Cristina Kirchner puso en marcha su campaña "mano a mano" para llegar a la presidencia del Partido Justicialista y, luego de bajar nuevamente a territorio en una visita a la Universidad Nacional de Artes, publicó una carta para las afiliadas y afiliados del PJ desde la cuenta de X de su lista "Primero la Patria". "La Patria nos convoca", fue el título que encabezó el texto en el que llama "reconstruir el movimiento nacional que protagonizó los mejores momentos".
La ex presidenta definió las elecciones del próximo 17 de noviembre como un momento de quiebre para el peronismo, ya que no sólo se eligirá una nueva conducción del partido sino que "por primera vez en 35 años", los afiliados y afiliadas expresarán "su voluntad de qué peronsimo queremos para el futuro".
Cristina llamó a no "ignorar ni aceptar" las actitudes que diputados, senadores y gobernadores que llegaron a sus cargos bajo el sello del PJ tuvieron recientemente para favorecer al gobierno de La Libertad Avanza. La ex mandataria había cruzado a los senadores Eduardo Kueider y Carlos "Camau" Espínola, cuando entregaro sus votos para Ley Bases; y a los gobernadores Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, por favorecer al oficialismo en la raficación de los vetos presidencial a las leyes a favor de jubilados y universidades públicas.
En ese punto, Cristina marcó, sin nombrarlo, una diferencia con su competidor en la interna el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien ayer sumó el respaldo de Jaldo. “Trabajar con Quintela es una forma de ayudar al movimiento justicialista en todo el país. No pertenezco a La Cámpora ni soy kirchnerista, por lo tanto, este apoyo refleja nuestra posición clara y coherente”, dijo el gobernador peronista de Tucumán y aliado de Javier Milei.
"Cada dirigente, cada militante, cada peronista debe tener una conducta clara y una expresión concreta frente a la sociedad", señaló Cristina en su carta y sentenció: "Es que lo que está en juego en esta elección es el modelo de país que el peronismo le va a ofrecer a los argentinos y argentinas".
La ex mandataria también eligió diferenciarse del gobierno del Frente de Todos, bajo la presidencia de Alberto Fernández, al marcarle a los afiliados del PJ: "Me conocés y sabés lo que hicimos cuando nos tocó gobernar entre 2003 y 2015" y marcó la diferencia: "Cuando la lapicera del Poder Ejecutivo la tenía Néstor, primero, y la que suscribe, después".
Cristina ya había marcado esa diferencia en su reciente cruce por la red X con el presidente Javier Milei, a quien le recordó que él tiene la lapicera y no su vicepresidenta, Victoria Villaruel, con quien mantiene una relación tensa; trazando un paralelismo de su paso como vicepresidenta con Alberto Fernández. En ese cruce con Milei, CFK también resaltó algo que retoma en la carta: "No fue magia haber terminado 12 años y medio de gobierno con la Plaza de Mayo desbordada".
En las palabras para los afialiados y afiliadas, Cristina también marcó que la conducción que buscará imprimir al PJ no tendrá que ver con repetir las políticas de aquellos gobiernos kirchnerista sino que busca "dar cuenta y testimonio de lo hecho para que sea creíble lo que queremos hacer" y señaló que los ejes de los cambios que necesita el país los dejó expresados en su carta "Es la economía bimonetaria, estúpido".
La ex mandataria también dejó un dardo para la CGT, que marcó sus diferncias con la candidatura de Cristina y habló de "personalismos", y dijo que con su candidatura no busca nada para ella sino que lo hace "por responsabilidad política". "El pueblo ya me otorgó honores que nunca pensé alcanzar y la política me puso en importantes desafíos que creo haber cumplido", les dedicó a sus detractores.
"Creemos que el peronismo puede volver a ser la herramienta que, junto a otras fuerzas políticas y sociales, permita reconstruir el movimiento nacional que protagonizó los mejores momentos de la Patria. Es la patria la que está en peligro y la que nos convoca en este momento de odio y destrucción que encarna el gobierno de Javier Mieli y su socio, Mauricio Macri", concluyó.