Desburocratizar el Estado, promover las inversiones y facilitar la vida cotidiana del vecino. Esa es la premisa del plan de modernización que puso en marcha la Municipalidad de Rosario con la derogación de ordenanzas en desuso y la eliminación de tasas municipales. También se digitalizan la mayoría de los trámites municipales para avanzar hacia la “despapelización” en la administración pública. La derogación de ordenanzas comenzará a discutirse este miércoles en la comisión de Gobierno del Concejo Municipal. “Hay muchas cosas que se han ido acumulando en años de burocracia y es correcto resolver y simplificar. Lo podemos hacer porque avanzamos en la digitalización y eso nos resuelve muchas cosas, pero hay que acompañarlo con cambios a nivel de la normativa”, explicó el secretario de Gobierno, Sebastián Chale, en diálogo con Rosario/12.
—¿Cómo resumirías este paquete de modernización que lleva adelante el municipio?
—En primer lugar se buscan eliminar aquellas normativas que quedaron obsoletas. En segundo lugar buscamos darle velocidad a algunos trámites y eso es un proceso que queremos sostener en el tiempo, porque a medida que avanza la tecnología y la digitalización de procesos, hace que muchas normas, y te diría que algunas reparticiones municipales, queden inadecuadas para el fin que tenían. El tercer objetivo es darle un impulso a la actividad económica y la inversión. Muchas veces las demoras en la aprobación de un permiso de edificación, o de una habilitación, genera que ese proyecto se caiga. Sobre todo en un país económicamente inestable como el nuestro.
—¿Qué soluciones trae esto a los vecinos de la ciudad?
—La principal solución es la posibilidad de resolver de una manera ágil cosas que históricamente han tenido dificultad. Para darte un ejemplo, si antes por error pagabas dos veces la tasa municipal había que hacer un trámite para que se reconozca ese pago en favor del contribuyente. Hoy generamos una suerte de cuenta unificada y al contribuyente que pagó dos veces, automáticamente se le va a acreditar ese dinero a favor en la siguiente factura, sin necesidad de hacer nada. En otros casos había tasas que se cobraban de manera duplicada, cuando no tiene ningún sentido que así sea. Lo que buscamos es facilitar la vida cotidiana, no ser un obstáculo. Por supuesto que sin corrernos del rol de control que tenemos. Hay muchas cosas que se han ido acumulando en años de burocracia y es correcto resolver y simplificar. Lo podemos hacer porque avanzamos en la digitalización y eso nos resuelve muchas cosas, pero hay que acompañarlo con cambios a nivel de la normativa.
—¿Cómo se van a instrumentar estos cambios?
—El paquete que se anunció tiene ordenanzas que hay que derogar, eliminar o reformar por otras y eso se va a tratar en el Concejo. Por ejemplo, la eliminación de tasas. Después, desde el Ejecutivo todas las semanas estamos aprobando decretos que tienen que ver con estas reformas. Esta semana avanzamos con un decreto que tiene que ver con pequeñas obras particulares, modificando el trámite mediante el cual se puede declarar la ampliación de una propiedad o de una vivienda.
—¿Qué beneficios trae esto?
—Que ahora se hace de una manera mucho más simple y facilita la pequeña construcción. Es un permiso que demoraba unos cinco meses. Entonces, ante esa situación los vecinos optaban por construir y después regularizar, cuando se trata de una ampliación o una obra pequeña en su casa. Eso genera muchos problemas para el contribuyente, pero también para el municipio. Hoy hacemos más fácil el trámite, a partir de una declaración más simple del propio contribuyente. Se puede presentar el pedido a través de un profesional y comenzar la obra.
—¿Cuántas ordenanzas se derogan?
—Un equipo de abogados de distintas áreas revisó alrededor de 5.000 ordenanzas. Vamos a estar eliminando un buen número, alrededor de 800 ordenanzas. Pero todas esas deben pasar previamente por el Concejo. Algunas ya las enviamos y otras estamos por enviar. Después hay decretos que reducen y eliminan algunos trámites y en algunos casos reducen procedimientos que teníamos en el municipio.
—¿Cómo creen que se dará ese debate en el Concejo?
