Cerca del final de la campaña para los comicios presidenciales en Estados Unidos, tanto la candidata demócrata Kamala Harris como su rival republicano, el expresidente Donald Trump, ponen toda la carne en el asador realizando actos de campaña y participando en diferentes eventos en varios estados del país. De acuerdo con las encuestas más recientes, los votos están muy ajustados, lo que marca un panorama con final abierto. Sin embargo hay temas como la economía y la política migratoria que pueden influir en que la preferencia de los votantes se incline hacia un lado o el otro.

Cruce de acusaciones

Ambos candidatos centraron últimamente su campaña en mostrar a su rival como la peor amenaza para Estados Unidos en caso de ganar. Sin ir más lejos, el viernes pasado Trump criticó la política migratoria de la actual administración demócrata durante un acto en Houston y acusó, sin pruebas, a la vicepresidenta de "importar un ejército de inmigrantes pandilleros". En otras ocasiones, el magnate también la ha tildado de comunista y de seguidora del presidente venezolano Nicolás Maduro.

Por su parte, Harris dijo el miércoles a la prensa que Trump representa un peligro para la democracia y que muestra un comportamiento errático e inestable. Esta declaración llegó luego de que dos excolaboradores del magnate, el exjefe de gabinete John Kelly y el exjefe del Estado Mayor Mark Milley, lo calificaran como fascista y mencionaran que en más de una ocasión ha elogiado a Hitler.

Otro aspecto relevante de la campaña demócrata es que en los últimos días varios artistas mostraron un apoyo abierto hacia Harris. Los casos más recientes son el de la cantante Beyoncé el viernes durante un acto de campaña de la vicepresidenta en Houston y el del rapero Eminem en un acto en Detroit el martes. Hace dos semanas la diva del pop Taylor Swift hizo lo mismo a través de una publicación en redes sociales, lo que hizo que sus fans lanzaran "Swifties 4 Kamala", una iniciativa para captar votos en favor de la candidata.

Al respecto Gonzalo Fiore Viani, doctor en relaciones internacionales por la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y becario posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), indicó a Página/12: "Apoyarse en celebridades no dio demasiados resultados en la elección de Hillary Clinton contra Trump en 2016, sí funcionó y sumó en la de Joe Biden (en 2020), y hay que ver qué resultados tiene ahora".

Una batalla reñida

Dos encuestas publicadas el viernes muestran un empate técnico entre los dos candidatos. Por un lado, el sondeo de la cadena televisiva CNN, realizado por la empresa SSRS, indica un 47 por ciento de apoyo tanto para Trump como para Harris. Este es el resultado más parejo comparado con encuestas similares de meses anteriores, donde uno de los candidatos se posicionaba ligeramente por encima. La cadena destaca que, a diferencia de las elecciones de 2016 y 2020, cuando los rivales de Trump le sacaban varios puntos de ventaja en los sondeos, esta vez la diferencia es prácticamente inexistente.

CNN subraya que, en medio de una campaña especialmente turbulenta, los sondeos muestran una gran estabilidad, con un alto porcentaje de votantes que han tenido decidido su voto desde el inicio de la campaña (85 por ciento), frente a un 15 por ciento que cambió de parecer. Del total un 11 por ciento se declara aún indeciso o abierto a cambiar su voto.

La segunda encuesta, realizada por Siena College y publicada por el diario The New York Times, otorga a Harris un 49 por ciento de apoyo frente al 48 por ciento de Trump a nivel nacional. Este sondeo resalta que, si no se detectaran cambios de aquí al día de las elecciones, la demócrata podría lograr 276 votos electorales (siendo 270 la mayoría) frente a los 262 de Trump.

Los votos electorales son los que otorgan los colegios electorales, un sistema de delegados que decide al presidente en cada estado según la cantidad de votos recibidos. Sin embargo, la diferencia es tan corta que esas cifras podrían revertirse si la encuesta está subestimando los apoyos del expresidente o si algunos de sus partidarios están ocultando su intención de voto, dos hechos que se detectaron en anteriores comicios.

"Girar la balanza"

Para el licenciado en relaciones internacionales por la Universidad Católica de Salta (UCASAL), Eduardo Batule, hay que tomar con pinzas los sondeos. "Las encuestas ya han demostrado en elecciones anteriores que no siempre son del todo certeras, hay que ver de dónde vienen y cómo se encuesta realmente", afirmó a este medio, poniendo como ejemplo que muchos sondeos daban a Clinton como ganadora en los comicios, pero que Trump "terminó siendo la gran sorpresa" al salir victorioso en el Colegio Electoral.

En este contexto, uno de los puntos clave de la elección es el rol de los estados pendulares, o "swing states", que son aquellos que no tienen una preferencia partidaria fija y pueden cambiar su apoyo entre demócratas y republicanos en cada elección. Estos estados son clave porque, al no tener un favoritismo claro por ninguno de los partidos, suelen definir el resultado en el Colegio Electoral.

Dentro de este grupo se encuentran actualmente Georgia, Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Nevada y Carolina del Norte. "Estos son los estados donde la campaña se ha endurecido estos últimos tiempos, ya que ambos candidatos tienen un empate técnico y lo que digan o hagan puede girar la balanza", remarcó Batule.

Economía, migración y política exterior

Sobre los temas que pueden inclinar los votos hacia un lado o el otro, para Fiore Viani incluyen la cuestión migratoria y la economía. "Trump quiere mostrarse como alguien que viene a ordenar la economía, cierta suba de la inflación durante la administración de Biden, y mostrar a Harris como la continuidad del actual mandatario. Harris, por otro lado, se muestra como el cambio, no la continuidad, sino como una figura verdaderamente diferente y disruptiva por derecho propio (…) y como quien viene a que Estados Unidos dé un salto hacia el futuro", explicó.

Aún así, el doctor en relaciones internacionales señaló que, si Harris gana, podría continuar la política exterior de Biden, apoyando a Ucrania, financiando a la OTAN y ofreciendo un respaldo a Israel algo más tímido que el que brindaría Trump. "Los demócratas son mucho más idealistas en materia de política exterior, mientras que los republicanos son más realistas: los demócratas intentan moldear el mundo de acuerdo a lo que ellos creen que debería ser, mientras que los republicanos se adaptan un poco más al mundo tal y como es, y no pretenden exportar los valores de la democracia estadounidense al mundo", subrayó Fiore Viani.

Sobre la cuestión migratoria, en la cual Trump mantiene una postura dura, tanto Fiore Viani como Batule destacaron la relevancia del voto latino. Este último mencionó que hubo un incremento de latinos inscriptos para votar, superando un total de 35 millones de habilitados. "Probablemente se piense que este voto será ganado por Harris pero Trump y su campaña pretenden dar pelea y puede sorprender la cantidad de latinos votando por el expresidente", consideró el analista salteño.

Fiore Viani aclaró que, cuando se habla del voto latino, existen muchas heterogeneidades y complejidades. "No es lo mismo hablar del voto cubano en Florida, mayoritariamente republicano, que del voto mexicano, quizás más tendiente a apoyar a los demócratas", precisó, sosteniendo que el voto latino está disputado y bastante parejo.

La campaña electoral ha estado marcada por varios sucesos, incluyendo la retirada de Biden como candidato, tras su flojo desempeño en el primer debate presidencial en junio y sus continuos lapsus, así como el intento de magnicidio contra Trump durante un acto de campaña en agosto. Pase lo que pase, en pocos días, el martes 5 de noviembre, se definirá quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.

Informe: Axel Schwarzfeld