El gobernador Maximiliano Pullaro nunca encontró muchas razones para disputar con el presidente Javier Milei y de los tibios reclamos por los fenomenales recortes que sufrió la provincia, se ha pasado a la anomia que rige la relación. De los repetidos viajes del ministro de Obras Públicas y senador provincial en suspenso (un hecho inédito en Santa Fe) Lisandro Enrico, sin resultados a la vista en diez meses de gestión; las reuniones con funcionarios nacionales que nada pueden decidir o resolver, se fueron espaciando hasta desaparecer en el aire.

Pero hay otras razones más prácticas y tangibles que explican la decisión del mandatario santafesino. La última encuesta de Zuban, Córdoba & Asociados señala claramente que Milei es superado en imagen positiva por todos los gobernadores provinciales. Pullaro no es la excepción: mientras él conserva un 54,1% de adhesiones (otra encuestas lo ubican cerca del 60%) el presidente suma 50,9% de imagen positiva en la provincia. El gobernador lo supera, pero es todavía muy importante el respaldo al libertario en este territorio.

En lugar de confrontar la idea es usar el impulso de la política bestial para avanzar. Así el gobierno santafesino responde que está en condiciones de hacerse cargo de tal o cual cosa que haya suprimido la nación. Pasó con las rutas abandonadas, el déficit de la Caja de Jubilaciones, la vacunación contra el dengue y el dragado de la hidrovía a la altura del puerto de Santa Fe. En realidad, es imposible que la provincia pueda hacerse cargo con recursos propios de todo lo que aserró la nación.

La cuestión llegó al paroxismo esta semana cuando el presidente del directorio de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), el radical Hugo Marcucci; reconoció que la nación no podrá en este verano caliente entregarle a Santa Fe la cantidad de megavatios que se necesiten. El funcionario ya estableció que la culpa no será de Milei ni de la EPE cuando se corte la luz, sino de “los años de populismo”.

Con todo, Pullaro subraya sus diferencias discursivas en materia productiva. Una agenda que para Milei ni siquiera existe. Claro que en Santa Fe, y en esta cuestión también han caído muchos dirigentes del peronismo del centro-norte provincial, se destaca más que nada la producción agrícola en desmedro de la producción industrial que es la que genera y contiene la mayor parte de los puestos de empleo registrados. Y se insiste en una “salida federal” que hoy más que nunca es una quimera inalcanzable. El capitalismo financiero rige al gobierno nacional, y esa exacerbación económica no tiene sedes provinciales.

El gobernador fue claro en el debate por el financiamiento a las universidades: No habló mucho, pero los legisladores nacionales más cercanos del radicalismo votaron en contra del veto presidencial. No levantó el teléfono para tratar de convencer a sus socios del PRO que siguieron las órdenes de Mauricio Macri y acompañaron a Milei. Además, la diputada nacional ultrapullarista Melina Giorgi acaba de romper el bloque de la UCR para irse con Martín Lousteau y Facundo Manes, para alejarse de los “radicales con peluca”. En cambio, Mario Barletta sigue en la bancada que conduce Rodrigo de Loredo. Pullaro hace equilibrio interno y frentista en pos de solidificar su conducción indiscutida en Unidos.

Tampoco intercede en la sorda batalla que enfrenta a los socialistas con el intendente Pablo Javkin en Rosario. El intendente es su aliado y juntos tienen planes para el futuro, pero el socialismo es un socio calificado que tiene una idea fija: recuperar Rosario para volver a darle al partido el protagonismo perdido.

Esta semana se vio otro chispazo entre la ex intendenta y diputada nacional del socialismo Mónica Fein y Javkin por la noticia de los terrenos públicos que por decreto Milei pondrá a la venta en la exclusiva zona de Puerto Norte. “Es un negocio para amigos”, disparó Fein mientras que para el intendente puede ser “una oportunidad” para que desarrolladores privados “integren el sector”. Dos visiones absolutamente contrapuestas de la ciudad y del gobierno nacional. Frente al río Paraná, en una zona rodeada de edificios de alta gama, el gobierno de Milei pone a la venta 80.564.78 m2 en total, divididos en seis parcelas. El decreto incluye otros codiciados lotes en la capital provincial y en el cordón industrial cercano a San Lorenzo. A pesar de que todo ocurre en su provincia y de que es inédito que el gobierno nacional tome decisiones sobre tierras públicas sin consultar a las provincias, Pullaro no se expidió al respecto.

Un tiro para el lado de la justicia

Mientras tanto, esta semana el gobernador retomó su embate contra la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. En este punto se destaca porque ni Milei que ataca en todos los frentes, se animó a ir contra los miembros del máximo tribunal. Pullaro ya dijo que quiere renovar la Corte porque ésta "no puede dar respuesta a lo que la sociedad necesita", sin aclarar qué es lo que eso significa. Para conseguir su objetivo el gobernador tiene de "rehenes a los empleados del poder judicial", como dice el secretario general del gremio en Rosario, Jorge Perlo. Hace diez meses que no firma los ascensos y la incorporación de personal que hace más de un año rindió los exámenes de ingreso. Tampoco se cubren las vacantes a excepción de la nueva Cámara de Ejecución Penal que el gobierno provincial acaba de crear.

Precisamente, el acto de jura de estos nuevos jueces cuyos pliegos fueron aprobados en la Legislatura en medio de un escándalo con la oposición por los resultados de los exámenes de los postulantes se trasformó en un escenario de guerra. Los ministros de Gobierno, Fabián Bastía, y de Seguridad, Pablo Cococcioni, ingresaron a los tribunales de Santa Fe en medio de una sonora protesta de los judiciales que los insultaron y de donde sólo pudieron salir escoltados por la policía.

Sin embargo, ambos ministros minimizaron el choque con los trabajadores de la justicia y dijeron que todo lo que estaba pasando era responsabilidad de la conducción del Poder Judicial: la Corte Suprema.

A esa altura, el presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, ya había dicho que Pullaro "quiere corrernos para poner a sus amigos". Ya se perdieron todos los modales porque Bastía respondió que eso "habla más de ellos que de nosotros. Gutiérrez ingresó a la Corte por ser primo de Carlos Reutemann, Eduardo Spuler porque era su abogado y Roberto Falistocco porque se encargó de la Ley de Lemas en época de (Víctor) Reviglio", cerró el ministro trayendo al presente 30 años de historias de poder santafesino.

Gutiérrez, el enemigo personal de Pullaro, muestra espaldas para resistir y lo desafía al gobernador con que la única forma que tiene de removerlo es "mediante un juicio político". No todos son tan fuertes. María Angélica Gastaldi ya anunció que deja su poltrona en abril próximo y dejó en claro que es "por los ataques constantes" del Poder Ejecutivo.