“Como empleados del banco queremos devolverles algo a los hermanos bonaerenses, siendo que hoy tenemos el primer gobernador que dice que el banco es de los bonaerenses”, señala José Millán. Trabajador del Banco Provincia, en pandemia impulsó junto a un grupo de empleados la recolección y reparto de alimentos en escuelas. El acompañamiento fue tan amplio, que apostaron por la construcción de aulas tecnológicas en escuelas primarias de la provincia. En pocas semanas, se viene la décima inauguración.
Millán está al frente de Amigos Solidarios, la Asociación Civil que decidió fundar cuando, luego de dar los primeros pasos en un 2020 envuelto en barbijos, la labor colectiva adquirió músculo en 2022. “Hicimos una conexión con la Antártida, con la Base Carlini, donde los chicos interactuaron con los científicos que se emocionaban, lloraban antes las preguntas de los chicos”, recuerda quien cumple, hace 36 años, el rol de chofer en la sede central del BAPRO.
Así, trae a la conversación relatos que grafican el resultado del trabajo de la asociación. Hoy se aprontan a abrir las puertas del aula tecnológica N°10, que consisten en acondicionar o construir un espacio dentro de una escuela primaria y equiparla con televisión de última generación, tablets, proyector, servicio de wifi y electricidad, entre otros componentes, para desarrollar un aula virtual que amplíe las herramientas educativas de los jóvenes. A la fecha, más de 5 mil chicas y chicos están conectados a través de esta iniciativa.
“Somos muchos profesionales en el banco que se recibieron a través de la educación y hoy está muy bastardeaba la educación pública”, indica Millán. “Sabés cómo te duele ver lo que se está haciendo con las universidades”, dice.
El trabajo de Millán encontró eco en varios intendentes, lo que le permitió avanzar con mayor fluidez en algunos municipios porque, una vez que se conoció la iniciativa, la oleada de demandas se hizo presente. “Nosotros hoy somos 105 socios, que aportamos, que buscamos donaciones, y que le ponemos el hombro para que esto siga creciendo, pero es importante la colaboración de las municipalidades”, apunta.
El 1 de noviembre, Millán estará en Villa Gesell donde se cortarán las cintas de la nueva aula tecnológica. Será la cuarta en el distrito costero. “Esperamos poder contar con una en cada escuela de Gesell que en total son ocho, así que nos faltan cuatro”, señala Gustavo Barrera, intendente gesellino.
Desde su experiencia, Barrera sostiene que, el respaldo y la confianza para con la asociación civil tiene un punto neurálgico en que son empleados del Banco Provincia, a pesar de que el banco no tiene ningún tipo de vínculo directo con la asociación. “Además, hablando con José y el equipo te das cuentas de qué tipo de personas son, se va generando el vínculo y se avanza con los proyectos”, apunta el intendente.
“Es un grupo de trabajadores comprometidos con la educación pública y, por la forma de encarar el trabajo, quizás a no se nos hubiera ocurrido a nosotros”, sostiene Barrera.
Para Millán, lo vivido en Villa Gesell lo “emociona”. Lo contactaron, cuenta, desde el Concejo Escolar y luego entabló relaciones con el Ejecutivo local. Lo que comenzó con un aula en Mar Azul, hoy se transformó en una gesta para que “los chicos tengan la opción de crecer a través de las nuevas tecnologías”. Incluso, en una de ellas se instaló un Tobii, un dispositivo de seguimiento ocular que le permite a chicas y chicos con dificultades motrices manejar una computadora con los ojos.
Hoy hay aulas tecnológicas tanto en Gesell, como en Pilar, Almirante Brown, La Plata, José C. Paz y Morón. “La columna de todo esto son las directoras de escuela y los docentes que forman parte de nuestro grupo”, remarca Millán. Así, como también, destaca la labor de sus compañeros bancarios. Entre ellos, los arquitectos que se sumaron a la iniciativa y hacen la evaluación técnica para construir las aulas, así como el equipo de informática que se encarga de decidir los equipamientos necesarios y su posterior instalación.
