En el marco de las actividades de homenaje al destacado artista francés Marcel Duchamp (1887-1968), de quien se cumplen 50 años de su muerte en 2018, se realizó la puesta en valor de la fachada del edificio que lo alojara temporalmente durante su breve estancia en nuestra ciudad. Se trata del edificio ubicado en la calle Alsina 1743/45, donde el padre del arte conceptual, reconocido por sus “ready-made”, habitó en la ciudad de Buenos Aires entre 1918 y 1919. El autor de la pintura “Desnudo bajando una escalera” y creador del famoso urinario rebautizado “Fuente” tuvo un paso fugaz y algo misterioso por esta ciudad de Buenos Aires, donde tuvo su taller en la calle Sarmiento 1507, sitio en el que funciona actualmente la plaza seca del Centro Cultural San Martín. No se sabe con exactitud por qué Duchamp llegó hasta aquí, en un barco que demoró 26 días. Probablemente escapando de la Primera Guerra Mundial. De su estadía en Buenos Aires se tiene poca información, aunque se sabe que jugaba todas las noches al ajedrez, una de sus grandes pasiones. Su impresión de la ciudad distaba mucho de ser positiva, según se desprende de algunas cartas que envió: “Buenos Aires no existe. No es más que una gran población provinciana con gente muy rica sin pizca de gusto que todo lo compra en Europa”. La restauración de la emblemática fachada de la calle Alsina fue realizada por la Gerencia Operativa de Casco Histórico, dependiente de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico del Gobierno de la Ciudad, como parte de las actividades de formación y práctica de los alumnos de la Escuela Taller de Casco Histórico.
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