Omakase al paso
Ubicado en el transitado paseo Viaviva del Barrio Chino de Belgrano, Cruz Omakase se define como el primer omakase japonés con formato “de paso” en Buenos Aires. Más allá de las mesas sobre la calle peatonal, lo mejor es sentarse en la barra alta frente al sushiman, y pedirle que sea él el que decida qué comer cada día. Hay opciones de seis pasos, incluyendo 12 piezas de nigiris y rolls distintas ($24000) y de ocho pasos, que suma 18 piezas a $34000 (en este último caso, incluye también una bebida sin alcohol o copa de vino). También es posible pedir la experiencia del hand roll (cuatro piezas generosas a $19000). Todo se prepara en el acto, utilizando un sabroso arroz condimentado y pescados de calidad. El hand roll de vieiras, por ejemplo, viene con manteca japonesa y furikake de atún; el de salmón trae salsa coreana y furikake de huevo; el de pesca del día lleva siempre una mayonesa spicy, un furikake de la casa y láminas de cebolla verdeo. Si el hambre persiste, es posible pedir otras opciones de la carta, pagando por unidad ($4500): el de calamar es uno de los más recomendados: tiene manteca japonesa, jugo de lima, crema de wasabi y calamar flambeado, imperdible. También ofrecen versiones vegetarianas, conviene consultarlas cada día.
Como el nombre lo dice, Cruz apuesta al omakase como modo de servicio, symando una completa variedad de productos y formatos de sushi, entre nigiris, rolls, sashimis y hand rolls. Una aproximación a la tradición japonesa con buena cuota de creatividad, recorriendo pescados y mariscos en sus distintos modos de preparación. Para acompañar, la carta de vinos es completa y coqueta, diseñada por el sommelier Francisco Tessey, uno de los propietarios de esta casa. Más relajado, también se puede pedir algo para take away, luego cruzar justo enfrente para elegir una botella de vino en Cruz Vinos (winebar y vinoteca de los mismos dueños), para finalmente ir a la plaza de las barrancas de Belgrano e improvisar un picnic de aires nipones. Un combo para la primavera.
Cruz Omakase queda sobre el paseo Vivaviva, Local 311 (entrada por Mendoza 1730). Horario de atención: todos los días de 12 a 24. No trabajan con reservas. Instagram: @cruzomakase.
Tacos japoneses
Cerca de Retiro, a dos cuadras de la arbolada Plaza San Martín, Kuro Neko se presenta como una barra de “nori tacos”, una suerte de hand roll que lleva la típica base de alga nori, pero que en este caso se fríe en tempura, ganando así una textura crocante y un sabor propio, en los distingue del resto. Con toques de fusión nikkei peruana-japonesa, y algunos detalles orientales en la decoración, el lugar es acogedor. Hay dos barras: una para pedir tragos clásicos, coctelería de autor (como el SAI, que viene con sake, pomelo ahumado, jugo de limón, Sprite y fernet, $7200) y diferentes limonadas de la casa (vale la pena probar la AKA, con hibiscus, sorrel wine, limón y soda, a $4200); la otra barra es de cocina e invita a descubrir nigiris, hand rolls y nori tacos al por mayor. Se puede pedir a la carta o en combos, que valen entre $9000 y $17000, depende de la cantidad de piezas (siempre sin bebida). La casa sugiere empezar con unas piezas de nigiri (vienen en duplas), para luego continuar con hand rolls y finalizar con el nori taco. El nigiri Nikkei es de pesca blanca con salsa nikkei ($6900) y el Crunchy Garlic trae pesca blanca, crocante de ajo y chile, ($6900), ambos son muy sabrosos e intensos. A la hora de elegir los hand rolls, resalta el Humberto Sato (vieiras, chili garlic, limón, manteca japonesa, $5000), el Wong (langostinos, mango, kabayaki y jengibre, $5000) y el Pasión (trucha, manteca japonesa, garrapiñada de quinoa y mayonesa picante, $4500). Como buen final, se puede terminar con el nori taco Trout, que viene con trucha, mango, furikake andino y jengibre encurtido ($5000).
Abierto todo el día, y aprovechando el ritmo del barrio céntrico, al mediodía hay menú ejecutivo que tiene precio inmejorable: son dos pasos con bebida a solo $11000 (a elegir entre nori taco o hand roll, además de chirashi y agua o limonada).
Un descanso de aires japoneses en una de las zonas más transitadas de la ciudad.
Kuro Neko queda en Paraguay 831. Horario de atención: de lunes a sábado de 12 a 24. Instagram: @Kuroneko.ar.
Dos en uno
Más allá de sonar japonés, el nombre de Nakuri Urinaki es en realidad un juego de palabras creadas por los mismos dueños: “Nakuri” viene de Nacho Bravo, “Urinaki” de Uriel Hendler, dos amigos que se unieron para crear esta propuesta especializada en sushi, tiraditos, hand rolls y afines, todo con carne de novillos criados 100% a pastura. Acogedor, con personal muy atento, diferentes espacios y un piso superior, el lugar nació en exclusiva como omakase, pero hoy en día sumaron también la opción de pedir a la carta. Ofrecen una propuesta japonesa-argentina, con la idea original de fusionar lo mejor de dos mundos: el delicado sushi japonés con la potente parrilla argentina.
En la carta figura un hand roll que es una de las estrellas del lugar: es de pechito de cerdo y kimchi de pepino y cilantro, que se presenta abierto para armar a gusto de cada comensal ($4500). Para quien prefiera elegir la opción omakase ($45000 por persona, con un cóctel y un agua incluidos), en uno de los pasos se suma el hand roll de molleja, otra de las joyas locales.
La propuesta suma en total once pasos, incluyendo empanada de mar y tierra (rellena de calamar y morcilla), gyozas de cerdo, tiradito de molleja con salsa nikkei, tataki de bife de chorizo con alioli ahumado, merken y furikake, los dos hand rolls ya mencionados, una trilogía de nigiris (lomo con huevo de codorniz, molleja y lomo marinado), tiradito de entraña con yema curada y una torta tres leches con miso.
A diferencia de la mayoría de los omakase locales, en este caso todo lo que ofrece como parte del servicio dirigido por el sushiman, puede también pedirse directamente de la carta. Y, como originalidad, los días de apertura van solo de miércoles a viernes, ya que sábados y domingos el restaurante se convierte en otro, a modo de un Jekyll & Hyde gastronómico. No sólo cambia de nombre, sino de propuesta: en los fines de semana el lugar se llama Casa Pasto, y se especializa en la más clásica parrilla argentina.
Nakuri Uninaki queda en Nicaragua 4557. Horario de atención: miércoles a viernes, de 20 al cierre. Instagram: @nakuri_urinaki.