Las primeras aulas
Millán comienza el recorrido histórico de Amigos Solidarios con un hecho que marcó la vida de la humanidad: la pandemia. Cuenta que, por los primeros meses de aislamiento, se gestó la idea de que entre los empleados se organice una colecta para comprar alimentos y llevarlos a escuelas donde las condiciones económicas fueran comprometedoras. “Aportaron desde gerentes a mecánicos y choferes”, relata.
La propuesta surtió efecto. Leche, chocolate, yerba, azúcar, galletitas, alfajores, agua y jugos, eran parte de las bolsas que los trabajadores del BAPRO llevaban a las escuelas. “La idea era que la familia se integre en la mesa y que los chicos disfruten la merienda, que no se sientan mal por buscar la bolsa de alimentas porque mucha gente era la primera vez que hacía la cola para recibir comida”, señala Millán.
Así, en una de los tantos repartos donde alcanzaron, según cuenta, a llevar entre 400 y 500 a los colegios, una nueva idea corrió por la cabeza de Millán. Fue en Rafael Calzada, cuando un docente le llevaba la tarea a su alumno y los cuatro hermanos. “Lo vi y le dije que lo llevaba, y ahí vi que faltaban recursos informáticos y se me vino la idea de las aulas tecnológicas para todo lo que eran los zooms”, recuerda el trabajador nacido en Morón y presta servicios en la Casa Central del BAPRO, donde tiene su oficina el presidente de la institución, Juan Cuattromo.
“Ahí empezamos a comprar tablets, nos donaron una computadora, llevamos 15 tablets y un televisor, y el 1 de julio de 2021 teníamos la primera aula”, relata Millán. Luego, dice, fueron a Claypole, donde también se construyó, y “de repente teníamos que chicos de El Palomar estaban interactuando con chicos de Claypole”.
Las experiencias se multiplicaron y las propuestas educativas también. A la conexión con la Antártida se le sumó una visita, tanto presencial como virtual, a la sede de ARSAT. “Hablamos con el gerente de relaciones institucionales y, de tanto insistir, nos permitieron entrar con 60 chicos de cuarto y quinto grado de Mar Azul y de José C. Paz”, rememora. Remarca que los intendentes pusieron los colectivos. “Los ingenieros lloraban porque los pibes les hacían preguntas de manera directa y virtual y se habían preparado para ir”, relata Millán.
Además, organizaron excursiones y visitas a lugares históricos. "Había chicos que no conocían la Plaza de Mayo", señala. A la caminata frente a la Casa Rosada, Millán le sumó una recorrida a la Casa Central del Banco Provincia. "Las autoridades del banco nos permitieron algo único, porque los chicos pudieron estar en el hall central en un día de funcionamiento del banco y les encantó", cuenta.
Ir por más
Millán espera seguir creciendo. En los últimos días se puso en contacto el intendente de Salliqueló, Ariel Sucurro, porque también quiere un aula tecnológica en una escuela primaria local. Por eso, el presidente de Amigos Solidarios espera avanzar en convenios y reconocimientos que le permitan contar con más recursos. Entre ellos, con la UNESCO.
También, resalta el trabajo de la Dirección de Tecnología Educativa, a cargo de Santiago Albarracín. “Algunos decían que la gente no nos iba a acompañar, que no servía ir a tocar puertas, y la discusión era quién te va a dar bola, pero, al final, era todo mentira y nos piden que sigamos trabajando y nos acompañan”, apunta Millán.
Hacer cada aula demanda, según Millán, entre 7 y 8 millones de pesos. “Además, les ponemos los 300 megas de wifi que son entre 50 y 60 mil pesos que pagamos todos los meses, así como un seguro para todas las cosas por un año”, detalla.
Celebra que alcanzaron a firmar un convenio con la empresa de servicios de internet de Villa Gesell a partir de las gestiones de Barrera, para contar con el servicio a un valor mucho más accesible.
Para Millán, “pueblo argentino es solidario y eso va a ser siempre así”. Y cuenta una última anécdota: “En José C. Paz nos robaron la compu, entonces empezamos a caminar oficina por oficina del banco, pero a veces el laburo da mucho tiempo. Entonces, las madres del colegio donde se dio el robo hicieron rifas y salieron a juntar guita para reponer la tele”.