, si te pasó tal cosa o tal otra, no es normal’. Los ámbitos de crianza son fundamentales, pero también son ámbitos de mucho silencio y opacidad. La escuela es un ámbito público, transparente, y está sujeto al escrutinio público. Eso también queremos defender y llevar tranquilidad a las familias. El mejor lugar para hablar de educación sexual integral es la escuela porque hay un adulto que puede poner una palabra. Porque ese chico o esa chica a veces no tiene palabras para ordenar todo lo que está viendo

--En un marco de ajuste en el financiamiento educativo y las dificultades que enfrenta el sector, se habla de que la ESI será una de las próximas “víctimas” de la motosierra.

-Es muy llamativo lo de la Nación. Hubo una capacitación en la Secretaría de Educación de la Nación que la dio una ONG chilena, que promovía la abstinencia sexual. Lo digo sin ninguna ironía, porque respeto todas las ideas. Lo que quiero decir es que fueron caminos que no tuvieron éxito. Porque a la vez que promueven esas conductas, desfinancian la ESI, desfinancian el plan Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), que era básicamente destinado a los adolescentes. Ambos habían tenido resultados en bajar la tasa de embarazos no intencionales. En 2010 esta tasa era del 13,1 por ciento y para 2022, apoyándonos en los datos del censo, bajó a 6,4 por ciento. Todo lo que proponen en materia educativa involucra el ajuste y la reducción del presupuesto. O sea que yo creo que el objetivo no pareciera mejorar las cosas, sino sacarle presupuesto a la educación. Eso está muy claro con la eliminación del Fondo Iniciativo Docente, la eliminación de la distribución de libros, no hay libros, no hay tecnología, hay mil obras paradas en la provincia de Buenos Aires, 80 de las cuales son obras educativas.

--¿Al día de hoy existe el diálogo con el secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell o con la ministra Sandra Pettovello?

-Con la ministra Pettovello no, pero con Torrendell sí. Nosotros tenemos un ámbito que debo reconocer que trata de funcionar civilizadamente, que es el Consejo Federal de Educación y allí discutimos, y cada provincia y la Nación expone sus argumentos. No tenemos modo de coincidir. Eso está claro porque forma parte de un gobierno agresivo con la educación, independientemente de las ideas que puedan tener algunas personas. Con un presidente como Milei que ha ido a una sola y se ha reído en la cara de los chicos y que dice cosas muy ofensivas respecto de la escuela pública, de los docentes, con ese modo de mirar la sociedad y de mirar la educación pública, resulta imposible coincidir.

-- ¿Existe alguna estrategia conjunta entre las provincias en materia de educación?

-Tenemos coincidencias con algunas provincias y con otras no. Hay muchas provincias, que coinciden con el lineamiento de la Nación o que no expresan disensos entonces no sabes qué piensan, y hay otro grupo de provincias con las que establecemos una discusión más decidida. No digo que seamos mejores o peores, pero la relación con el Gobierno nacional no es uniforme. Además, he visto que la Nación ha llegado a algunos acuerdos económicos con algunas provincias, y no todas las provincias somos tratadas de la misma manera en materia económica. Es una realidad que entendemos, pero no compartimos.

--¿Hay alguna certeza sobre el presupuesto de financiamiento educativo para 2025?

-Desde ya no tenemos expectativas de que aumente y de que corrijan algunas de las cuestiones que están desfinanciando. Hasta ahora no tenemos certeza de que eso pueda ocurrir, ojalá que sí, ojalá que modifiquen algunos de los objetivos que tienen. Porque si el objetivo es deficitar a lo que dé, bueno, es muy difícil que se pueda establecer el objetivo de mejorar la educación y recursos. Y si hablamos del conflicto universitario, los datos que dieron recientemente en el Congreso son datos falsos. Nosotros hemos llegado al 6 por ciento del PBI en 2013 y en 2015. Las veces que no hemos llegado hemos estado rondando el 5.7, el 5.8. No es cierto que no ha tenido éxito la distribución de computadoras. Aquel PBI que destinamos a la educación permitió construir 2.000 escuelas y permitió aumentar el salario de los docentes.