—Hay cosas van a tener un curso más rápido, porque son obvias y resulta difícil mantenerlas. Por ejemplo, la obligación de publicar las licitaciones en el transparente de la Municipalidad. Nosotros lo seguimos haciendo, pero hoy todo eso se publica en la web porque es más ágil y te diría que hasta más democrático. Pero después hay otras ordenanzas que requieren de un análisis más en detalle y donde se dará un debate necesario. Una de las que entró en este paquete legislativo tiene que ver con el pedido de la factibilidad de servicios para construir una propiedad de determinada altura. La factibilidad siempre se obtiene, pero es un trámite que lleva mucho tiempo. Nosotros lo que queremos es que todos los edificios y desarrollos nuevos tengan su servicio el día que son ocupados. Por supuesto, lo que vamos a hacer ahora es exigir un final de obra con los servicios ya integrados y en funcionamiento en cada nueva unidad de vivienda, pero hoy lo único que hacemos es generar un obstáculo burocrático. Eso seguro requiera de algún análisis o debate en el Concejo, pero nosotros estamos convencidos de que es la mejor salida para resolver esto que lo único que demora en el inicio de una obra o inversión.
—¿Cuántas tasas se eliminan?
—Habíamos eliminado unas 20 tasas el año pasado y ahora eliminamos unas 10 más. Son tasas que en general no tienen un mayor impacto desde el punto de vista de la recaudación, pero que generaban inconvenientes para cualquier trámite. Operaba más como un obstáculo para el funcionamiento del municipio y del vínculo con el contribuyente que una solución desde el punto de vista de la recaudación. En concreto, redujimos al mínimo posible la cantidad de tasas municipales para hacer mucho más claro el concepto por el cual te cobran algunas tasas y servicios al contribuyente.
—¿Se eliminan algunas tasas vinculadas a controles o inspecciones? ¿Eso no puede generar un perjuicio?
—En general las tasas que eliminamos no afectan sustancialmente el control y la supervisión, en absoluto. Pero también es cierto que no se puede pensar en un municipio que reduzca gastos y a su vez controle todo lo que pasa en la ciudad. Son términos contradictorios. Nosotros tenemos que asumir una visión en donde haya una responsabilidad privada. Un comerciante, un emprendedor, un empresario que tiene una obra en construcción asume responsabilidades civiles y está bien que así sea. Es parte del riesgo empresarial y no se puede cargar o trasladar eso enteramente al sector público. El Estado tiene que controlar y fiscalizar, pero no necesariamente tiene que estar en todo, sobre todo lo que pasa puertas adentro de un establecimiento.
—¿Qué medidas se tomaron en cuanto a habilitaciones?
—La principal es que eliminamos la licencia de uso de libre afectación (Lula) en los casos en que hay actividades que no generar ningún riesgo en el entorno. Ese trámite, que tenía un promedio de 30 o 40 días de demora, lo eliminamos definitivamente en el trámite de habilitación.
—¿Qué trámites se digitalizan?
—Prácticamente todo. Sigue habiendo algunas instancias presenciales, lógicamente la inspección de un local se tiene que hacer de manera presencial. Pero toda la carga de archivo se hace por expediente digital. Y además, todo lo que se sube en ese perfil digital ya queda cargado y no se deben presentar los mismos documentos cada vez que se hace un trámite.
—¿La boleta de TGI no va a llegar más en papel?
—No, a partir de 2025 se elimina la boleta en papel. Los vecinos van a poder descargar su boleta de TGI de manera ágil, como hace en otros servicios. Vamos hacia una despapelización completa, como hizo la provincia también.
—¿Cuántos perfiles digitales hay?
—Hoy tenemos alrededor de 350 mil. Eso es ya un número razonable entre contribuyentes y personas que hacen trámites habitualmente. Pero hoy solamente son personas físicas: a partir del mes que viene vamos a incluir a las personas jurídicas como comercios e industrias.
—¿Qué es el día de la derogación?
—Queremos tomar un día donde todos los años mandemos algunos proyectos al Concejo y además generemos una serie de simplificaciones de trámites que tengan que ver con desburocratizar el Estado.
—¿Qué plazos estiman?
—En esta primera etapa se va a estar implementando todo lo que anunciamos antes de fin de año. Pero es un proceso continuo y la intención es seguir en ese camino.