La caída de River en el campeonato se detuvo, y las tres derrotas en cadena, con la particularidad de que una de ellas fue ante Boca, empiezan a quedar atrás lentamente. A pesar de que continúa lejos de ofrecer una versión destacada, la victoria de ayer ante Unión sirve para reencontrarse con el éxito después de seis partidos. Mientras el equipo busca su reestructuración para el 2018, le apunta al objetivo más modesto que se había planteado: la Copa Argentina. Y para ello parece haber encontrado un hombre en el arco que le brinde tranquilidad. Enrique Bologna tuvo su oportunidad ante los santafesinos, y respondió con acierto cuando fue exigido. Seguramente, el ex Bandield se perfila para manternerse en ese lugar, hasta la llegada de un arquero de renombre.

Bologna fue observado con atención por Marcelo Gallardo, quien se retiró conforme después de ver cómo evitó la caída ante Mauro Pittón primero, y frente a Gamba después. El público también le transmitió su aprobación: fue aplaudido en la primera pelota que tomó, y más tarde recibió una ovación en la última de aquéllas dos acciones. Las fallas de Lux y de Batalla le permitieron a Bologna tomar ese lugar, y hasta el momento no evidenció nerviosismo e inseguridad.

El otro que sostuvo la estructura de River ayer fue el capitán Ponzio. El experimentado volante acomodó a sus compañeros, cortó los circuitos de los visitantes, y también tuvo inteligencia para hacer circular la pelota con criterio para buscar las salidas correctas. A partir de él, jóvenes como De La Cruz o Gonzalo Martínez se fueron contagiando para aportar algo diferente en los últimos metros de la cancha.

Sin embargo, a River le costó llegar al gol por el orden que mostró Unión. El grito apareció a los 26 minutos del segundo tiempo, a través del colombiano Borré, quien cabeceó abajo del arco luego de que Scocco tocara la pelota con un golpe de tijera.

El duelo se empezó a definir seis minutos más tarde, cuando el propio Borré se cayó en el área y el árbitro Loustau interpretó que fue falta de Gómez Andrade. El penal fue ejecutado por Martínez con precisión, para asegurar un triunfo que se necesitaba, luego del varios golpes.

Unión también tuvo sus ocasiones para convertir, pero entre la falta de puntería y Bologna se lo impidieron. Y así, de a poco, River empieza a levantarse.